Desde que el balonmano pasara de 11 jugadores a 7 en la década de los 60 (el balonmano como lo conocemos hoy en día se estrenó en los JJOO de Múnich 72), el continente europeo estuvo sometido al poderío de los equipos alemanes. La primera vez en la que un equipo español doblegó a uno teutón no llegaría hasta 1976, cuando el CB Granollers se impuso al G.W. Dankersen.
Aquella final era la primera que se celebraba de una Recopa de Europa y acabó decidiéndose en la prórroga en favor del equipo local, para delirio del pabellón El Parquet. Ese partido vuelve a escena a Teledeporte de la mano de Conexión Vintage.
Conexión vintage - Clásicos del balonmano
El municipio granollerense es la cuna del balonmano español, competía por aquel entonces con el Calpisa alicantino por la hegemonía en España. Ante ellos perdió la final de copa de 1975 y de ahí que compitiera en la Recopa al año siguiente. Enfrente estaba el temible Dankersen alemán, fundado en 1924.
Para aquella final de la primera Recopa de Europa, los españoles contaban con el factor cancha y eso les igualaba en las quinielas. El portero Patxi Pagoaga junto a los jugadores de campo Aperador, Calabuig, Castellví, Sagarribay, Masip, Borrego, Prat, etc. reunieron a lo más granado de la sociedad catalana aquella noche en El Parquet, Juan Antonio Samaranch incluido.
Conexión vintage - La primera de once
Con la narración de Antolín García, Conexión Vintage rescata la gran hazaña del CB Granollers que hoy en día se considera como un partido de culto para los amantes del balonmano.
El duelo se acabaría decidiendo en la prórroga 26-24 para los españoles. Su sufrimiento podía haberse solventado en el tiempo reglamentario, ya que afrontaron los últimos instantes por delante en el marcador, 21-19. Los alemanes sacaron su casta y experiencia para empatar la final en el último minuto, incluso dispusieron del último lanzamiento, un mano a mano, para ganar el partido. Suerte que Pagoaga adivinara el tiro y levantó a tiempo los brazos.
Lo veremos de nuevo completo y lo disfrutaremos otra vez. El primer título europeo para el balonmano español lo merece.
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