El primer ministro británico, Boris Johnsonomo medida de "precaución" ante los "síntomas persistentes" provocados por el coronavirus COVID-19, según Downing Street. Su portavoz oficial ha explicado este lunes que el líder conservador está bajo "observación" mientras se le practican "tests rutinarios", está "animado" y sigue trabajando.
Johnson, de 55 años, informó de que había dado positivo por el nuevo coronavirus el pasado día 27 de marzo y ha permanecido aislado desde entonces en su residencia oficial en Londres. Sin embargo, fue ingresado para "realizar pruebas" porque sigue presentando síntomas de la enfermedad diez días después.
Downing Street, que hasta ahora ha mantenido que Johnson había desarrollado "síntomas leves", ha subrayado que no se trata de un ingreso de "emergencia" y que el primer ministro muestra, entre otros síntomas "temperatura alta y tos". Johnson se mantiene a cargo del Gobierno y en contacto con sus ministros y altos funcionarios, si bien permanecerá ingresado este lunes.
El Gobierno ha evitado desvelar qué tipo de pruebas se han realizado al primer ministro ni si tiene neumonía, pero según los expertos, un paciente que sigue presentando síntomas después de diez días requeriría la comprobación de los niveles de oxígeno, así como del estado de los pulmones, el corazón y el hígado. El portavoz oficial sí se ha visto obligado a desmentir una información publicada por medios estatales rusos, que aseguraban que Johnson ha requerido un respirador.
"Ayer por la noche, ante el consejo de mi médico, fui al hospital para realizar algunas pruebas rutinarias porque todavía tengo síntomas del coronavirus. Estoy bien y sigo en contacto con mi equipo mientras seguimos trabajando en la lucha contra este virus para mantener a todos a salvo", ha escrito en Twitter para agradecer a los trabajadores sanitarios y pedir a los británicos que se queden en casa.
Del contacto con pacientes a la infección
En el cargo desde julio de 2019, Johnson fue criticado por su inicial respuesta ante la propagación del coronavirus en el Reino Unido, puesto que se decantaba por provocar una inmunización colectiva ante la enfermedad. De hecho, durante días siguió estrechando manos de pacientes infectados de COVID-19, según confesó en una rueda de prensa. Días después ordenó el confinamiento del país y, una vez confirmado su positivo en la enfermedad, continuó liderando el Ejecutivo aislado en el apartamento del número 11 de Downing Street. No fue el único miembro de su Ejecutivo en contraer la enfermedad: también el ministro de Sanidad, Matt Hancock y el asesor de Sanidad contrajeron la enfermedad.
"El primer ministro agradece a los trabajadores del NHS (sistema de salud público) su increíblemente duro trabajo y urge a los ciudadanos a continuar cumpliendo las recomendaciones del Gobierno de permanecer en casa, proteger el NHS y salvar vidas", agrega Downing Street.
La pareja del primer ministro, Carrie Symonds, embarazada del primer hijo de ambos, ha pasado una semana en la cama con síntomas compatibles con el nuevo coronavirus, si bien no ha llegado a someterse a una prueba diagnóstica.
Johnson sigue al frente del Gobierno
A lo largo de la jornada, las dudas sobre la capacidad de Johnson para mantenerse en el cargo por la enfermedad no han hecho sin crecer, pero el Gobierno mantiene que sigue trabajando. De hecho, a preguntas de la BBC y Sky News sobre la conveniencia o no de que Johnson esté de baja sanitaria, el ministro de Exteriores, Dominic Raab, se ha limitado a asegurar que el primer ministro está siguiendo "el consejo médico" y que sigue liderando el Gobierno y trabajando, a pesar de que ha reconocido que no habla con él desde el sábado.
Por la mañana, el secretario de Vivienda, Robert Enrick, auguraba un rápido retorno a Downing Street e insistía en su buen estado.
No obstante, en caso de que su estado empeorase, tomaría el relevo el ministro de Exteriores, si bien no existe un procedimiento formal para relevar al primer ministro en caso de incapacitación. De hecho, se ha anulado el Consejo de Ministros del martes y Raab lidera desde este lunes la reunión del Gobierno sobre la situación de la pandemia en el Reino Unido.
El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, envió sus mejores deseos a su "amigo" Johnson durante una rueda de prensa el domingo por la noche. "Es un amigo mío, un buen hombre y un gran líder y estoy seguro de que saldrá adelante", subrayó.
En el Reino Unido se han registrado hasta ahora más de 5.000 muertos por COVID-19, tras un aumento de 621 víctimas mortales comunicado el domingo, y los contagios totales confirmados superan los 51.600.