Una vez que las cifras de la evolución de la epidemia comienzan a ofrecer un tímido respiro al sistema de salud, el siguiente escenario previsto por el Gobierno es la fase de desescalado, donde las medidas implantadas en el estado de emergencia se irán relajando progresivamente y los test masivos cobrarán especial relevancia, con el objetivo de detectar de forma precoz no solo los casos graves, sino también los leves.
En este escenario se prevé habilitar espacios como hoteles o recintos públicos donde poder poner en cuarentena a los pacientes que den positivo pero sean asintómaticos o muestren síntomas leves. Las autoridades sanitarias sospechan que los infectados asintomáticos son la principal causa de propagación de la enfermedad, y por ello dispondrán estos lugares conocidos como "arcas de Noé", que ya se utilizaron en China.
Para el ministro Salvador Illa, "nos enfrentamos a la mayor emergencia sanitaria en cien años", y señala que ahora "debemos abordar la segunda etapa, que consiste en doblegar el pico y empezar la transición, que es la fase de desescalado".
Dos estrategias para doblegar al coronavirus
Hasta ahora la estrategia de vigilancia se ha centrado en casos graves en los hospitales y en la parte de personal sanitario y esencial, pero en esta siguiente fase, que "va a ser larga", se planificarán dos estrategias principales.
María José Sierra, del Centro de Coordinación de Alertas y Emergencias Sanitarias, ha especificado que la primera de ellas será "la detección precoz de los casos de infectados, con el fin de aislarlos y evitar la circulación del virus". Para proceder con ello, se van a emplear "test rápidos pero sobre todo PCR", por lo que se van a "producir muchas más PCR, para que haya más capacidad".
La segunda estrategia, en la que los test rápidos serán fundamentales, consistirá en saber cómo está circulando el virus y qué pacientes han pasado ya la enfermedad, y así se podrá detectar cuántos de ellos han desarrollado ya inmunidad. Para este cometido, se están diseñando "importantes estudios" de seroprevalencia que ayudarán a ir relajando las restrictivas medidas de distanciamiento social.
Hasta 5,5 millones de test rápidos
Este domingo el Gobierno comenzó a repartir entre las comunidades autónomas 1,02 millones de test rápidos, de los cuales el 50% irán destinados a la Comunidad de Madrid, Cataluña y Andalucía.
Estas herramientas tienen como objetivo su utilización como complemento a las pruebas PCR, y según ha anunciado Salvador Illa, a lo largo de esta semana van a llegar otro millón de estos test, dentro del acuerdo con proveedores chinos para la compra de un total de 5,5 millones.
60 millones de mascarillas
En cuanto a evitar todo lo posible el contagio de la enfermedad por parte de pacientes asintómaticos, las mascarillas se antojan como una medida imprescindible. En este sentido, parece que comienzan a dar fruto los esfuerzos del Gobierno por paliar la escasez de este producto a nivel internacional, dada la elevadísima demanda provocada por la pandemia. Tal y como ha confirmado el ministro de Sanidad, el Gobierno de España ha cerrado recientemente un contrato de compra de 60 millones de mascarillas con un grupo empresarial, y "habrá una producción de 2,5 millones a la semana a partir de mediados de abril”.
El acuerdo se enmarcaría dentro de las operaciones que el Ejecutivo ha realizado en las últimas tres semanas, y que incluyen compras de material sanitario, como test de diagnóstico, equipos de protección y respiradores por un valor de 845 millones de euros.
Sanidad ya adelantó que el uso generalizado de mascarillas para toda la población, fundamentalmente para prevenir que pacientes con síntomas leves se conviertan en foco de infección, será "probablemente una de las medidas que se van a recomendar" en breve. Ante la carestía actual de este producto, Illa ha recalcado que "el Gobierno de España no va a exigir nada que no pueda cumplir el conjunto de la ciudadanía".
Respiradores mecánicos
En equipos de ventilación mecánica invasiva, Illa ha destacado que se ha reforzado la capacidad de producción, aumentando de diez a cien las unidades diarias y también se ha cerrado un contrato de suministro de 5.000 unidades para ser distribuidas en dos meses. En este sentido, ha añadido que se ha "activado" la producción nacional de estos productos, como la elaboración por parte de Seat y de la empresa madrileña Hersill de 400 respiradores diarios.
En materia de test de diagnóstico, son cuatro las empresas españolas que los producen y se trabaja para aumentar su capacidad y para fabricar los conocidos como "kits de extracción" que son necesarios para este tipo de pruebas.