El Banco Popular, que ha sido adquirido por un euro por el Banco Santander, se ha convertido en la primera entidad europea a la que se le ha aplicado el nuevo sistema de resolución bancaria por el que las entidades se sanean con fondos propios y no con inyecciones de dinero público (lo que se denomina ball-in o autorrescate). Esto significa que son accionistas y acreedores los que pierden su dinero, pero no los depositantes ni tampoco los contribuyentes.
El proceso comenzó este martes 6 de junio, cuando el Banco Central Europeo (BCE) comunicó a la Junta Única de Resolución (JUR) la inviabilidad de la entidad y por considerar que el banco no puede hacer frente al pago de sus deudas ahora o en un futuro cercano, según ha comunicado el FROB.
Antes de decidir qué hacer con el Popular, la JUR recibió la valoración realizada por un experto independiente que señalaba que el valor del banco era de 2.000 millones de euros negativos en el escenario central y de -8.200 millones en un escenario estresado. "Esta valoración (...) pone de manifiesto la existencia de unas pérdidas que es necesario absorber", señala el FROB.
¿Qué ocurre si tengo una cuenta en el Banco Popular?
Nada. Los titulares de cuentas y de depósitos no sufrirán ninguna pérdida, sea cual sea el importe de sus ahorros. Además tienen acceso a estos fondos sin problema, según ha afirmado este miércoles la Comisión Europea.
"Los clientes de Banco Popular seguirán atendidos sin perturbación de la economía. Todos los ahorradores seguirán teniendo acceso ininterrumpido a toda la cantidad de sus depósitos", ha asegurado Bruselas en un comunicado recogido por Europa Press.
Además, la entidad continúa con su actividad de negocio sin más problemas, según ha destacado también el Ejecutivo comunitario.
¿Y si tengo un plan de pensiones?
No hay ningún problema: los mantienen. Igual que los fondos de inversión. En general, según han asegurado fuentes del Santander a RTVE.es, todos los productos están garantizados -salvo acciones, CoCos y deuda subordinada- y seguirán operando de la misma forma. De hecho, los clientes que tengan un crédito con la entidad deberán seguir pagándolo porque nada cambia.
Eso sí, las mismas fuentes han advertido de que los productos -como un fondo de inversión- del Popular o de otras entidades ligados a acciones o deuda subordinada de la entidad intervenida sí pueden sufrir una depreciación. Por poner un ejemplo: un plan de pensiones que haya invertido en acciones del Popular sí que registrará pérdidas.
Entonces, ¿quiénes pierden su dinero?
Los accionistas del Banco Popular lo pierden todo al reducirse el capital social de la entidad desde los casi 2.100 millones a cero mediante la amortización de la totalidad de las acciones actualmente en circulación. A cierre de marzo, el Banco Popular contaba con 305.152 accionistas, según datos recopilados por la agencia Efe.
Además, también perderán su dinero aquellos inversores que tengan CoCos (los bonos convertibles contingentes) -que son los instrumentos de capital regulatorio Tier 1-. Esos bonos (se emitieron 1.250 millones en los años 2013 y 2015) se transformaron en acciones, motivo por el que carecen de valor.
Lo mismo ocurre con los que tengan deuda subordinada, que es lo que técnicamente ha comprado el Banco Santander por 1 euro, y que son los instrumentos de capital regulatorio Tier 2. El Popular había emitido casi 700 millones en este híbrido.
"Todos los accionistas de Banco Popular Español S.A., así como todos los titulares de bonos contingentes convertibles y de bonos subordinados, han perdido totalmente su inversión", ha señalado la Comisión Nacional del Mercado de Valores (CNMV) en una nota informativa.
Con la que no ocurrirá nada es con la deuda sénior, tal y como se establece en la reglamentación europea. De hecho, el consejero delegado del Santander, José Antonio Álvarez, ha destacado en rueda de prensa que estos bonos tendrán ahora una calificación más alta y, por lo tanto, valdrán más.
¿Pueden reclamar los dueños de estos productos?
Sí. Los accionistas y bonistas del Popular podrán acudir a los tribunales. De hecho, los accionistas minoritarios del Popular, agrupados a través de la Asociación Española de Accionistas Minoritarios de Empresas Cotizadas (Aemec), han calificado de "expropiación" la compra y han denunciado ante la Fiscalía Anticorrupción de la Audiencia Nacional a los últimos gestores de la entidad, entre los que se encuentra Emilio Saracho.
"Estamos ante un vaciamiento completo del valor de la acción, que queda reducido a cero y ante una expropiación que es la primera vez en la historia que hace la Unión Europea", aseguraba en declaraciones a Europa Press el secretario general de Aemec, Javier Cremades, quien ha incidido en que el Banco Central Europeo (BCE) ha expropiado una entidad "sin procedimiento, sin información previa y sin justiprecio".
También están estudiando acciones judiciales en defensa de los pequeños accionistas del Popular otras asociaciones como la Organización de Consumidores y Usuarios (OCU), así como varios despachos de abogados. Algunos de ellos señalan que los que tienen más fácil reclamar son los que suscribieron la ampliación de capital realizada en mayo de 2016: pueden argumentar que la información facilitada para dicha ampliación contenía unas cuentas incorrectas, tal y como reconoció el banco tras una auditoría.
En la rueda de prensa donde ha presentado la operación, Ana Botín, presidenta del Banco Santander, ha explicado que la entidad ha tenido en cuenta estas circunstancias. "Es posible todo tipo de demandas y eso lo hemos considerado en la valoración que hemos hecho del banco"; ha añadido sin ofrecer más detalles que el de que las querellas en relación con las cláusulas suelo "están provisionadas".
¿Por qué tienen que asumir las pérdidas accionistas y bonistas?
Así lo dicta la nueva ley europea, en vigor desde 2016, que trata de evitar que los saneamientos bancarios los paguen -como ha ocurrido hasta ahora- los contribuyentes europeos.
Entonces, ¿esta operación costará algo al contribuyente?
No. La del Banco Popular es la primera resolución (intervención y liquidación) de una entidad financiera en Europa en la que no ha sido necesaria la aportación de ayudas públicas.
La resolución de una entidad por medio de su venta es una posibilidad prevista en la directiva de recuperación y resolución bancaria que implica que las pérdidas han sido absorbidas en su totalidad por acciones y deuda subordinada.