En la alfombra de la gala de MET no está invitado el minimalismo. Estamos en la era Instagram y la competencia es feroz para lograr salir en la foto. Siempre queda el selfi pero no es lo mismo. Lo que mola es que te fotografíen, que te admiren, que te copien, que te critiquen. Cardi B, Rihanna, Katy Perry y Beyoncé han puesto el listón muy alto y las celebrities lo tienen claro: si no arriesgan no ganan. Como siempre ha habido aciertos y despropósitos. Aciertos, hay pocos, quizá los de Rosalía, Kaia Gerber y Timothée Chalamet. Errores, hay muchos, como los de Kim Kardashian, Irina Shayk y Jennifer López. La actriz y cantante ha pasado del divismo de Venecia al chonismo 'made in America'. A falta de grandes como Beyoncé, Madonna e incluso Sarah Jessica Parker, la lista de invitados resulta un tanto decepcionante.
Rosalía pone el acento español
Rosalía ha llevado un diseño que hace un guiño a la cultura española. Su look lleva varias piezas: un top de generoso escote en forma de uve recogido delante con un adorno de flor y larga cola de flecos, un short de talle alto del que caen flecos hasta los tobillos, guantes y botas altas con plataforma. Todo a juego. Podría pasar por un Dominnico pero lo firma uno de los diseñadores más rompedores y vanguardistas, Rick Owens. La cantante española ha compartido mesa con Gisele Bundchen y Tom Brady.
No solo Rosalía ha hecho un guiño a lo 'español'. Karlie Kloss se suma a esta tendencia y luce orgullosa este diseño de Carolina Herrera, uno de los vestidos más glamurosos de la alfombra roja. Hay que señalar que la modelo presta su imagen a la casa, propiedad del grupo Puig.
Dan Levy ha lanzado un mensaje de apoyo al colectivo LGBTIQ+ con su outfit. Se trata de un diseño de Jonathan Anderson para la casa española Loewe, hecho a mano por los artesanos de la firma. La parte superior, un polo de mangas gigantes, hace un guiño a la obra del artista norteamericano y activista David Wojnarovicz, y lleva la imagen de dos hombres besándose. "Esta noche celebramos la resistencia, el amor y la alegría de la comunidad, mientras honramos una voz estadounidense crucial que nos fue arrebatada demasiado pronto", ha dicho Levy.
Rihanna ha apostado por Balenciaga, casa que fundó el español Cristóbal Balenciaga. Ahora la firma está en manos de Demna Gvasalia y es una de las preferidas por los astros del cine y algunas influencers. Rihanna ha sido con ASAP Rocky, que ha llevado un traje de la firma ERL con camisa de chorreras.
Kim Kardashian se oculta debajo de este diseño de Balenciaga, firma que parece tenerla en nómina. Destaca por las enormes mangas murciélago, cola larga, guantes largos, medias y botas de punta fina y tacón. Y todo en negro tupido, opaco, oscuro. No hemos visto su rostro pero su silueta es inconfundible.
Homenajes a la cultura americana
Jennifer López ha estado en Venecia, para el evento de Dolce&Gabanna y en el Festival de cine. Ha lucido vestidos maravillosos y la hemos visto con aires de diva de Hollywood. Ahora pisa la alfombra roja con un diseño de Ralph Lauren que sí, hace guiños a la cultura americana, pero resulta vulgar y trasnochado.
La cantante Billie Eilish cambia de registro y sorprende a todos con este look tan 'Marilyn Monroe', otro símbolo de América. Su vestido es de la casa Oscar de la Renta, una de las más apegadas a la historia de América pues ha vestido a casi todas las 'Primeras damas', desde Jacqueline Kennedy a Michelle Obama y Jill Biden.
Kaia Gerber, la hija de Cindy Crawford, ha hecho dos guiños a la moda americana. El primero, apostando por la casa Oscar de la Renta. El segundo, llevando un vestido fabuloso inspirado en un diseño de Marc Bohan para Dior de 1977 que Bianca Jagger llevó a la gala en 1981, y fue acompañada de Roy Halston, que la vistió en otras ocasiones.
Los chicos no se quedan atrás
Timothée Chalamet ha vuelto a recurrir a su diseñador de cabecera, el colombiano Haider Ackermann, que es íntimo de Tilda Swinton. El actor, a punto de estrenar Dune, ha llevado una versión joven y moderna del esmoquin, en blanco roto y con zapatillas Converse, exactamente el modelo Chuck Taylor: es su homenaje a América.
Justin Bieber aparca los look horrendos de Balenciaga, firma de la que es imagen, para vestirse de su propia firma, Drew House, que se lanza así, a lo grande, al mundo de la sastrería. A su lado, su esposa, Hailey Biever, que ha escogido un fabuloso vestido en negro con escote de corazón de la casa Saint Laurent, que tiene a Anthony Vaccarello como director creativo.
Maluma ha ido con la mujer que ha diseñado su look, la gran Donatella Versace. La pareja ha causado sensación en la alfombra roja: todos quieren saber si es cierto que no tiene 'muchos amigos' y que son pocos los que quieren sentarse con ella a la mesa. Donatella ha llevado un vestido que está inspirado en el que llevó a la gala en 1992.
Lil Nas X se ha marcado un Lady Gaga con un 3 (looks) x 1 que también es de la casa Versace. La firma italiana es una de las preferidas por las divas de la alfombra roja pero cada vez son más los divos que se atreven con los diseños y los códigos de la casa de la medusa.
Iconos de la moda y el cine
Emily Blunt, icono de la moda desde que hizo El diablo se viste de Prada, ha apostado por un look fantasía de la casa Miu Miu: su vestido mezcla los aires de Broadway con la alta costura.
Ella es historia de Estados Unidos, una leyenda. La modelo Imán rompió techos en la moda y llegó a hacer cine. Se casó con David Bowie y se convirtió en icono. Y como tal no podía ir de 'trapitos' a la gala y ha apostado muy fuerte con este look, de clara inspiración africana (un guiño a sus orígenes y a la cultura afroamericana), hecho por Harris Reed con la ayuda de Dolce&Gabbana.
Kirsten Stewart es otro de los iconos de moda. Y todo se lo debe a la casa Chanel, que la viste en todas sus salidas relevantes, y a Diana de Gales, ya que es la protagonista de Spencer, la película de Pablo Larraín, que se estrenó en el Festival de Cine de Venecia.
Otros, a su bola
Esta gala es una gran pasarela y un escaparate, y muchos la utilizan para hacer publicidad. Irina Shayk se suma a la tendencia de vestidos que desnudan, como Megan Fox en los MTV VMAs, pero el suyo es de aire lencero, con flores, y lo firma Jeremy Scott, diseñador actual de la casa Moschino.
Megan Fox ha vuelto a la alfombra roja. Ahora con un diseño de Peter Dundas que, si hilamos fino, podemos relacionar con Jane Russell en Los caballeros las prefieren rubias, o también decir que está inspirado en las barras de la bandera de los Estados Unidos.
Un espectáculo y un fin de fiesta
Esta gala ha sido el broche a una semana de celebración de la moda norteamericana. Durante estos días se ha intentado demostrar que Nueva York sigue siendo una de las capitales de la moda del planeta pero el calendario, un tanto pobre, como la ausencia de grandes nombres han jugado en su contra. Tom Ford, que además es el presidente del Consejo de Diseñadores de Moda Americanos, ha sido el encargado de bajar el telón, y lo ha hecho con una colección lujosa, optimista, vibrante y festiva. El espectáculo tiene que continuar, cueste lo que cueste.