Bastan tres pinceladas -el pelo largo y canoso, las cejas espesas y los labios rojos- para adivinar que es Ángela Molina, la ganadora del Goya de Honor de 2021. Es un icono de belleza y estilo, una mujer valiente que se enfrenta a la vida y al tiempo de la forma más elegante, con dignidad. Sus armas son la naturalidad y el conocerse muy bien. Sabe qué le sienta bien y qué prendas y colores le favorecen. Huye del exceso y lo llamativo, y arrasa en las alfombras rojas y eventos de moda con vestidos minimalistas y sencillos pero siempre arrebatadores. Uno de los rasgos más poderosos es su larga melena que no se tiñe, haciendo que convivan con estilo los cabellos negros y los grises. Es una declaración de intenciones y un ejemplo de esa naturalidad para ser y para vivir. Y lo mismo ocurre con sus arrugas, signos de todas las batallas ganadas. En sus planes no está el pasar por el quirófano y presume de ellas con orgullo.
Le gusta vestir de negro, con colores lisos y prendas especiales. Pero para los eventos importantes sube el nivel y se atreve con todo, también con el color rojo, otro de sus favoritos. En los Goya ha destacado siempre con sus elecciones, ya sean de modistas nacionales, como el vestido de Lorenzo Caprile que llevó a la gala de 2013, o de firmas extranjeras, como el vestido de la casa Etro que ha llevado en la ceremonia de 2020. "Tiene magia, fuerza y magnetismo. Y es seductora, bella y elegante. "Todo lo que se dice de ella es cierto, es muy natural, le gustan las prendas orgánicas pero no le gusta la obstentación ni el brillo", dice Victoria Nogales, que la vistió en Los Goya. "Le gustan las piezas especiales, los vestidos con una historia detrás, con tejidos elaborados a mano, artesanales", añade. "Yo destaco su personalidad, su aura, su mirada y su forma de moverse", dice el estilista José Herrera, que ha trabajado con ella. "Es un icono de estilo por su personalidad y la naturalidad de su pelo, por su figura y por su pasión por el trabajo".
Ángela Molina lleva el arte en la sangre. Es hija del cantante y actor Antonio Molina y Ángela Tejedor. Siguió los pasos de su padre, en el cine y en la música, aunque con estilos muy distintos. Ella siempre ha admirado a su padre, su maestro, por el que siempre ha sentido devoción. En el archivo de RTVE hay un documento fascinante. 11 de agosto de 1978. El programa 'Cantares' de TVE cuenta con Antonio Molina y sentada entre el público está su hija Ángela. Lauren Postigo no duda en entrevistarla y le pregunta por sus recuerdos de niña.
"Me creó un mundo de color, en el que me movía, un mundo divertido y excitante, fantástico, con trajes de colores que me ponían, grandes, que me ataban, me perfumaban, me metían en un camerino, me ponían flores. Es un mundo que contrastaba con el que paralelamente llevaba, la niña que tenía que ir al colegio con sus amiguitas”, decía sobre su infancia junto al genio. " Es un hombre sencillo, honesto, se ha dado en cuerpo y alma a la canción y ha hecho de la canción su vida", decía.
Ángela acaba de cumplir 65 años. Tiene cinco hijos. Olivia, Mateo y Samuel los tuvo con su primer marido, el fotógrafo francés Hervé Tirmarche. De su segundo matrimonio, con Leo Blakstad, tuvo a Antonio y María. De la pequeña se quedó embarazada con 47 años y la noticia sorprendió primero a ellos y luego a toda la sociedad. Así lo recordaba la actriz en una entrevista que le hizo ¡Hola!. “Es un hijo deseado y soñado. Pou y yo siempre teníamos la ilusión de volver a ser padres, pero como no venía, mi edad, la información que teníamos en el sentido de que a los cuarenta y siete años los ovarios ya son más infantiles, más pequeños, pues ya nos habíamos hecho a la idea de que no tenía que ser. Tengo que hacerme una serie de pruebas y controles que se exigen a mi edad, pero, por otra parte, tengo mucha fe y me siento bien, como siempre que he tenido a mis otros hijos”. La familia ha seguido creciendo y Olivia, que mantiene una sólida relación con el actor Sergio Mur, la ha hecho abuela.
