Rocío Carrasco y Antonio David Flores ocuparon muchísimas portadas hace ya 25 años con su boda, que se celebró el 31 de marzo de 1996 y que marcó sus vidas para siempre. Tuvieron dos hijos pero su relación tan solo duro tres años. En 1999 se separaron y desde entonces han pasado dos cosas: una es que ella se ha mantenido alejada de los focos, casi en silencio, y él se ha convertido en un habitual de los programas del corazón. La otra es que desde entonces mantienen una potente batalla que se dirime a golpe de sentencia. Llevan más de dos décadas enfrentados y Rocío ha esgrimido el arma del silencio. Hasta ahoar. La hija de Rocío Jurado promete contar todo lo que se ha callado en estos años en el documental Contar la verdad para seguir viva.
La histórica boda de Rocío Carrasco y Antonio David Flores
La pareja se dio el "sí, quiero" en la emirta Las Vírgenes de la finca Yerbabuena sin el visto bueno de la madre de la novia, Rocío Jurado, quien evitó cruzarse en todo momento con su exmarido Pedro Carrasco, de quien se divorció en 1989, y no quería que su hija se casara. Rocío y Antonio David eran muy jóvenes (tenían 18 y 20 años, respectivamente) y ella estaba embarazada desde hacía dos meses, lo que precipitó el matrimonio.
De no haberse separado cuatro años después, este año tendrían que celebrar las bodas de plata, pero en su lugar, la pareja se divorció en el año 2000, con el comienzo del nuevo siglo y, por supuesto, una de las guerras mediáticas más famosas de España junto a la de Belén Esteban y María José Campanario en esa misma época. Años después, Antono David recordó su boda como una broma: "Parecía una inocentada. Cuando la vi con esa peluca, esos tirabuzones, esas lentillas, pensé: '¿Estamos en carnavales?". Rocío Jurado, por su parte, lloró mientras se daban el "sí, quiero" después de que los novios se equivocasen de mano al ponerse las alianzas. Parecía ser una adivina del futuro que se avecinaba y años después confesó haber hecho de tripas corazón por la felicidad de su hija.
El 13 de octubre de 1996, Rocío daba a luz a su primera hija, a quien le puso el mismo nombre que su abuela y ella por continuar la tradición; y tres años más tarde la pareja tendría su segundo hijo, David.
Rocío Carrasco y Antonio David Flores: más de 20 años de guerra en los tribunales
Después de tanto amor mostrado en la boda los problemas comenzaron. Las tensiones en la relación de la pareja afloraron con continuas disputas que los llevaron a divorciarse y, posteriormente, ante los tribunales. Rocío Carrasco aseguró sufrir daños psicológicos por parte de su exmarido por sus continuas declaraciones en platós de televisión y en revistas desde que pusieron fin a su matrimonio y en 2005 comenzó su lluvia de demandas hacia su exmarido.
Otro punto crucial de las demandas fue la custodia compartida de los hijos, ya que después de divorciarse Antonio David tenía que pagar a Rocío 841 euros mensuales por la manutención de sus dos hijos en común. Sin embargo, Antonio David ganó la batalla judicial y la cantidad se redujo a 540 euros al conseguir la custodia compartida en 2003. En 2010 Rocío retomó la guerra en los juzgados por el impago de la pensión hasta llegar a un recurso de apelación. Años después, Rocío Carrasco sufrió la separación de sus hijos cuando en 2016 Antonio Flores decidió irse a vivir con su padre, donde ya residía su hermana mayor.
Pero, ¿qué provocó el distanciamiento entre Rocío Carrasco y sus hijos? Aunque siempre estuvieron envueltos en las batallas judiciales de sus padres, Rocío Flores ha pedido a su madre retomar el contacto más de una vez públicamente y hasta ha hecho un homenaje a sus abuelos maternos, a quien siempre estuvo muy unida. Siempre se habló d euna fuerte discusión familiar en verano de 2012, pero ni la madre ni la hija han querido hablar del tema nunca. La relación se rompió tanto que los hijos de Rocío Carrasco no acudieron a la boda de su madre con Fidel Albiac en 2016.
Tampoco se libró de tener mala relación con la familia de Rocío Jurado. Gloria Camila, hermana de Rocío Carrasco por parte de madre, confesó no sentir tener una hermana en 2014 cuando dijo que llevaba más de tres años sin hablarse con ella. La actriz que ha debutado en la serie Dos vidas aseguró no saber qué provocó el distanciamiento de Rocío Carrasco de la familia más allá de la muerte de su madre el 1 de junio de 2006 y dijo que tiene buena relación con sus sobrinos. También habló José Ortega Cano el año pasado sobre el tema asegurando que ya no quiere a Rocío Carrasco en Viva la vida: "Tampoco la odio pero no existe ese cariño ni la relación que hubo en sus tiempos", afirmó.
Por último, Rocío Carrasco reabrió su batalla judicial con Antonio David Flores en 2017 al acudir al Juzgado de Violencia de Género para acusar a su exmarido de "lesiones psicológicas" y "quebrantamiento de los derechos de custodia". Tras aportar declaraciones de Antonio David, los peritos judiciales concluyeron que sí se habían cometido dichos delitos después de investigar los hechos con un equipo de valoración judicial compuesto por un psicólogo, un forense y un trabajador social. Después de descartar el informe forense por estar "incompleto" (solo contó con la versión de la demandante), Rocío agotó todas las vías judiciales (el juez de la Audiencia Provincial de Madrid decidió archivar la causa) y según la revista ¡Hola!, la tonadillera está dispuesta a acudir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos de Estrasburgo de ser necesario.
Actualmente, Rocío Carrasco está feliz y enamoradísima de Fidel Albiac y anuncia que este año romperá su silencio con el documental Contar la verdad para seguir viva, donde confesará su versión de la historia, hasta ahora desconocida. Para más inri, la hija de Rocío Jurado lo hará el año en el que se cumplen 25 años de su momento más dulce en el altar.
Más noticias de actualidad y famosos, en Corazón y tendencias