La ilusión que caracteriza las primeras veces ha inundado la gala de los Goya 2014, pues ese brillo en los ojos de quien se estrena levantando el 'cabezón', que es único, se ha repetido a lo largo de la noche en todas las categorías de dirección e interpretación, ya fuesen noveles o veteranos. Actores protagonistas, de reparto, revelación y directores noveles o consagrados, todos ellos han ganado por primera vez.
Así, con los ojos bien abiertos y lágrimas de emoción, David Trueba y Javier Cámara han logrado por fin quitarse esa espinita del Goya que no llegaba, a pesar de haber optado a la estatuilla, respectivamente, en once y seis ocasiones.
Cámara, en la alfombra roja, mostraba el papel en el que tenía escrito su discurso y aseguraba que cerrar el año, en el que ha estrenado cuatro películas, con un Goya, sería “maravilloso”. “A nivel profesional ha sido impresionante”, ha matizado a RTVE.es una vez conseguido.
Aunque, como cada año, el glamour lo han puesto los elegantes vestidos de ellas, cabe especial mención el que lucía David Trueba, un Armani que compró hace 17 años en Cannes y que le ha dado suerte. Ha confesado a su llegada al Hotel Auditórium de Madrid que el premio que más ilusión le hacía conseguir era el de Mejor Película, porque englobaba a todo el equipo, pero cuando lo decía ignoraba que no tenía que elegir porque su Vivir es fácil con lo ojos cerrados estaba a punto de arrasar.
Optimismo y amuletos en la alfombra roja
Otra de las estrellas de la noche ha sido la veterana Terele Pávez. “Me siento con posibilidades, si no no hubiese venido”, confesaba a RTVE.es a su llegada. Horas después, satisfecha y con su primer Goya en la mano después de cinco nominaciones, ha señalado que está “muy muy feliz” y que quiere celebrarlo con su hijo.
Las quinielas no han fallado en la categoría de mejor actriz y todos los amuletos que traía consigo Inma Cuesta -venía con algo viejo, algo azul y algo prestado-, no han bastado para evitar que Marian Álvarez se hiciese con el premio. "¡Quien fuera Goya!", se oía gritar a algún fotógrafo cuando Marian posaba besando su 'cabezón' en la sala de prensa.
Como Marian, otros han estrenado esta noche nominación y premio. Son ejemplos Roberto Álamo -mejor interpretación masculina de reparto- o el director novel Fernando Franco, quien ha confesado una vez tranquilo y con su Goya en la mano que durante la gala ha estado pendiente de la parodia que han hecho de La Herida. “Me dijeron que me cabrearía, pero estaba bastante bien”, ha afirmado a RTVE.es.
“Hecha un flan” estaba Natalia de Molina, una joven espontánea a cuyo paso se escuchaba “esta chica tiene algo”. Espera que su premio como mejor actriz revelación le permita “seguir soñando” y le “traiga trabajo”. Emocionado, como ella, estaba el vencedor en la categoría masculina, Javier Pereira, que ha inaugurado con su premio la noche de las primeras veces.
Reconocimiento a la comedia
La 28 edición de estos Goya también ha sido la que por fin ha brindado un hueco a un género hasta ahora marginado por la Academia, la comedia. Que la película con más opciones fuese La gran familia española y personajes como los de Inma Cuesta o Berto Romero en 3 Bodas de más hayan optado a premios importantes, ha despertado la satisfacción del gremio. “Llama la atención” han asegurado los chicos de Muchachada Nui.
Berto Romero ha asegurado que “la comedia es un género dignísimo muy complicado de hacer”, por lo que ese pensamiento “ridículo” de que no se puede premiar hay que erradicarlo. “Lo q hace Inma Cuesta en 3 bodas de más es alucinante”, ha argumentado.
La ausencia de Wert, en todos los corrillos
El tema protagonista en los corrillos del glamuroso paseíllo previo a la gala ha sido la ausencia del ministro de Cultura, Jose Ignacio Wert, foco de las críticas. Raúl Arévalo la ha calificado de "triste", mientras que para José Antonio Bayona es la "constatación de una brecha tremenda que hay entre Gobierno y cine".
Uno tras otro, todos los que llegaban daban su opinión sobre una ausencia que para la mayoría, como para el director Rodrigo Sorogoyen, no está justificada o resulta, según Berto Romero, "ridícula" y "vergonzosa". Manel Fuentes, ya en su papel cómico de presentador desde el principio, se hacía el sorprendido en la alfombra roja ante la ausencia del ministro y decía que tenía que irse corriendo a cambiar el guión.
El premio a la Mejor Película, ya de madrugada, ha puesto el broche de oro a la noche de los Goya 2014, que sin duda ha sido la de Vivir es fácil con los ojos cerrados, la de sus actores y la de su director. Según David Trueba “se necesita de vez en cuando" cerrar los ojos “para soñar y para decir: podemos hacerlo mejor”.