¿Cómo puedo conseguir la inmunidad Sin duda, es la pregunta que más nos estamos haciendo en los últimos meses tras la pandemia del coronavirus. El inmunólogo y divulgador científico Alfredo Correl ha visitado ‘La Hora de la 1’ para sacarnos de dudas.
Tipos de inmunidad:
Para entenderlo es necesario acudir a los tipos de inmunidad. Es decir, una persona puede quedar inmune ante una enfermedad de diferentes maneras:
- De forma natural: por haber pasado la enfermedad
- De forma artificial: por la vacuna
Estas dos formas de inmunidad son ejemplos de inmunidad activa, que ocurre cuando el sistema inmunológico de una persona se pone a trabajar para producir anticuerpos. Pero también la inmunidad, tanto natural y artificial pueden tener ejemplos de inmunidad pasiva, es decir, aquella que se adquiere cuando se reciben anticuerpos producidos por otro organismo. El inmunólogo lo explica con dos claros ejemplos:
- Inmunidad natural pasiva. Cuando una madre transfiere los anticuerpos al feto a través de la placenta o a su bebé cuando le da de mamar a través de la leche.
- Inmunidad artificial pasiva cuando se administran anticuerpos de otra persona o animal. Es el caso de los sueros híperinmunes, es decir, cogen anticuerpos del suero de alguien que ha pasado la enfermedad y se lo ponen a una persona que está recién contagiada. Los efectos durarían de 2 a 4 semanas, ya que en este caso es una actuación con un tiempo de duración determinado y no genera memoria.
Las vacunas evitan el contagio
Vacunarse en general es importante, y en el matinal de TVE nos han dejado claro el por qué. Para ello han realizado una comparativa con tres usuarios en dos contextos distintos:
- Sin inmunidad: el supuesto de que dos de los usuarios (que no tienen ningún tipo de contacto entre ellos), se acaben contagiando por un tercer usuario (nexo) que sí conoce a ambos. En conclusión: si ninguno está vacunado se acabarían contagiando los tres.
- Con inmunidad: en este caso, si el usuario que actúa como nexo de unión entre los otros estuviera vacunado (es decir, fuera inmune) no trasmitiría la enfermedad y se frenaría la trasmisión.
Inmunidad de grupo para acabar con la enfermedad
Si lo analizamos con una muestra más amplia de población y suponemos que un mayor porcentaje de gente estuviera vacunada, aumenta la inmunidad de rebaño y actúa de barrera ante la trasmisión de la enfermedad, según afirma el experto.