"Esto es lo más grande que hay en el mundo"', dijo 'La más grande' cuando nació su hija, Rocío Carrasco, que heredó el nombre de materno, el de su abuela y el de su bisabuela. Fue un 29 de mayo de 1977, y comparte cumpleaños con los actores Daniel Day-Lewis y Michelle Pfeiffer, con el tenista Andrea Agassi y con la Infanta Sofía. La única de la cantante y actriz Rocío Jurado y el boxeador Pedro Carrasco ya era famosa antes de nacer y, como ocurre en muchos casos de hijos de famosos que llevan el nombre de uno de sus padres, la prensa no dudó en rebautizarla.
Rociito, como Paquirrín, creció a la sombra de su madre, coleccionando portadas de revistas, titulares y polémicas. "Rocío, ¿habrá más niños?", le pregunta a la cantante el equipo de la revista ¡HOLA! en la habitación del 206 de la clínica madrileña de Nuestra Señora de Loreto. "Sí, por supuesto. Nosotros vamos a por más familia. Por lo menos dos más. Pedro y yo amamos la familia numerosa". Pero no fue así.
En el punto de partida....
La Jurado vivió entregada a su profesión, conquistando el planeta con su grandiosa voz, y la niña creció entre camerinos y tablaos. No fue una buena estudiante, como ha reconocido posteriormente, y dio más de un disgusto a sus padres que la internaron en un colegio cerca de casa. No pudo evitar la llamada de la fama y con tan solo 16 años debutó como presentadora en Televisión Española. Fue en el programa especial de fin de año 1993 junto a Cruz y Raya. La experiencia le gustó, y repitió. Tuvo una madrina de altura, María Teresa Campos, íntima amiga y acérrima defensora de Rocío Jurado, y a partir de entonces segunda mamá de Rociito.
Rocío Carrasco no tiene una carrera profesional, ya que ha ido dando saltos de las pasarelas, ninguna relevante, a la televisión. Tampoco le ha hecho falta trabajar, dada la situación económica familiar. Ella ha ganado dinero, por supuesto, y además está la herencia de sus padres, siendo la de su madre bastante generosa.
Porque contigo vibro...
Con tan solo 17 años se enamoró de Antonio David, el guaperas malagueño que era guardia civil al que conoció en Chipiona, el pueblo de su madre y el lugar en el que veraneaba siempre. Rocío pisó el acelerador en esta relación: se fue a vivir a Argentona, en Barcelona, con su novio, a pesar de la oposición de los padres, y meses después anuncia que está embarazada. Se casan el 31 de marzo de 1996, en la ermita Las Vírgenes en la finca Yerbabuena, en Sevilla, propiedad de su madre y José Ortega Cano.
El 13 de octubre de 1996 nace en Madrid la primera hija, Rocío, y dos años después, el 15 de diciembre de 1998, nace David. Pero el pequeño llega a un hogar herido, fragmentado. Los problemas en la pareja, celos y malos tratos - como cuenta ella en el documental Rocío, contar la verdad para seguir viva- empiezan durante el segundo embarazo, con episodios escalofriantes, y dinamitan la relación antes de lo previsto.
Se nos rompió el amor...
En abril de 1999 David abandona Madrid y se va con sus padres a Málaga. Rocío celebra sin su marido su 22 cumpleaños. No se sabe qué deseo pidió al soplar las velas de la tarta pero al poco su todavía marido volvió a casa y retomaron la relación. Pero segundas partes nunca fueron buenas y la pareja se separó, definitivamente y enfadados, en julio de 1999. El amor dio paso al odio y durante años 22 años la relación entre ellos se ha dirimido en los juzgados. Él la acusa de infidelidad, pide la guardia y custodia de los niños, y solicita una pensión compensatoria y la liquidación de los bienes gananciales. Pero el proceso se alarga hasta 2006 cuando se dicta custodia compartida.
Antonio David se hace un hueco en las televisiones privadas hablando, o insinuando, sobre detalles jugosos de la familia Jurado y contando su versión de los asuntos judiciales que se sucenden durante años. Rocío Carrasco vive un eterno calvario judicial pero lo peor está por llegar. En 2012 el dolor se intensifica tras la paliza que le pega su hija y la joven de 16 años decide irse a vivir con el padre.
Valió la pena conocerte....
Rocío estaba enterrando su relación con Antonio David cuando conoció a Fidel. Fue en 1999. El joven salía con Rocío Mestre, hija del peluquero de Rocío Jurado, pero meses después lo dejaron porque Cupido ya había decidido el destino de Rocío Carrasco y Fidel Albiac. Fidel entra con buen pie en la familia Jurado pero cuando parece que la tranquilidad se ha instalado en sus vidas ocurre la tragedia. El 12 de febrero de 2000 Rocío y Fidel tienen un grave accidente de coche. Ella sufre un traumatismo craneoencefálico y varias fracturas. Queda ingresada y pasa varias veces por quirófano y le dan el alta el 7 de marzo.
La imagen de Rociito llevando collarín ocupa todas las portadas de la revista. Fidel es su gran apoyo, su amigo, su compañero, su defensor, su vida. Una vida que se rompe otra vez, y no será la última, con la muerte del padre, de Pedro Carrasco. Corre 2001 y cuando la pena por la ausencia del padre se ha convertido en un bonito recuerdo la tragedia vuelve a golpear la vida de Rocío. Su madre tiene cáncer y el anuncio de la enfermedad da paso a una terrible travesía por un desierto de dolor, desde Madrid a Houston y de Houston a Madrid, donde ‘la más grande’ se va para siempre. Desde entonces Rocío Carrasco se aísla y se blinda en su vida junto a Fidel. Llevan juntos más de dos décadas, pero tan solo cuatro años de casados. La boda se celebró en septiembre de 2016 en la finca Valdepalacios de Torrico, Toledo.
Que no daría yo por empezar de nuevo...
Durante años Rocío Carrasco se ha dejado ver en contadas ocasiones, como la boda de Carmen Borrego o los desfiles de Hannibal Laguna, uno de sus fieles amigos. Y en Televisión Española, pues reaparece en 2020 como colaboradora del programa Lazos de sangre. Rocío vuelve a conectar con el público, contando interesantes detalles de los famosos cuyas vidas repasa este espacio. Ha vivido de cerca momentos importantes y conoce el lado humano de gigantes como Manolo Escobar, Paco de Lucía, Ángel Nieto, la familia Flores....
Pero ahora es ella la gran protagonista de la historia. La serie documental, en la que relata los aspectos más dramáticos de su vida, está traspasando los límites de la prensa del corazón para llegar a todos los niveles sociales e incluso políticos. Maltrato, vejaciones, violencia... Semana a semana va desgranando el martirio al que se ha visto sometida por su exmarido y por su hija. Su relato es desgarrador, tanto que la productora ha decidido eliminar algunos fragmentos porque "no dejan bien a Rocío Flores y tanto la dirección como Rocío Carrasco creen que son innecesarios". 11 minutos y 38 segundos de un suceso que nunca debería haberse producido.