Por primera vez en en abierto, Televisión Española emitirá esta noche Dolor y gloria. La película semiautobiográfica de Pedro Almodóvar, protagonizada por Penélope Cruz, Antonio Banderas, Asier Etxeandia y Leonardo Sbaraglia, viajó a los Oscar y arrasó en los Goya, y estará disponible durante quince días para su visionado gratis y online en el portal Somos cine.
Con motivo de este estreno tan especial, Almodóvar le ha concedido a Carlos del Amor una entrevista en profundidad en la que se aproximan al proceso creativo de esta película, lo que refleja de la vida y de la infancia del cineasta, su aproximación al tema del aislamiento y los motivos por los que, si te gusta el buen cine, no te la puedes perder.
Un reflejo de la vida de Almodóvar
"La película habla de un cineasta en un mal momento de su vida que nunca había estado tan quieto en su casa, tan parado, así que le llega el momento de recordar partes de su pasado: en los 60 cuando era niño, en los 80 cuando era joven, y en la actualidad", explica Pedro Almodóvar.
“Antes de hacer cine ya me perseguía el escándalo“
"Este cineasta, que interpreta Antonio Banderas y ha ganado muchos premios de la crítica, de alguna manera me refleja. El pelo es una copia de mi pelo, la casa es una réplica de mi casa, hay muchos muebles que me pertenecen. Nos aproximamos a ella como una autobiografía y todo lo que aparece en la película es familiar, aunque no necesariamente me ha ocurrido a mí: hay recuerdos de mis hermanos, de mis hermanas, de gente que he oído".
Antonio Banderas estuvo nominado el Oscar y ganó el premio a Mejor Actor en Cannes. RTVE
Él es el origen del material apasionante que compone Dolor y gloria, conoce de cerca sus lugares y conflictos, pero el resultado es una ficción. "En el momento en que te pones a escribir estableces una distancia con el material. Sí, yo soy el punto de partida de la película, pero yo en ningún momento tuve la sensación de que la película fuese mi vida, y Antonio nunca me imitó. Sin embargo hay quien ha dicho que me han visto a través de él: eso sólo significa el gran actor que es".
Su infancia, fuerte y extrañada
La película pivota entre varios tiempos distintos: la infancia, previa a la gloria, y el presente marcado por el aislamiento y el dolor. Almodóvar da mucha importancia a este período en el que empiezan a despuntar rasgos característicos del personaje, como la sexualidad o el gusto por las letras: "A mí mi madre nunca me hizo sentir extraño o me acusó de ser un mal hijo, pero yo quería hablar de la extrañeza, que es muy dura cuando tienes nueve años".
Pedro Almodóvar nació en los años 50, creció en los 60 y se mudó a Madrid en los años 70. Para entonces ya era todo un experto en la diferencia: "Antes de hacer cine a mí ya me rodeaba el escándalo. Esa sorpresa que causaba, esa extrañeza que tiene algo de insulto latente, ya la había experimentado. Estaba en todas partes salvo excepciones: en la noche, o cuando estás con tus amigos, o cuando la ciudad es tan grande que hay mucha gente que no te mira de esa manera".
Salvador Mallo, de niño, a punto de descubrir el deseo. RTVE
Sin embargo, siempre se desenvolvió con carácter y un rumbo claro: "En el pueblo y en el colegio yo sí era un niño fuerte, no permití que me hicieran bullying. No era por falta de ganas de los oponentes, y alguna vez tuve que pelearme, pero en algún momento tuve que demostrar que si había que ser bruto yo podía ser tan bruto como ellos. Pero no era mi forma de comunicarme.
"Tuve mucha fuerza para desactivar el contenido de esas miradas y seguir mi camino: yo a los 15 años ya sabía que quería hacer cine, le dio sentido a mi vida, seguí siempre en esa dirección".
Pedro Almodóvar: ¿dolor o gloria?
