El teletrabajo tiene cosas buenas y cosas no tan buenas. Hay mucha gente que ejerce su profesión desde casa y muchos los que tienen reuniones online. Nuestro salón no tiene las mismas condiciones de iluminación que un plató de televisión y a veces la luz de la ventana, la lámpara del techo o el flexo nos juega malas pasadas y las sombras pueden destrozar nuestro rostro.
Y no hay que olvidar la terrible imagen que ve de nosotros la gente cuando nos pegamos a la pantalla del ordenador y la cámara se empeña en remarcar nuestros defectos: ojeras, arrugas, granos, irritaciones en la piel, descamación... Por eso ha aumentado la demanda de tratamientos faciales y cirugía estética durante la pandemia. "Es decir, que el ritmo de liposucciones, liftings y aumento de mamas se ha mantenido constante y, además, otras personas se han interesado por primera vez por cambiarse algún aspecto de su físico en el quirófano", dice el doctor Moisés Martín Anaya.
Tener la cámara cerca hace que nuestros 'defectos' se vean más. TVE
Pero hay que tener en cuenta el post-operatorio y las cicatrices. "No son pocos quienes desean preservar este tipo de intervenciones en la intimidad. Las cicatrices resultantes, vendajes y otras recomendaciones postoperatorias lo hacen prácticamente imposible si el retorno a la actividad es prácticamente inmediato. Una intervención sencilla, como es la cirugía de párpados, añade Martín Anaya, puede dejar unos pequeños hematomas que tardarán días en desaparecer. Más exagerado y llamativo es el vendaje con el que el paciente debe recuperarse de la rinoplastia. Por no hablar de las indicaciones sobre mantener esta o aquella postura".
Las cirugías dejan cicatrices y hematomas que tardan en desaparecer RTVE
En estos meses se ha gastado menos en ocio y se ha invertido más es salud y en mejorar su aspecto físico. "La cirugía estética es una cirugía electiva, es decir, que se realiza por deseo propio, no siendo imprescindible en la mayoría de las ocasiones".
Pero hay excepciones, y afectan a personas de todas las edades, tanto mujeres como hombres. "Hay personas que se ven afectada por un complejo físico que les afecta en su vida diaria y en su desarrollo persona. Y otras a las que un problema estético les produce un perjuicio físico. Como ejemplo del primer caso podríamos poner un niño o adolescente que sufre acoso escolar por tener las orejas muy grandes o despegadas. En el segundo supuesto podemos englobar a aquellas mujeres con una talla XXL de pecho que debido al peso de sus mamas tienen serios problemas de espalda, entre otros".