Poderoso, necesario y digno de aplauso. El discurso de Jane Fonda tras recibir el premio honorífico Cecil B. deMille en los Globos de Oro 2021 está siendo muy comentado en las redes sociales por tener un contenido que, tristemente, hoy sigue siendo necesario. La actriz, de 83 años, ha reivindicado el poder esencial de las historias en los momentos más duros y pide a Hollywood un esfuerzo para que apueste por la diversidad, para que la industria del cine sea más inclusiva. Su discurso cobra una gran importancia en una ceremonia marcada por las polémicas y las acusaciones de racismo.
"Somos una comunidad de contadores de historias y en momentos turbulentos y de crisis como estos, contar historias es esencial", ha comenzado diciendo. "Contamos historias que cambian los corazones y las mentes, que nos ayudan a tener empatía, a reconocer que aunque seamos diferentes, todos somos seres humanos. He visto mucha diversidad a lo largo de mi extensa vida, y a veces me ha costado reconocer esa diversidad, pero inevitablemente, si mi corazón está abierto puedo terminar entendiéndola. Por eso, todos los grandes canalizadores de la percepción –Buda, Mahoma, Jesús, Lao-Tse– hablaban con metáforas y de forma poética. Las formas de arte no lineales, irracionales, nos hablan en una frecuencia distinta que nos espabila con una descarga, que traspasa nuestras defensas”.
Fonda acudió al escenario de los Globos de Oro en Los Ángeles con un sastre de color blanco de Richard Tyler, un conjunto que llevaba tiempo en su armario porque ha prometido que no volverá a comprar ropa y sumarse así al comsumo responsable y reducir el impacto de la moda en el planeta. La actriz volvió a mostrar su faceta activista y defensora de la igualdad.
"Las historias de verdad pueden cambiar a la gente, pero hay una historia en concreto que nos da miedo escuchar en nuestro sector: la historia de qué voces escuchar y elevar, la historia de a quién se le ofrece un sitio en la mesa donde se toman las decisiones y a quién no se le deja entrar en esa sala. Así que hagamos todos –incluyendo los que deciden qué películas se hacen y cuáles reciben premios– un esfuerzo para ampliar ese espacio y que todo el mundo pueda alzarse y que todo el mundo tenga la oportunidad de que su historia se escuche y se vea. Admitir esto es tan simple como admitir la verdad actual, es estar en sintonía con la diversidad que emerge, que está sucediendo ahora porque está recogiendo el testigo de todos aquellos que lucharon y se manifestaron en el pasado. Así que seamos líderes".
La Asociación de la Prensa Extranjera de Hollywood (HFPA) premia a Jane Fonda no solo por su espléndida carrera en el cine (tiene dos Óscar por Klute, 1971, y El regreso, 1978) sino también por su larguísima trayectoria como activista, que en los últimos años se ha enfocado en la lucha contra la crisis climática. El premio Cecil B. deMille, que distingue una importante trayectoria en la gran pantalla, ha reconocido en el pasado a estrellas como Meryl Streep, Robert De Niro, Audrey Hepburn, Harrison Ford, Jodie Foster, Sophia Loren, Sidney Poitier, Steven Spielberg, Denzel Washington y Robin Williams. Fonda recibió el testigo como premio Cecil B. deMille de Tom Hanks, quien fue el homenajeado en la gala de 2020. Una gala marcada por el triunfo de las mujeres, desde Anya Taylor-Joy a Jodie Foster.