La cuarta edición de Maestros de la Costura ya va cogiendo forma. Álvaro fue el segundo aprendiz en abandonar el concurso y la rivalidad entre aprendices está más presente que nunca. La prueba de exteriores fue una de las más complicadas de las que recordamos y el resultado fue desastroso. ¿Consecuencia? Caprile los mandó a todos a la prueba de expulsión.
Es la primera vez en la historia de Maestros de la Costura que todos los aprendices van dos veces seguidas a la prueba de expulsión. Que en este caso además han sido las dos primeras semanas y a los jueces no les ha hecho ninguna gracia. No ven indicios de mejora en sus pupilos y es algo que no quisieron tolerar. Una situación que les disgustó mucho, sobre todo a Caprile que no se mordió la lengua.
Nani decide salvarse de la expulsión
"Esto seguirá pasando como no os toméis en serio las pruebas de equipo"
Lorenzo Caprile alzó la voz en nombre del jurado y así definió la prueba de los aprendices: “Es muy fuerte. ¿Sabíais lo que quería decir ‘gualdrapa’ en la Movida madrileña? Pues eso es lo que habéis hecho aquí, que nos ha costado muchísimo traeros y organizar esta prueba”. Además, les aviso que dicha decisión se repetirá si no se lo toman en serio y les pidió dejarse la piel en lo que queda de programa.
Palomo quiso intervenir como el ‘poli bueno’ de la película y admitió que algunos sí lo hicieron mejor que otros. Por eso quiso ser justo y otorgó a cada equipo la oportunidad de salvar a uno de sus componentes. Una idea con muy buenas intenciones pero que causó el efecto contrario ya que Nani, siendo capitana de su equipo se salvó a sí misma y la rivalidad entre los aprendices estalló. Pero no sólo en el equipo naranja, sino que también pasó en el verde. Gabriel no estuvo de acuerdo con la decisión de sus compañeros y se mantuvo firme en sus propósitos. Al no ponerse de acuerdo, los jueces les castigaron poniendo a todos contra las cuerdas: “No hay unanimidad en vuestra decisión así que los 5 vais a prueba de expulsión”.
La complicada prueba por equipos en Puy du fou
Los aprendices viajaron hasta el Parque temático Puy de fou en Toledo y la prueba consistía en confeccionar trajes de la época medieval para Alfonso VI, también para su caballero y para sus respectivos corceles. El reto se desarrolló a las faldas del imponente castillo y la dificultad más grande con la que se toparon los aprendices fue la de tomar las medidas de los caballos y confeccionarles unas gualdrapas.
Lluís, asustado por tomar medidas al caballo
Aunque las intenciones de los aprendices con los animales eran las mejores, tomaron las medidas a prisas y corriendo y no acertaron ni en la prenda para el cuerpo ni en la capucha de la cabeza. De hecho, los jinetes intentaron vestir dichas prendas a sus équidos, pero consideraron que podría ser peligroso ya que los animales se sentían bastante incómodos con ellas. Un desastre de prueba que mandó a todos a jugarse la expulsión.
La gualdrapa de los aprendices no encaja en los caballos