Bernie Sanders en el bando demócrata y Donald Trump en el republicano han ganado con rotundidad las primarias en New Hampshire, las segundas de la carrera hacia la nominación presidencial en Estados Unidos. Tal y como apuntaban las encuestas, el senador independiente por Vermont ha conseguido vencer a Hillary Clinton por más 20 puntos, mientras que Trump ha arrasado y dobla en votos al segundo, el gobernador de Ohio, John Kasich.
Sanders ha logrado un 60% de los apoyos. Tras el ajustado resultado en Iowa, donde la exsecretaria de Estado se impuso por la mínima, el 'Estado de Granito' ha vuelto a posicionar al senador de 74 años en la carrera presidencial. Clinton, que ganó las primarias en New Hampshire en 2008 cuando se enfrentaba al actual presidente Barack Obama, ha reconocido la derrota y felicitado a Sanders.
Mientras, el magnate Trump ha dejado atrás al resto de candidatos republicanos al obtener un 35,1% de los votos. La victoria del empresario ha sido contundente: Kasich ha conseguido un 15,9%; Ted Cruz (ganador en Iowa), ha quedado en tercer lugar con 11,6%; Jeb Bush, cuarto con 11,1%, y Marco Rubio ha sido quinto con 10,6%.
La participación ha sido histórica. New Hampshire es uno de los estados más pequeños del país y cuenta con apenas 1,3 millones de habitantes. A pesar de ello, suele tener una influencia particular y desproporcionada en la carrera hacia la Casa Blanca. Sus primarias son las segundas, justo detrás de los caucus de Iowa, pero históricamente marcan tendencia: suelen obligar a los candidatos más débiles a salir de la contienda y, en ocasiones, salvan a otros que no parecían tener verdaderas opciones.
Aunque Sanders y Trump tienen posturas ideológicas totalmente diferentes comparten puntos comunes en sus discursos. Ambos, aunque cada uno a su manera, han apostado por una manera diferente a la hora de hacer política, al margen de los grandes donantes y el aparato de los partidos.
Clinton: "Sé que tengo trabajo por hacer, en particular con la gente joven"
Antes de que acabase el recuento, Clinton ha salido a reconocer la derrota y a asegurar, con la vista puesta en las siguientes votaciones de Nevada y Carolina del Sur, que seguirá "peleando" por cada voto en cada estado. Además de felicitar a Sanders, ha admitido que todavía le queda trabajo por hacer, "en particular con la gente joven".
Según la candidata demócrata, la gente tiene derecho a estar "enfadada" pero ha vuelto a insitir en que se necesitan "soluciones" y en que ella es la única que las puede conseguir y marcar una diferencia "real": "Sé cómo hacerlo", ha sentenciado y puesto en valor su experiencia. Asimismo, Clinton ha elogiado los gobiernos Obama y ha apelado a diferentes colectivos, como el inmigrante, el afroamericano o el LGTB, reclamando mayor igualdad.
“Hemos enviado un mensaje desde Wall Street a Washington“
Por su parte, Sanders ha celebrado la victoria junto a sus seguidores: "Hemos enviado un mensaje que irá de Wall Street a Washington, desde Maine a California de que el Gobierno de nuestro gran país pertenece a todo el pueblo y no solo a un puñado de ricos contribuyentes a las campañas". De este modo, el senador ha incidido en uno de los puntos fuertes de su discurso: su rechazo al "corrupto" sistema de financiación de los aspirantes a la Casa Blanca.
El mensaje de los votantes de New Hampshire, ha recordado, está dirigido también al establishment, el aparato de dirigentes de los partidos. "La gente quiere un cambio real", ha añadido, al tiempo que ha vuelto a hablar de la "revolución política" y ha reivindicado "una economía para todos, no solo para el 1% más rico".
Trump: "El mundo nos volverá a respetar"
El vencedor republicano ha felicitado a Sanders pero le ha advertido que no le va permitir "regalar el país".
“El mundo nos volverá a respestar“
"Vamos a hacer algo tan bueno, tan rápido y tan fuerte que el mundo nos volverá a respetar. Creedme", ha indicado Trump al conocer los resultados. El empresario ha aprovechado la ocasión para recordar algunas de sus propuestas, como el muro en la frontera sur del país o anular la reforma sanitaria de Obama (el conocido Obamacare).
Por detrás de Trump, John Kasich coge oxígeno para seguir en la brecha. Kasich, un republicano moderado, ha considerado su resultado como "una luz" sobre una "oscura" fase de la política estadounidense.
La derrota ha sido especialmente dura para Marco Rubio, quinto. El senador por Florida, que emergió en Iowa como la gran esperanza de los republicanos más tradicionales, ha reconocido que su actuación en el último debate no fue buena debido a los múltiples ataques que recibió por parte del gobernador de New Jersey, Chris Christie.
Christie ha sido sexto en las votaciones de este martes y ha anunciado que va a evaluar la situación para decidir si sigue adelante con su candidatura.