Los familiares de Francisco Franco han denunciado que los policías presentes en la reinhumación de los restos del dictador en el cementerio de Mingorrubio los retuvieron e intentaron "registrar" a uno de ellos porque sospechaban que podía haber grabado al menos una parte de la ceremonia celebrada tras la exhumación.
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"¡Esto es como una dictadura!", exclama uno de los familiares - a quienes la policía había retirado los móviles a la entrada en la basílica del Valle de los Caídos- en un vídeo del interior de la cripta difundido este viernes en el que también se escucha como los Martínez-Bordiú Franco reclaman "un poquito de dignidad después de lo que han hecho" y piden, "por favor", que les dejen salir. Además en las imágenes se observa un pequeño forcejeo al final.
Este incidente -que, de confirmarse, incumpliría la prohibición expresa acordada por el Consejo de Ministros- fue mencionado a la salida del camposanto tanto por el primer nieto varón de Franco, Francis Franco, que explicó que habían "estado a punto de detenerle porque decían que había grabado un acto familiar", en alusión a los últimos cinco minutos que pasaron en el panteón del cementerio que calificó de "desagradables".
"La actuación de los policías que estuvieron allí no fue afortunada en absoluto", ha valorado en declaraciones al Canal 24 horas el abogado de la familia, Luis Felipe Utrera Molina, que ha considerado que los agentes "se excedieron en el celo".
El letrado, que a la salida de Mingorrubio entregó un comunicado a la prensa en el que denunciaban el "grave atropello" de los derechos de sus representados, ha agradecido asimismo la intervención del secretario general de Presidencia que "puso fin a un incidente que pudo llegar a mayores, porque incluso llegaron a cerrar las puertas de la cripta para que no pudiéramos salir".
Pese a lo ocurrido, uno de los bisnietos del dictador que se dirigió a los medios internacionales presentes en Mingorrubio en inglés, puso en valor el trabajo de las fuerzas de seguridad, utilizando para ello el castellano.
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El Gobierno prohibió expresamente la grabación
"No nos sentimos en absoluto acreedores de ningún tipo de queja", ha explicado la ministra de Educación y portavoz del Gobierno en funciones, Isabel Celaá, que ha reiterado que lo que se vio en el exterior "era público", mientras que en el interior, tanto en la basílica como en el la cripta, "se configuró un espacio para la privacidad".
“Celaá: Todo el mundo conocía las reglas del juego“
"Todo el mundo conocía las reglas del juego", ha asegurado la ministra, que también ha puesto en valor la "cuidada" y "esmerada" preparación de la exhumación y ha explicado que "el Gobierno todavía tiene que entrar a profundizar y a valorar sobre qué hacer con el Valle".
El Consejo de Ministros acordó, en su resolución del 15 de marzo de 2019, que no se permitiría el acceso "a medios de comunicación" y que se adoptarían "las medidas necesarias para evitar el uso de medios de captación y reproducción de imagen y sonido". Además, reconocía el derecho de los familiares a organizar una ceremonia religiosa durante la reinhumación.
Un punto que ha contradicho el letrado de los Franco al explicar que, "en el acuerdo, lo que se decía es que se garantizaba la intimidad de la familia, no que la familia no pudiese grabar el propio entierro de su abuelo".
Utrera Molina: "Los gritos nacieron en lo más profundo del corazón"
En cuanto a si el Gobierno abrirá algún expediente por posible exaltación a la dictadura por los gritos de "¡viva Franco!" proferidos a la salida del féretro de la basílica, Celaá ha explicado que esta cuestión "no ha sido tratada" en la reunión del Ejecutivo.
"No tenemos que elevar el dedo, tenemos que elevar la mirada", ha asegurado el presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, en una entrevista concedida en La Sexta en la que ha defendido que "ayer hubo una gran victoria de la democracia española, que resolvió por mecanismos garantistas una gran contradicción como es tener un mausoleo dedicado al dictador".
Por su parte, el abogado de la familia ha justificado estos gritos por "la tensión que tuvieron que soportar" durante "tres horas dentro" de la basílica presenciando una exhumación que, en sus palabras, "fue de todo menos pacífica, porque fue muy aparatosa, ruidosa y terrible para los familiares". "Cualquier persona con un mínimo de empatía puede entender perfectamente el sentido de esos gritos que le nacieron en lo más profundo de su corazón", ha explicado en una entrevista en el Canal 24 horas.
Además, según se ha desvelado un día después de la exhumación, una de las nietas de Franco acusó en varias ocasiones al Gobierno de estar cometiendo una profanación mientras se realizaban los trabajos de extracción del féretro dentro de la basílica del Valle de los Caídos.