Miki es el segundo repescado de `MasterChef Celebrity` que llega al duelo final. El aspirante supo aprovechar la segunda oportunidad que le dieron los jueces y, además de pasárselo genial y hacernos reír, ha hecho de la cocina una gran afición. “Creo que va a ser una final muy reñida”, señaló el presentador. ¡Y tanto! Por primera vez en la historia de MasterChef tenemos dos ganadores. Para paliar un poco los nervios, su hermano, su cuñada y su hija Carmen quisieron acompañarle en este momento tan especial. “Él quiere que la gente que está a su alrededor sea feliz”, indicó su hermano. Tras estas palabras comenzó un cocinado lleno de emociones y en el que una persona a la que quiere mucho estuvo muy presente: su madre.
El presentador ha querido dejar aparcado por unos minutos a Miki Nadal para permitirnos conocer a Miguel Nadal. Miki se asomó por primera vez a nuestros televisores en 1997, apenas quince días antes de cumplir los 30. Su menú hace referencia a esas tres primeras décadas en las que era una persona anónima. ¡Que comience el viaje!
Los espaguetis de la resaca
Miki recuerda la década de los 20 a los 30 años a través de un entrante que evoca sus costumbres al regresar a casa después de una salida nocturna. El presentador era muy previsor y, los sábados por la tarde, preparaba espaguetis en gran cantidad para guardarse un poco para cuando volviese después de salir de fiesta. Eso sí, la técnica que le ha aplicado al plato en esta ocasión dista mucho de la que usaría hace unos años para preparar los espaguetis. Miki ha añadido a su plato de pasta un espagueti de soja y lo ha acompañado de una salsa de tomate con palo cortado, tomate y espuma de parmesano. También ha incluido el cuerpo de una gamba marinada y ha cocido la cabeza.
Tras probar el entrante, Pepe preguntó al presentador por el gesto que, durante 12 semanas, ha hecho al entrar por las cocinas. “Es una costumbre que cogí en el primer programa para no sentirme solo”, destacó Miki. Lo cierto es que el aspirante se sentía muy bien acompañado. Saludaba a las cuatro esquinas de las cocinas, en las que imaginaba que estaban personas muy importantes de su familia: sus abuelos paternos, sus abuelos maternos, su padre y su madre”. “Aquí están contigo”, ha añadido Pepe.
“Anguila imperial de Aragón”, un guiño a su padre
El plato principal de Miki nos traslada a la década que va desde los 11 años a los 20. De esos años, Miki recuerda los viajes en el coche al pueblo de su familia paterna. Por ese pueblo, Pedrola, pasa el Canal Imperial de Aragón, según cuenta el aspirante. Esos años de infancia y adolescencia tienen sabor a guiso tradicional. Por eso, Miki ha preparado una versión del plato favorito de su padre y de su abuelo, al que ha añadido cangrejos en la salsa, pamplinas que evocan el frescor del río y lo ha rematado con humo, que hace referencia al hogar. “Me quito el sombrero, Miki, esto es un guiso del siglo XXI”, ha subrayado Pepe muy emocionado. “Cuando salga de aquí te pediré la receta”, añadió el chef Quique Dacosta.
La madre de Miki, muy presente en su postre
Miki se ha guardado la dedicatoria más especial para el postre. Este último plato de su menú evoca a su infancia y a ese vaso de leche que todos nos hemos tomado de pequeños por las mañanas acompañado de galletas. Un desayuno que, en el caso de Miki, siempre le preparaba su madre, que falleció el pasado mes de febrero. “Yo me levantaba y a ella a veces se le quemaba la leche y a mí me encantaba”, señaló Miki. Por eso, su postre se ha compuesto de un bizcocho de leche, con helado de leche quemada, espuma de crema de galleta y aire de fruta de la pasión. “Espero que lo disfrutéis tanto como he disfrutado yo haciéndolo”, indicó a los jueces.
Tanto ellos como todos sus compañeros se han emocionado con la historia que ha relatado Miki. “Llevamos 24 ediciones de MasterChef y a mí es la primera lágrima que se me escapa”, ha subrayado Jordi. “Hemos vivido esa historia contigo”. Los jueces y Quique Dacosta alabaron su sinceridad y el cariño que había puesto en cada uno de los platos, especialmente el último. “Tu madre no puede estar más orgullosa”, señaló Quique Dacosta.
Así concluyó Miki un menú hecho “con el corazón” y en homenaje a los que ya no están. ¡Enhorabuena, Miki!