Marina y deja reposar las alitas en una mezcla de harina, jengibre, orégano, ajo en polvo y pimentón dulce
El toque crujiente lo conseguimos gracias a un último rebozado de fécula de maíz y la fritura en abundante aceite
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RTVE3 min.
Estas alitas crunchy nos flipan por dos motivos: el crujiente toque Torres y la salsa barbacoa al estilo de los chefs. En realidad son tres los motivos. Durante este cocinado a Javier y a Sergio les ha acompañado la chef gallega Lucía Freitas, una cocinera a la que hay que seguir la pista: pasó de servir menús de doce euros a poseer una estrella Michelín, en un ascenso meteórico.
¡Vamos con la receta!
Si las alitas de pollo se cocinan con poca grasa, por ejemplo, al horno, son un alimento perfecto para estómagos delicados ya que son de fácil digestión. La mayor parte de la grasa de las alitas se encuentra en la piel por lo que si no nos la comemos realmente es baja en grasas.
El truco para que el rebozado tenga intensidad y mucho sabor es incorporar las especias como el jengibre, el orégano, el ajo y el pimentón ahumado, en el propio rebozado. Cuanto más dejamos reposar las alitas con esta mezcla, mejor, más se impregnará de los aromas y sabores.
Apuntad que este es el truco definitivo para que las alitas queden crujientes: hay que darle un rebozado final de fécula de maíz, que le acabará de dar el toque crunchy.
Mezclamos todos los ingredientes de la marinada en un bol, eso es, el ajo y el jengibre en polvo, el pimentón ahumado, el orégano, el huevo, la harina, la fécula de maíz, la leche y la sal.
Salpimentamos las alitas, las añadimos a la marinada y las dejamos por unas 3 horas en la nevera.
Mientras preparamos la salsa barbacoa, tan fácil como mezclar todos los ingredientes también: el ketchup, la mostaza, la salsa de chiles tabasco, la miel, el vinagre, el brandy, la soja, la sal, la pimienta y el aceite.
Sacamos las alitas marinadas de la nevera, les quitamos el exceso de líquido y las pasamos por almidón de maíz.
Las freímos en abundante aceite caliente hasta que queden muy crujientes.
Presentamos las alitas en un plato y, en el centro, la salsa barbacoa en un vasito donde poder mojarlas antes de degustarlas.