La disposición de los espacios en los pasillos, en un aula o en un patio es, posiblemente, la mejor pista para descubrir el método de aprendizaje que se aplica en un centro educativo. En la escuela Imagine La Pinada de Paterna (Valencia) la sostenibilidad y la relación con el entorno son clave tanto en el proyecto educativo como en el diseño del edificio. Las “superaulas” de la Escola La Maquinista en Barcelona rompen con la disposición tradicional de los espacios y se adaptan al modelo pedagógico que pone al alumnado en el centro del aprendizaje y apuesta por una adquisición de competencias transversales.
Conexión con la naturaleza y sostenibilidad
Para la escuela Imagine La Pinada la conexión con entorno natural del centro es esencial en su modelo pedagógico y eso también se ve reflejado en las características del edificio. “Consideramos fundamental que se evoque el bienestar interior, la calidad del aire, que la sensación que tengan en cuanto a la conexión con la luz exterior sea muy potente.”, apunta Mariano Pontón, director y socio fundador de la escuela, en 'Escala Humana'.
Todas las aulas están conectadas con la naturaleza mediante una fachada transparente desde la que se puede ver la pineda y entra luz natural. Además, todas las clases dan acceso a jardines o terrazas exteriores.
“Los criterios de selección de los materiales ha sido para minimizar el impacto de la huella de carbono“
La cubierta verde de Imagine La Pinada fomenta la biodiversidad generando una contribución a los insectos locales, fauna y flora local. Y es que la sostenibilidad es uno de los valores del colegio que se ha trasladado al diseño del edificio. “Todos los criterios de selección de los materiales ha sido para minimizar el impacto de la huella de carbono desde su origen", añade Mariano Pontón. Se ha evitado el uso de materiales como el hormigón o el acero y se ha utilizado barro cocido y madera.
Las superaulas
La mayoría de escuelas se distribuyen creando un conjunto de espacios independientes a lo largo de un pasillo pero el diseño de espacios educativos está cambiando. En las “superaulas” los niños y niñas pueden moverse libremente por las distintas áreas de aprendizaje y decidir dónde quieren estar. El pasillo deja de ser una zona de paso y se convierte en la sala más importante del colegio, en un espacio central de conexión lleno de actividad.
“Tienen que poder encontrar espacios que les permitan acceder al conocimiento de manera diversa“
Raúl Martínez, maestro y director de la Escola La Maquinista, explica en 'Escala Humana' que en el modelo pedagógico que aplican el alumnado está en el centro del proceso de aprendizaje y decide por dónde moverse y qué investigar. Por eso, “tienen que poder encontrar espacios que les permitan acceder al conocimiento de manera diversa”. Dependiendo de la actividad, puede haber tránsito dentro-fuera del aula.
Las “superaulas” también ayudan a que los estudiantes desarrollen competencias transversales como son la capacidad de resolución de problemas o la autonomía personal. Según Raúl Martínez, esto se consigue poniendo en juego todas estas habilidades que luego conectan con las diferentes áreas de conocimiento. Además, la disposición arquitectónica de la “superaula” y la adecuación de la estética y del mobiliario hacen que el alumnado se sienta como en casa. “Lo que busca es eso, es generar un ambiente... de disfrute. De estar a gusto.” dice el director. De hecho, los pequeños pueden ir en zapatillas o calcetines. “El éxito de las superaulas, para mí, es ver niños felices y contentos y que quieren venir a la escuela todos los días del año”, concluye.