Ahora que se cumple un año de la muerte de José Luis Cuerda, en mitad de un atípico y extraño mundo pandémico, muchos echaran de menos su genuina mirada. Esa que nos hizo entender que el surrealismo de la vida está ahí fuera y no dentro del cine. Ni mucho menos del suyo, ya lo dejó claro muchas veces. Si lo miran bien, fui irse Cuerda y el surrealismo se apoderó de todo.
Artista inclasificable. Director, guionista, productor, escritor y hasta viticultor en su bodega gallega, Sanclodio, a Jose Luis Cuerda siempre merece la pena seguir repensandolo y buceando en el legado que nos dejó.
El autor de clásicos como Amanece que no es poco (1989), fue el protagonista esta semana de Historia de nuestro cine. Con motivo del primer aniversario de su muerte, el programa recordó a director con un coloquio sobre la marca que sus trabajos dejaron en el cine español. Un homenaje con un pase doble en el que, además, pudieron verse las películas El bosque animado (1987) y Pares y nones (1982), disponibles ya 'a la carta'. Coincidiendo con ello, buceamos en el pasado del entrañable directos a través del archivo de RTVE para descubrir las facetas más desconocidas del cineasta y algún secreto.
De cuando le intentaron matar
Para añadir un poco más de surrealismo al espiritu de su película más famosa, esto ocurrió durante el rodaje de Amanece que no es poco. Un susto que se quedó en anécdota y que José Luis Cuerda recuerda con humor. Así se lo contaba a la actriz Ana Duato en su tierra, Albacete. “Llego un tipo con una escopeta y los guardias civiles le preguntaron que a dónde iba con eso y respondió que a disparar a los vecinos”, recuerda. Un hombre que se acerco al rodaje molesto por los ruidos y dispuesto a disparar a quien se le pusiera por delante, incluso al mismo Cuerda.
La infancia, su patria
“Yo creo que de la infancia que es la época más esponjosa, te queda todo. No puedo concebir nada de lo que he hecho sin que tenga una influencia directísima a mi infancia”, se escuchaba decir a Cuerda en 1996 en el programa Otras Miradas que recogía datos por su biografía y filmografía.
Un albaceteño enamorado del Ribeiro
“Vendimiar es un trabajo heroico y no está hecho para gente vulgar como yo”, decía Cuerda en Valle de Gomariz, Ourense. La localidad gallega en la que el cineasta llegó a tener hasta nueve hectáreas de viñedos. “El día de la inauguración de mi bodega eramos 200 y nos bebimos 218 botellas”, recordaba Cuerda.
Cuando le dijo no a Alfredo Landa
“Yo recuerdo que en el Bosque animado Alfredo Landa me propuso hacer su personaje en falsete, pero le dije que no íbamos a tener aguante para escucharle toda la película en falsete”, cuenta el director, de forma cariñosa, en una entrevista. Aún así el actor decidió hacer una muestra de su talento en falsete delante de todo el set y fue aplaudido, pero entonces Cuerda le respondió un: “Yo no acostumbra a dirigir películas por asamblea”.
Un hombre de lujuria concupiscente, o no
“Cuando tengo que elegir entre lujuria, concupiscencia, libidinosidad, siempre me pregunto: ¿y con qué me quedo? Y buscas el matiz y bueno, se te pasa el tiempo de elegir”, bromeaba el director de Amanece que no es poco, invitado en el programa que su amigo Forges presentó en La 2, Pecadores Impequeibols.