El presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, ha emplazado al Parlamento británico a bajar la tensión e iniciar las negociaciones de la futura relación "en cuanto el acuerdo del Brexit sea aprobado" en Londres y Estrasburgo como garantía para evitar que la salvaguarda de Irlanda sea permanente. "Tenemos que empezar las negociaciones cuanto antes para demostrar [al Parlamento británico] que hablamos en serio cuando decimos que no queremos que esta salvaguarda sea un instrumento permanente", ha indicado Juncker al término de la cumbre europea en Bruselas.
“He percibido mucha falta de confianza del Parlamento británico hacia la Unión Europea“
Las negociaciones sobre el Brexit entre la Unión Europea (UE) y la primera ministra británica, Theresa May, han encallado durante la cumbre ante el inmovilismo de Londres y Bruselas sobre sus respectivas posturas.
May ha fracasado en su objetivo, conseguir las garantías adicionales de Bruselas sobre la salvaguarda para sacar adelante su acuerdo de retirada en los Comunes, que exigen concesiones a la UE para no quedar vinculados de forma indefinida a la unión aduanera; y Bruselas ha rechazado renegociar el texto y añadir una declaración vinculante sobre el plan para evitar una frontera física en Irlanda.
A pesar de la disposición europea a "ayudar", May regresa a Londres con las manos vacías, de forma que el acuerdo sigue lejos de salir adelante en la votación del Parlamento británico prevista para enero. Juncker ha llamado a los Comunes a "bajar la temperatura" tras la tensión en los últimos días: "He percibido mucha falta de confianza del Parlamento británico hacia la Unión Europea en el debate y eso no sienta las bases para una buena relación futura", ha lamentado. Y aunque la conservadora ve "posible" conseguir las garantías más adelante, el único gesto de Bruselas ha venido en forma de elogios a su esfuerzo y "coraje" para tratar de garantizar un Brexit con acuerdo.
Preparativos para un Brexit duro
May buscaba en Bruselas una aclaración sobre la letra pequeña del pacto para lograr el apoyo de los parlamentarios británicos, que perciben este viaje como una "humillación" más para la primera ministra en una semana en la que se ha visto obligada a posponer la votación en los Comunes y ha sobrevivido a la cuestión de confianza planteada desde sus propias filas.
El tiempo apremia y, por ahora, Londres y Bruselas coinciden en dos puntos: este es el único acuerdo posible y las circunstancias obligan a acelerar los preparativos para un Brexit duro sin acuerdo ante el previsible rechazo del texto en Londres. Allí el líder de la oposición laborista, Jeremy Corbyn, ve "muerto" el acuerdo de May y amenaza con impulsar una moción de censura contra la conservadora.
Ante esta situación, la Unión Europea hará público el próximo 19 de diciembre toda la información sobre el escenario sin acuerdo, una opción que ni los Veintisiete, según ha explicado la canciller alemana, Angela Merkel, ni el Gobierno de Theresa May prefieren para el divorcio.
A pesar de su optimismo, la líder británica ha advertido de que todavía "queda mucho trabajo para hacer", por lo que las negociaciones continuarán en los próximos días. "Las negociaciones de este tipo siempre son duras, siempre se dificultan en el tramo final, cuando quedan por resolver los últimos detalles", ha dicho. Sobre este punto, el presidente del Consejo Europeo, Donald Tusk, ha señalado que "siempre estará dispuesto a recibir a May", sin entrar a fechar la próxima reunión.
Polémica por un tenso encuentro entre Juncker y May
La tensa conversación en público entre May y el presidente de la Comisión Europea, Jean-Claude Juncker, durante la mañana, ha dado paso a todo tipo de especulaciones sobre el estancamiento de las negociaciones.
Juncker tildó de "ambigua" la posición de Londres en su rueda de prensa del jueves, un comentario que no habría sentado bien a la primera ministra británica.
Según se desprende de las imágenes de la conversción, May habría recriminado a Juncker el uso de ese adjetivo y él se habría disculpado. Preguntada en rueda de prensa, Theresa May ha dicho que ha mantenido una "fuerte conversación" con Juncker. "Esta es la típica discusión entre dos personas que han desarrollado una buena relación profesional y trabajan bien juntas [...] y [Juncker] se refería a la situación general", ha zanjado. Así lo ha confirmado el líder europeo al término de la cumbre, para después destacar que ambos mantienen una fuerte amistad.