Si algo tiene que tener una canción para que nos llegue al corazón, es verdad, y su música ha sido siempre una retaila de sentimientos que el dolor no ha conseguido opacar. La hemos visto abrirse en canal cada vez que se mete en un estudio de grabación, en cada escenario, pero pocas veces la hemos escuchado hablar de sus sentimientos sin una melodía que la acompañe. Adele se sienta con Oprah Winfrey para contarnos cómo han sido estos últimos años, en los que tanto la hemos echado de menos. Lo hace en Una noche con Adele, el especial que se emite el sábado 27 de noviembre en La 1 y RTVE Play.
30, su nuevo disco, podría ser el resumen perfecto de su divorcio. En 2018 contrajo matrimonio con su pareja y padre de su único hijo, Simon Konecki. Solo unos meses después, empezaron los trámites del divorcio, un largo proceso que acabó este mismo año. Adele narra en la entrevista cómo se dio cuenta de que algo no iba bien en su vida y que tenía que hacer algo para cambiarlo. Todo empezó durante un encuentro entre amigas, mientras pasaban el rato contestando un cuestionario de una revista. "¿Qué es lo que nadie sabría de ti?", decía una de las preguntas. Ahí fue cuando la cantante confesó por primera vez que no era feliz.
Adele y Simon Konecki paseando por las calles de Londres GTRES
No fue una decisión fácil para Adele, que siente su separación como un fracaso. "Me da vergüenza no haber conseguido que mi matrimonio funcionara", admite. Para la artista el matrimonio es algo muy importante y tardó mucho tiempo en dar el paso. El amor se acabó, pero ambos siguen manteniendo una gran relación de amistad, de hecho, viven en la misma calle y se cruzan casi todos los días. "Simon es la persona más estable que he conocido en toda mi vida, incluso ahora siento una total confianza en él. Creo que Simon me salvó la vida. Llegó en un momento en el que nadie me hubiera podido dar la estabilidad que él y mi hijo Angelo me dieron. Yo era muy joven y me sentía un poco perdida. Podría haber acabado recorriendo un camino peligroso, autodestructivo", reconoce.
Su obsesión por crear el núcleo familiar estable que ella nunca tuvo
Adele no se siente culpable por haber puesto punto y final a su relación, pero confiesa que de vez en cuando se siente egoísta. ¿La razón? Su hijo Angelo. "No he superado haber puesto patas arriba la vida de mi hijo por mi bien, no me siento orgullosa", confiesa. La cantante siempre ha querido proporcionarle a su hijo la infancia ella nunca tuvo, con un núcleo familiar sólido. "No ver a mi hijo todos los días no era realmente el plan que tenía cuando me convertí en madre", reconoce, pero con el tiempo se ha dado cuenta de que también tiene que mirar por su felicidad.
Ahora reaparece totalmente renovada, con mucho que contar y con ganas de vivir historias para seguir creando su música: "Sé que estoy muy cerca de cumplir mi objetivo de ser feliz, y no es que nadie me haya obligado a hacer algo que no quiera, sino más bien que he vivido ignorando mis necesidades. Cuando me di cuenta fue un shock"
Rich Paul, el hombre con el que ha rehecho su vida
Adele comparte su felicidad con Rich Paul, el agente deportivo que ha enamorado a la cantante británica. Se conocieron en una fiesta de cumpleaños. Un par de años después se volvieron a ver, una cita de verdad, sin nadie alrededor. "Es muy divertido y muy inteligente, resulta impresionante observarle cuando está haciendo su trabajo", reconoce.
Adele y Rich Paul disfrutando de un partido de la NBA GTRES
"Creo que será interesante ver cómo reacciono cuando me siento herida ahora que estoy tan segura de mí misma y que hablo del amor sin pudor", dice la artista, que ha escrito la gran mayoría de sus canciones desde el dolor. ¿Escucharemos a una Adele diferente a partir de ahora?