En Flash Moda somos unos apasionados de la imagen y fotografía, y queremos compartir nuestros mejores trucos para conseguir la foto perfecta. A todos nos gusta salir bien en las fotos, y en muchas ocasiones las que mejor nos reflejan son las que nos hacemos nosotros mismos. Las redes se inundan cada día con autofotos que muestran nuestra mejor, o peor cara. Hay quienes prefieren mostrar su primera imagen nada más despertarse, o degustando un maravilloso desayuno, mostrando a su grupo de amigos o paisajes idílicos. Hay profesionales que no les basta con su teléfono y tienen sus complementos, como el famoso palo selfie e incluso existen unas gafas inteligentes que permiten controlar la cámara desde el smartphone.
Sea como sea, el objetivo es salir bien y favorecidos. Podemos buscar referencias e inspirarnos en personas que nos guste las fotos que suben. Nieves Álvarez, Penélope Cruz, Chiara Ferragni, Kin Kardasian o Blanca Suárez son algunas de las celebrities que mejor saben sacar partido de una imagen de sí mismas.
Un aspecto importante es cómo nos sentimos y nos vemos a nosotros mismos. No todos los días tenemos nuestra mejor cara ni nos tiene que apetecer mostrarla. Una imagen es una forma de comunicarse y tenemos que pensar cómo nos sentimos y cómo nos verán los demás cuando miren la imagen.
Busca siempre la naturalidad
Ser natural es la mejor cualidad para obtener una foto bonita. Intenta adoptar una actitud lo más relajada posible. Un truco para conseguirlo es no mirar a la cámara como si estuviéramos posando, aunque en realidad lo estamos haciendo. No fijar la mirada en ella, mejor hacerlo en otro punto que tengamos de frente, por ejemplo, en alguna persona, en un objeto…El objetivo es conseguir que no parezca forzado.
La luz es nuestra gran aliada
Debemos saber analizar cuando tenemos buena luz y cuando no es la adecuada. Muchos selfies los vamos a hacer en nuestra propia casa o en el lugar de trabajo. Es importante saber analizar la luz que tenemos. Si tenemos algún lugar con luz indirecta debemos aprovecharlo a nuestro favor. Siempre es recomendable fotografiarse cerca de una ventana y aprovechar la luz natural.
Una luz demasiado fuerte va a quemar la imagen y una demasiado débil no va a resaltar los detalles que queremos resaltar. Experimenta hasta que encuentres esa luz que más te favorezca y más aporta a tus fotos.
Recuerda que las fotos sin flash son mucho más favorecedoras y naturales, y evitarás los antiestéticos brillos y sombras que arruinan una buena foto.
Elige el fondo perfecto
El fondo que elegimos para nuestras fotografías tiene un gran impacto sobre el resultado final. Elegirlo bien es parte de la creatividad de una foto: una pared, una planta, una estantería bonita, un paisaje… Antes de lanzarte a disparar observa tu alrededor y piensa cómo sacarle el mejor partido a tu entorno.
Un truco de profesional para los autorretratos es si tenemos unas cortinas blancas situarnos frente a ellas con la ventana delante. De esta manera tendremos fondo y luz asegurados.
El espejo, nuestro mejor amigo
Un espejo es un elemento creativo más de las fotografías. Puede ser el del ascensor, el de una tienda, o un espejo decorativo que tengamos en casa. Podemos utilizarlo para fotografiar una parte de nuestro cuerpo o mostrarlo entero. El resultado son fotografías creativas en la que los demás nos miran mientras nosotros mismos también nos miramos.
Lo más importante: ser nosotros mismos
Las fotografías que menos nos gustan son en las que no nos reconocemos. El pelo, el maquillaje, la ropa y la actitud en la foto son los ingredientes principales de una buena imagen. Debemos saber elegir bien cada detalle. Escoge la ropa según te vayas a retratar. Un vestido es adecuado para lucir de pie, mientras que unos pantalones pueden ser más adecuados para hacerlo sentada. Aunque no siempre tiene por qué ser así. Presta especial atención a la postura corporal para saber lo que puede ser más estético.
Con estos consejos ya sólo te queda sacar ti mejor sonrisa. Un consejo importante es que nunca olvides que un buen momento nunca debe ser arruinado por una buena foto. Muchas veces estamos más pendientes de mostrar lo que vivimos en vez de disfrutarlo, y hacernos una fotografía puede hacer que nos perdamos ese instante que jamás volverá a repetirse. Es lo que conocemos como Showmancing, o la necesidad de mostrar continuamente lo felices que somos.