Su vida está ligada a la isla de Ibiza, donde veraneaba primero de niña y luego de adulta. Siendo adolescente se sacaba unas pesetas vendiendo cuadros que pintaba a los turistas y antes de ser actriz trabajó en el circo y estudio danza. Debutó en el cine en 1974 y ha trabajado con los actores y directores más importantes. En su currículo brillan títulos: Ese oscuro objeto de deseo, de Luis Buñuel, con Fernando Rey y Carole Bouquet; Demonios en el jardín, de Manuel Gutiérrez Aragón; Bearm o la sala de las muñecas, de Jaime Chávarri; Lola, de Bigas Luna, Las cosas del querer, también de Chávarri; Esquilache, de Josefina Molina, Blancanieves, de Pablo Berger...
Fue la candidata a hacer el papel de prostituta en ¿Qué he hecho yo para merecer esto? de Pedro Almodóvar, papel que recayó en Verónica Forqué. Pero terminó trabajando con el manchego y por partida doble: en Carne Trémula y en Los abrazos rotos. Ha rodado más de 100 películas y es una de nuestras actrices más internacionales. Ha trabajado con directores consagrados de distintas nacionalidades Alain Tunner, Ridley Scott, Giuseppe Tornatore, Pablo Solarz... En la década de los 90 llegó a ser una de las actrices mejor pagadas del cine español, junto a Ana Belén, y tiene, entre otros, el Premio Nacional de Cinematografía, la Medalla de Oro de las Artes y las Ciencias Cinematográficas de España, el Premio Donostia, la Medalla al Mérito de las Bellas Artes...
La Academia de cine destaca "la trayectoria excepcional de esta compañera tan querida por todos por su autenticidad, su talento indiscutible y su especial sensibilidad” y por eso le hace entrega del Goya de Honor. “Estoy muy, muy feliz. Ha sido una alegría inmensa, me ha llenado el corazón. Hace unos días estuve en la Academia, y cuando vi el busto gigante del maestro Goya le miré y sentí algo como muy familiar, y resulta que me lo voy a encontrar en mi casa dentro de poco”, ha dicho la actriz. Ella lo recibirá el 27 de febrero de 2021 y lo podrán ver aquí, en RTVE.
Este Goya se suma a la larga lista de premios y reconocimientos. “Los premios te vienen en momentos determinados. Cuando estuve nominada por primera vez al Goya por La mitad del cielo pensé que me lo iban a dar. Fue para Amparo Rivelles, por Hay que deshacer la casa, y pensé: Amparo es mayor, yo tengo tiempo. Y ahora me toca a mí, que soy mayor. Todo es muy hermoso, todo está en su lugar, viene cuando tiene que ser, si es que tiene que ser”, manifiesta la que fue la primera intérprete española que consiguió el David di Donatello.
En la música tuvo un éxito destacado. En 1986 publica 'Con las defensas rotas', un disco en el que canta en español y francés y en el que destacan 'Lisboa' y 'Muertos de amor' el tema que cantó con George Moustachi. También ha hecho teatro y mucha televisión, dentro y fuera de España. En TVE se emitió 'Gran Reserva' y su interpretación tuvo un gran reconocimiento, con nominaciones y premios, como el Premio de la Unión de Actores.
La moda ha llamado a su puerta y ella la ha abierto encantada. También la publicidad. Hay que destacar la campaña que hizo para el diseñador Adolfo Domínguez en el que compartía protagonismo con Elena Anaya, Estrella Morente, Inma Cuesta y Najwa Ninri. En el spot se celebra el eslogan 'No soy perfecta' y se ponen en valor las arrugas de Ángela Molina. El programa Historia de nuestro cine, de TVE, ha hecho un especial dedidado a la actriz, un homenaje al que se sumó Jaime Chávarri.