El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, empieza este martes con las líderes del partido en Euskadi, Idoia Mendia, y Madrid, Sara Hernández, su ronda de contactos con los dirigentes territoriales antes del Comité Federal del próximo sábado.
Sánchez tiene previsto reunirse con todos los 'barones' del PSOE antes de la cita del día 9, en la que el partido analizará los resultados de las elecciones del pasado 26 de junio y el escenario político que ha dejado abierto. Por el momento, ya están fijadas las citas con Mendia, a las 13:00 horas, y con Hernández, a las 16:00 horas.
De esta manera, el líder del PSOE retomará su agenda en Ferraz este martes después de tomarse unos días de descanso. Sánchez reunió a su Ejecutiva el pasado lunes y el martes viajó a Bruselas, pero desde su regreso no ha tenido apariciones públicas.
Días de descanso tras la noche electoral
Fuentes socialistas han explicado que Sánchez ha estado descansando unos días con su mujer y sus hijas en Mojácar, donde tienen una casa. Precisamente, este lunes ha circulado en Twitter una foto suya en un chiringuito de playa junto a su esposa, ataviado con gorra y gafas de sol.
Por el momento, el líder del PSOE no ha hecho más valoraciones del resultado de las elecciones que su breve intervención en la noche del domingo, una vez conocido el escrutinio. El lunes, no fue él ni su número dos, César Luena, sino el portavoz parlamentario, Antonio Hernando, quien compareció ante los periodistas después de la Ejecutiva y el martes, el secretario general no quiso atender a los medios en Bruselas.
Después del resultado electoral, la dirección socialista creyó conveniente mantenerse en un segundo plano para evitar que la atención se centrara en el PSOE, cuando precisamente consideran que es sobre el PP donde tiene que caer la "presión". Precisamente por eso, se decidió aplazar el Comité Federal del primer fin de semana, cuando suelen celebrarse después de las elecciones, al próximo sábado.
La "presión" sobre el PP
Aunque en su primera intervención el 26J Sánchez no dejó clara cuál será su hoja de ruta, ya que tras felicitar al PP dejó claro que el PSOE era el partido más importante del "cambio" en España, los socialistas se han situado ahora en la oposición.
El PSOE defiende que es el PP el que tiene que intentar formar gobierno y dar pasos y recalcan que para ello no puede contar con los socialistas. Así, en la reunión del pasado lunes, la dirección dejó claro que no apoyará a Rajoy por activa ni por pasiva.
Sin embargo, también rechaza la posibilidad de que haya unas terceras elecciones, lo que en algunos ámbitos se interpreta como la posibilidad de que en último término pueda haber una abstención.
Esta posibilidad la planteó desde el primer momento el presidente de Extremadura, Guillermo Fernández Vara, que después lo ha matizado como una "abstención mínima", es decir, con el número de diputados que sea "estrictamente imprescindible" para que el PP pueda sacar ese gobierno adelante.
El asunto estará encima de la mesa el próximo sábado, donde estará muy presente la resolución que los socialistas aprobaron el pasado 28 de diciembre, pasadas las elecciones del 20D. Ese día, el PSOE fijó dos grandes líneas en su hoja de ruta: no apoyar un gobierno del PP, ni por activa ni por pasiva, ya fuera con Rajoy o con otro candidato, y no negociar con ningún partido que defienda consultas independentistas.