La gran alfombra roja de la gala del MET nos deja cosas muy chocantes, pero así es la moda. Las influencers se venden a sí mismas para lograr vender otros productos. Su rostro es su bien más preciado, su arma de trabajo. Salvo que seas Kim Kardashian. Ella está por encima de todos y la palabra influencer se le queda pequeña. Tras sus sonados romances con Riccardo Tisci y Olivier Rousteing, directores creativos de Givenchy (Ahora Tisci está en Burnberry) y Balmain, mantiene un sonoro y apasionado affair con Demna Gvasalia y sus últimas apariciones ha llevado prendas de las dos firmas que dirige el georgiano, Vetements y Balenciaga.
Kim Kardashian con un diseño de Balenciaga. AFP
KK, el cuerpo más famoso del planeta
Hace unos días sorprendió a todos con un look de clara inspiración 'bondage' que mezclaba además otras referencias, como la guerra. Estaba compuesto por gabardina, pantalones, guantes, botas altas y una máscara con cremalleras y argollas, a modo de pendientes. Es de la colección de primavera y verano de 2019 de Vetements y gracias a Kim Kardashian (KK) ya es icónico. "Dediqué esta colección a Georgia, la Georgia donde mi hermano Guram y yo crecimos juntos en los años 90, y la guerra que sucedió donde vivíamos. Traté de enfrentar esta angustia, miedo y dolor en esta colección. Siento que hoy todo el mundo habla de la guerra, los refugiados. Y yo digo, sí, sé exactamente lo que eso significa. Es raro. Se trata de mi vida, pero también de todo lo que ves en CNN".
En la gala del MET la empresaria ha vuelto a contar con Gvasalia (todo indica que su misterioso compañero era él) pero ahora para apostar por un Balenciaga que comparte códigos con el otro: oculta complemente su cuerpo y su rostro pero en este caso remarca y enfatiza su figura. Solo ella puede ir tapada por completo y ser reconocible a primera vista: su cuerpo es, en su caso, su carta de presentación.
Rihanna con look de Balenciaga y ASAP Rocky con traje de ERL. AFP
Mujeres poderosas e iconos LGBTIQ+
Otra de las estrellas del batallón Balenciaga que se ha propuesto conquistar los Estados Unidos de América es Rihanna. La cantante y actriz, que ha ido acompañadas por su novio, ASAP Rocky, ha escogido un look invernal de la casa: un look del debut de Gvasalia en la alta costura, exactamente el modelo número 53 de la colección que rinde tributo al fundador de la casa, Cristóbal Balenciaga.
Elliot Page con traje de Balenciaga y la rosa verde, símboo queer.
Para debut el de Elliot Page, que se estrena con su nuevo nombre y su nueva imagen en la gala. El actor ha llevado un traje de Balenciaga, con su ya famoso patrón de chaqueta XXL u oversized, una prenda que no le queda bien a nadie, pero... así es la moda. El esmoquin lo ha combinado con camisa blanca de gemelos, sin corbata ni pajarita, y con las nuevas 'zapas' de la firma, que están arrasando. Sobre la solapa ha llevado prendida una rosa verde, un símbolo queer y un guiño a Oscar Wilde. Es la primera vez que posa en una alfombra roja tras declararse transgénero y no es casual que haya recurrido a un diseñador que celebra la diversidad, apuesta por lo que no es normativo y apoya al colectivo LGBTIQ+, especialmente a la comunidad gay. Michaela Coel, Tracee Ellis Ross, Isabelle Huppert y BFRND también han pisado la alfombra roja del MET con diseños de Gvasalia de Balenciaga.
Justin Bieber en los MTV VMAs vestido por Balenciaga.
Conquistar América, otra vez
Otro de los astros que está arrasando, en la música y en la moda, es Justin Bieber. Está en esta lista porque es la imagen de la casa Balenciaga pero a la gala del MET ha ido con un traje de su firma de ropa streetwear, llamada Drew House, que debuta en la sastrería con este look. Lo mejor han sido las zapatillas, una versión de las icónicas Nike Air Force 1, fruto de una colaboración de la casa y la firma de Justin. El cantante, horas más tarde sí se enfundó un look de Balenciaga. Lo hizo para saltar, por sorpresa, al escenario y cantar sus nuevos temas.
Con Kim Kardashian, Rihanna, Elliot Page y Justin Bieber, la casa Balenciaga quiere conquistar América. Y no sería la primera vez. El señor Cristóbal Balenciaga ya lo hizo. Fue en 1973 de la mano de Diana Vreeland, la poderosa editora de moda. Ella organizó la primera exposición del MET y, cómo no, estaba dedicada al genio de Getaria. Era una gran admiradora de su trabajo. Era una gran admiradora de Balenciaga y lo deja claro en uno de los capítulos. "Una nunca sabía lo que iba a ver es una presentación de Balenciaga. Una se desmayaba. Era posible estallar y morir", dice en sus fabulosas memorias.