Qué tendrá el chocolate que a todos enamora. Esa mezcla de sabor intenso y meloso cuando se derrite en la boca, de dulzor… Pero, si el sabor del cacao es amargo, ¿no será que ese toque dulce se consigue a través de otros ingredientes? Como en tantos otros productos no es oro todo lo que reluce y la clave para hacer la mejor elección para nuestra salud está en saber lo que estamos comprando. La dietista nutricionista y farmacéutica Elisa Escorihuela nos va a explicar cómo podemos saber si un chocolate es saludable. Si tú también quieres aprender a hacerlo, ¡sigue leyendo!
Con leche, blanco o negro, ¿en qué se diferencian?
Aparte de en lo evidente, como su color, lo que distingue un tipo de chocolate de otro es su contenido en cacao. Por ejemplo el chocolate con leche, el favorito de la mayoría de personas, se compone de tan solo un tercio de cacao, un porcentaje tan bajo que, a veces, incluso le tienen que añadir aromas para compensarlo. El resto de su peso correspondería a la leche y el azúcar. Por eso tiene un color más claro, un sabor más suave y también un precio más económico.
Así que lo primero que te puede venir a la cabeza es: “entonces, ¿por qué no buscar un chocolate con leche que utilice algún otro tipo de endulzante? O incluso, ¿chocolate sin azúcar que lleve edulcorantes?” En este caso, aunque es cierto que se reduciría drásticamente el número de calorías, tampoco estamos ante una alternativa mucho más saludable. A corto plazo, porque el exceso de edulcorantes puede tener efecto laxante y, a largo plazo, porque nos acostumbremos a esos sabores tan intensos y artificiales.
Respecto al chocolate blanco, no nos andamos con rodeos: lo mejor es que lo consumas tan solo de forma muy ocasional. Sí, sabemos que está rico, pero contiene menos de un 20% de cacao, el resto de su peso corresponde a grasa láctea y azúcar, mucho azúcar: ¡cerca de un 60% de su composición! Así que como ves, para saber si un chocolate es saludable, el color puede ser una pista importante… Pero no la única.
La clave está en la letra pequeña
Elegir un chocolate más oscuro suele ser un buen indicador de que estamos ante una opción con más cantidad de cacao, pero lo mejor, directamente, es que te fijes en el etiquetado del producto porque es obligatorio por ley informar del porcentaje que contienen. El sabor también nos puede servir para darnos cuenta de que estamos ante una buena elección: el amargor presente en las habas y semillas es donde se encuentran todas sus propiedades buenas para la salud, como la prevención de enfermedades cardiovasculares y del sistema nervioso.
Por lo tanto, para aprender cómo podemos saber si un chocolate es saludable, debemos empezar por apreciar ese sabor amargo que contiene de forma natural. Evita las marcas que, a pesar de ofrecer un producto rico en cacao, al final buscan compensarlo añadiendo grandes cantidades de azúcar. Lo ideal es que nos acostumbremos al sabor natural de los alimentos poco a poco y te garantizamos que con el tiempo, lo que empieza siendo algo demasiado amargo se acaba convirtiendo en toda una delicatesen.
Esta regla se aplica también a otras opciones como el cacao en polvo, el chocolate a la taza o incluso a los postres que preparamos en casa. Para estas rosquillas de coco con chocolate, estas cookies sin horno de cacahuete y chocolate a la naranja, estos bombones de chocolate negro y arándanos o estos muffins de plátano y cacao, nuestra nutricocinera Marta Verona ha utilizado solo chocolate por encima del 85% de cacao. Y para esta crema de cacao y avellanas, ¡cacao puro! ¿Te vas a quedar con las ganas de probar estas recetas?