"Mi marido no tiene voz, pero yo estoy aquí y a mí no me va a callar nadie", decía Aurora Carbonell El cantaor se fue en diciembre de 2010 y desde entonces la familia no ha dejado de pelear buscando justicia. Su peor pesadilla comenzó el 2 de diciembre, cuando Enrique Morente ingresó en la clínica La Luz como paciente del doctor Enrique Moreno "para ser intervenido". Tiene cáncer de esófago.
La operación se realizó el 4 de diciembre a las ocho de la tarde por el doctor y su equipo, pero en las horas posteriores surgieron complicaciones. "Tras la intervención, el paciente fue trasladado a la UVI para su control postoperatorio, según el protocolo habitual, y que en la madrugada del día 6, experimentó un notable empeoramiento de su estado, por lo que el doctor Moreno le reintervino de urgencia", dijo el hospital en un comunicado.
Versiones enfrentadas
Pero la familia discrepa de esta versión e insisten en que la segunda operación se les comunica cuatro horas después de realizarse. Dicen que Morente volvió a quirófano a las tres de la madrugada, pero que no se pusieron en contacto con Aurora Carbonell hasta las siete de la mañana. Creen que Morente pasó dos horas y media esperando un doctor que le interviniese esa madrugada, pues ese día era uno de los festivos del puente de la Inmaculada. "Ese tiempo de espera fue crucial para agravar su dolencia", dijeron.
El informe de la autopsia señaló que el cantaor murió por un "deterioro multiorgánico" originado por las complicaciones sufridas en la operación para tratar el cáncer de esófago. La familia Morente sospechó en todo momento que Enrique murió desangrado y que el doctor Moreno pudo no estar en el quirófano durante la segunda operación. Por eso, y con el testimonio de una enfermera que asegura que el enfermo fue al quirófano a las 3.30 horas de la mañana y no a las 2:30 horas, denunciaron que se había producido una negligencia médica.
Del dolor a la desesperación
El informe del forense afirmaba que "la atención médica que recibió Enrique Morente fue la adecuada. Sin embargo, la familia siguió denunciando que no fue atendido a tiempo. Y no estaban solos. María Antonia Moral de la Asociación de Víctimas de Negligencias sanitarias apoyó a la familia. "Enrique Morente muere desangrado porque no se le ha dado el auxilio en el momento adecuado. Se le hizo una denegación de auxilio".
La despedida de Enrique Morente fue el retrato del dolor. La voz de Estrella Morente cantando junto al féretro de su padre partió al corazón a todos los asistentes. "Enrique, qué difícil despedirse de ti. Las palabras son insuficientes, no es posible nombrar el vacío, la desolación. Has muerto lleno de vida, de fuerza, siendo manantial", dijo el poeta Luis García Montero, viudo de Almudena Grandes. Tras la despedida se intensificó la pena, luego aparecieron el desconsuelo y la rabia. La familia se armó de valor y emprendieron acciones judiciales. "Buscamos justicia, no venganza", dijeron entonces.
Un juicio doloroso
El juicio se celebró en primavera de 2012 y testificaron Aurora Carbonell, la viuda, y Javier Conde, yerno de Morente. El torero dijo que todos, la familia y el cantaor, fueron "engañados y coaccionados" para que el artista se operara "sí o sí", y que incluso el médico que le intervino les pidió que prepararan cerca de 100 000 euros antes de saber qué tipo tumor tenía. Ella dijo que a su marido le "dejaron abandonado" y ue luego "lo ocultaron todo", ya que ella llamó sobre la 1.15 de la madrugada para saber el estado de su marido y le dijeron que estaba bien, aunque ya había empeorado. Basándose en sus testimonios, el abogado de la familia, Ignacio Gordillo, remarcó que el artista "no falleció por un cáncer" sino por un "fallo" del equipo médico. En el proceso se habló de tres delitos: imprudencia profesional con resultado de muerte, falsificación de documento oficial y abandono sanitario, ya que no se atendió a tiempo al cantaor.
Otro duro golpe para la familia
Después llegó la eterna espera para Aurora y sus hijos. Y cuando recibieron noticias, no eran las esperadas. Un año después, el forense del juzgado de Instrucción número 52 de Madrid, encargado de investigar la muerte del cantaor, concluyó que "el tratamiento y la actuación médica proporcionada a Enrique Morente fue la adecuada, tanto en la técnica empleada como en el momento de su realización. La familia del cantaor no aceptó el informe y presentaron una recusación contra el doctor Julio Lorenzo Rego, al considerar que debido a su formación de psiquiatra no estaba capacitado para elaborar el informe, documento que llegaron a calificar de tomadura de pelo.
Pero de nuevo recibieron otro duro golpe, y la recusación fue rechazada. Meses después, el fiscal pidió el sobreseimiento provisional de la investigación judicial, afirmando que no había quedado debidamente acreditada la comisión por parte de ninguno de los imputados de conducta delictiva alguna. El fiscal, además, sostuvo que "no puede imputarse a los distintos profesionales médicos que intervinieron en las fases de diagnóstico, tratamiento y cuidado una acción u omisión contraria a las normas de la lex artis (buena práctica médica) que fuese la causante del fallecimiento del paciente". En mayo de 2013 el caso se archivó. El juez concluyó que no se ha justificado "debidamente" la existencia de delito.
Posibilidad de emprender acciones civiles
Pero esto no detuvo a la familia, que preparó tres nuevos informes que avalaban que existían alternativas a la cirugía y que el paciente sufrió una anoxia cerebral que no se justifica con lo relatado por el anestesista, el doctor Rubio. En declaraciones a Vanitatis, Javier Conde habló de juego sucio por parte del médico. "Si a nosotros este señor nos dice que lo siente muchísimo, que ha sido un cúmulo de desgracias y nos da el pésame, no habríamos olvidado de todo, pero lo que no se puede hacer es dejarnos como lo ha hecho. Cuando murió mi suegro nos marchamos sin hacer ruido, sin decir ni una mala palabra. No hay nadie en ese hospital que puede asegurar que montamos algún follón. Todo lo contrario”.
Años después, en el quinto aniversario de la muerte del cantaor, Estrella Morente, y lo hizo con unas unos terribles mensajes que compartió en su cuenta de Twitter : No se opere nadie en puente en una clínica privada; si el que te ha operado va a la sierra o a su chalet, no llega así que te da una hemorragia y te mueres. Y, sobre todo, no te fíes si te pide una cantidad económica desorbitada para operarte en pleno puente, sin su equipo y sin las pruebas necesarias. A mi padre lo asustó una basura que nada más quería dinero y lo operó un día como hoy, y cuando se desangraba no estuvo, no llegó a tiempo. Disculpad mi necesidad de compartir con vosotros el recuerdo y el dolor de semejante injusticia".