A Carmen Cayetana, la hija mayor de Antonio Ordóñez y Carmen Dominguín se la conocía como 'la Divina', porque siempre que la prensa le preguntaba cómo estaba, ella respondía "¡Divinamente!". Carmen vivió su vida completamente libre, haciendo siempre lo que quiso en cada momento, sin importarle el qué dirán ni los rumores. Su lista de amantes, sus tres bodas, sus tres hijos y su muerte, de forma trágica, se vivieron además de forma pública, tanto en las revistas del corazón y la prensa social, siempre interesadas en contar cada paso de esta mujer, fascinante y bella.
Paquirri, su primer amor
Carmina Ordóñez y Francisco Rivera, 'Paquirri' se conocen en uno de los festivales taurinos organizados por el maestro Antonio Ordóñez en Tarifa. El flechazo entre ellos fue inmediato y no tardaron en casarse a principios del año 1973, cuando ella tenía 17 años, en una boda celebrada en la basílica madrileña de San Francisco el Grande ante más de 1500 invitados. El evento se convirtió en todo un acontecimiento mediático y social, con invitados como Carmen Martínez-Bordiú y Alfonso de Borbón.
La relación llegaría a su fin en 1979, tras seis años de matrimonio y con dos hijos en común, Francisco Rivera y Cayetano Rivera.
Antonio Arribas, su tabla de salvación
Tras la separación de Francisco Rivera Paquirri (y mientras al torero se le relacionaba con personalidades como Bárbara Rey o Lolita, íntima amiga de Carmen), Carmina Ordóñez comienza una relación con el especialista de cine y animador de la noche marbellí Antonio Arribas, que había salido con Lolita.
Con él conocería una libertad que no experimentó durante su matrimonio, las largas noches de fiesta en Marbella, y una vida de viajes, lujos y despilfarro. A Antonio le dedicó unas bonitas palabras durante una entrevista con María Teresa Campos. Fue en 1995, un año después de que él muriera: "Fue una persona que me ayudó muchísimo cuando yo me separé. Encontré una tabla de salvación. Era muy buena persona y se portó muy bien conmigo".
La estabilidad junto a Julián Contreras, su segundo marido
Carmen encontrará la paz que buscaba en Marruecos, viviendo uno de los periodos más estables de su vida junto al cantante Julián Contreras, con quien se casa en 1984 en una ceremonia civil. Cuatro años más tarde volverían a contraer matrimonio por la Iglesia, con Francisco y Lolita como padrinos.
De este segundo matrimonio nacería el tercer y último hijo de Carmen, Julián Contreras Ordóñez. Julián Contreras padre se encargó de la crianza de su hijo en común, que con once años ya hablaba español, árabe y francés, pero también quiso ser una figura paterna para Francisco y Cayetano Rivera.
Su relación con Pepe 'El Marismeño'
La relación con Julián Contreras termina en 1994 y llega a su vida Pepe, 'el Marismeño', un cantante de 20 años al que le doblaba la edad. Se conocieron haciendo el Camino de El Rocío y juntos comienzan una relación tóxica, que, como según dicen en Lazos de sangre, está marcada por la fiesta, los excesos y la droga. Años después de la muerte de Carmen, el cantante confesó que recuerda ese periodo como uno de los peores momentos de su vida.
Ernesto Neyra, el tercero en discordia
En El Rocío también conoció al bailaor Ernesto Neyra, con quien se casa enseguida. La boda se celebró en el cortijo Águila Real de Guillena, en Sevilla, pero la felicidad no es plena para Carmen, porque Julian no veía con buenos ojos ese matrimonio. Así lo recuerda en el programa: "A mí no me consta que mi madre se casase tres veces, te lo digo completamente de verdad. Mi madre se casó dos veces, tuvo dos hombres en su vida, y luego todo lo demás para mí está sumido en una nebulosa completamente opaca". El matrimonio terminaría al poco tiempo, en 1999, envuelto en todo tipo de comentarios y rumores, aireados en las televisiones, sobre malos tratos.
La prensa siempre ha dicho que el torero José Mari Manzanares fue el gran amor secreto de Carmen Ordóñez y algunos apuntan a que fue la causa de la rotura del matrimonio con Paquirri. Ella lo desmintió, pero no todos la creyeron. Otros nombres que suenan de su lista de conquistas son Pedro Pablo Peralta y Eduardo Bermejo, otro joven que cayó rendido ante la belleza y la gran personalidad de Carmina.