El Tribunal Constitucional (TC) alemán ha abierto una vista oral de dos días para evaluar si el programa de compra de bonos soberanos del Banco Central Europeo (BCE) anunciado el año pasado se adecua a la ley de leyes germana.
Tras las dos sesiones, en una fecha aún por determinar, el alto tribunal deberá decidir si, como alega el recurso suscrito por más de 37.000 ciudadanos alemanes, la medida propuesta por el presidente del BCE, Mario Draghi, excede el mandato de la autoridad monetaria e invade competencias nacionales.
El representante alemán en el directorio del BCE, Jorg Asmussen, ha defendido la necesidad de que el programa de compra de bonos de la entidad tenga carácter ilimitado a priori, aunque ha precisado que en la práctica estará limitado por su obligación de dirigirse a los bonos con vencimientos más a corto plazo.
"Anunciamos que nuestras intervenciones a través del OMT serían ilimitadas de antemano (...) sin embargo, el propio diseño del OMT deja claro que está efectivamente limitado por la restricción a la parte más corta de la curva de rendimientos y como resultado el limitado pool de bonos que pueden ser adquiridos", ha explicado en su comparecencia ante el TC.
Asimismo, Asmussen ha asegurado que la institución reaccionaría en caso de detectar un cambio en los plazos emitidos por los Estados en beneficio de aquellos cubiertos por el BCE. "El BCE no quiere, no puede y no está autorizado a reemplazar las acciones que corresponden a gobiernos elegidos democráticamente", ha añadido el banquero alemán.
Weidmann: algunas medidas del BCE son "problemáticas" pero efectivas
Por su parte, el presidente del Bundesbank, Jens Weidmann, ha calificado de "problemáticas", pero efectivas, algunas de las medidas que el Banco Central Europeo aplicó para superar la crisis financiera y de endeudamiento soberano.
En su intervención, Weidmann ha dicho que el Bundesbank ha acometido estas medidas "como parte integral del Eurosistema, formado por el Tratado de Maastricht, y en cumplimiento de las obligaciones contractuales vinculadas".
El presidente del Tribunal Constitucional alemán, Andreas Vosskuhle, ha dejado claro al inicio de la primera vista oral del juicio que no se examina la efectividad del programa para afrontar la crisis de endeudamiento de la zona del euro.
Weidmann ha considerado que actualmente las perspectivas de precios para la zona del euro están en consonancia con la idea del Eurosistema de estabilidad de precios. Además, las primas de riesgos de los países en crisis han bajado considerablemente en los mercados financieros. "A ello ha contribuido el anuncio del programa de operaciones monetarias de compraventa, más exactamente la expectativa de potenciales compras ilimitadas", según Weidmann.
El recurso pone en duda, entre otros, el programa Outright Monetary Transactions (OMT), la piedra angular de las iniciativas que lanzó el pasado verano Draghi con la frase "haremos todo lo posible", y cuyo mero anuncio sirvió para aplacar la especulación contra la deuda soberana de los países del sur de la eurozona.
El plan contempla la compra ilimitada de bonos en el mercado secundario por parte del BCE para reducir la presión especulativa sobre los títulos de deuda de países como España e Italia, a cambio de que estas naciones se comprometan a un estricto programa de consolidación fiscal.
El presidente del Tribunal, Andreas Vosskuhle, ha señalado que la institución no tendrá en cuenta el éxito del programa a la hora de valorar la compatibilidad del mismo con la Carta Magna germana. "No tiene ninguna importancia en la valoración de la constitucionalidad de las normas legales y medidas que están siendo examinadas si han tenido éxito", ha afirmado en el discurso de apertura de la vista oral.
Berlín lo apoya
A su llegada al Constitucional, el ministro alemán de Finanzas, Wolfgang Schäuble, ha defendido la pertinencia de la medida argumentando que "no tiene duda" de que el BCE se ha ceñido a su mandato.
El parlamentario socialcristiano alemán Peter Gauweiler, uno de los euroescépticos que ha suscrito el recurso, apunta en la televisión pública regional SWR que la sola presentación del mismo había hecho "recular" a Draghi, que no ha llegado a poner en práctica el controvertido programa. Una encuesta difundida por el diario económico Handelsblatt apunta que casi la mitad de los alemanes está en contra el OMT, y que sólo un tercio lo apoya.
Sin llegar a ponerse en práctica, la iniciativa de Draghi ha logrado reducir con éxito los diferenciales de los bonos españoles e italianos con respecto de los alemanes, la denominada prima de riesgo, permitiendo que estos países se financien de forma más asequible.
No obstante, el programa ha generado una fuerte polémica en los países del norte de Europa y, especialmente, en Alemania, donde Draghi sólo logró sacarlo adelante tras presentárselo a puerta cerrada a la canciller federal, Angela Merkel, y obtener un plácet nunca público.
Los críticos argumentan que con esta iniciativa el BCE se arroga competencias que exceden su estricto mandato -que se ciñe a la política monetaria- y dispone, en último término y sin base legal, del dinero de los contribuyentes alemanes.
La asociación ¡Más democracia!, que interpuso el recurso ante el TC alemán y ha logrado el apoyo de conocidos políticos y economistas euroescépticos, considera que el BCE carece de "legitimación democrática" para acometer este plan. "Este es otro ejemplo más de la subrepticia transferencia de competencias a nivel comunitario sin su correspondiente fundamento jurídico", asegura Roman Huber, director de ¡Más democracia!.