Carlos del Amor le lanza una pregunta a Almodóvar: "¿Por qué recordamos más el dolor?". Y el cineasta no duda: "El dolor es más creativo. El dolor, como fuente de creación, es infinitamente más rico que la felicidad. La felicidad nunca es un estado perenne que se queda, recordamos son momentos, flashes fulgurantes de momentos felices. Yo, cuando he sido feliz, no he tenido ganas de escribir".
“El dolor es más rico que la felicidad“
"Pero, si eres escritor, no hay momento malo. Incluso las tragedias se convierten en un elemento inspirador y dinámico, la infelicidad y el dolor te empujan a hacer cosas, a intentar superarlo. Dinamizan mucho una relación. Hasta una comedia romántica debe llenarse de problemas y obstáculos para que la felicidad final tenga sentido. El dolor, además, es algo que todos conocemos: está dentro de nuestra naturaleza".
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La gloria, sin embargo, no está tan presente en la película: tuvo lugar en el espacio entre los dos tiempos que le ocupan, no se muestra. "En el título está para presentar a un personaje que en su trabajo tiene mucho éxito. También lo vemos en la casa, en los cuadros con los que vive, en que no tiene problemas de dinero. Todo lo que vemos de su pasado es glorioso".
Y es que, para el cineasta, en realidad la gloria no dura: "Yo trato de olvidar el dolor, hay que llegar a un entente con el dolor para poder sobrevivirlo. Pero la gloria también la recuerdo como flashes muy intensos. Más allá de recoger el premio, que la gente te aplauda y que tú digas entrecortadamente unas palabras, inmediatamente después ha desaparecido la sensación".
"Es bueno porque te permite hacer las cosas que quieres, pero no es esencial y no se puede vivir pegado a un momento de gloria. Y si lo hace, malvive: la vida es seguir hacia delante, mirar hacia el futuro".
Pedro Almodóvar: "Me han entrado ganas de abrirme"
Fotograma de 'La voz humana'
Aunque nadie podía haber previsto que al éxito de Dolor y gloria le seguiría un confinamiento, la situación actual ofrece nuevas lecturas sobre el aislamiento que explora y analiza esta película. "La realidad acaba filtrándose por algún lado incluso aunque tú no hayas pensado en ella. El personaje vive en aislamiento, y ahora todos sabemos más de aislamiento que cuando la película se estrenó".
En el plano personal, le ha servido para darse cuenta de que ya vivía confinado antes del confinamiento: "Yo ya tenía cierto músculo en la soledad, porque mi trabajo lo tengo que hacer totalmente solo, concentrado, sin llamadas. Cuando nos confinaron, me di cuenta de que yo ya estaba acostumbrado a esa situación, en los últimos tres o cuatro años de mi vida me he ido aislando hasta quedarme totalmente solo. Después del confinamiento me han entrado unas ganas tremendas de recuperar algunas relaciones que yo había descuidado, me han entrado ganas de abrirme mucho más".
Almodóvar vuelve al cine con el corto 'La voz humana', su primera obra en inglés
La voz humana, una vuelta al principio
Dolor y gloria llega a RTVE después de que Almodóvar triunfe en los cines con su primera película en inglés: el cortometraje La voz humana, que viene acompañado de una introducción del director que explica sus motivaciones y las dificultades de un rodaje en plena pandemia. En ella, la actriz Tilda Swinton da vida a otra mujer al borde de un ataque de nervios y el director reinterpreta el texto de Cocteau que inspiró una de sus películas más famosas.
"A pesar de que el rodaje ha sido en plena pandemia y la película de nuevo se convierte en metáfora de la situación, porque va de una mujer confinada doblemente, el origen era realmente concederme un capricho", le cuenta a Carlos del Amor.
"Por el hecho de tener una productora tengo la ventaja de poder rodar lo que yo quiero, soy casi el único director que puede decir eso en España. La razón de existir de La voz humana significaba sentirme totalmente libre, como un debutante. Al hacerla en inglés no tenía ni siquiera compromiso con mi propia lengua, y el hecho de que fuese un formato pequeño, que ha resultado comercial pero no estaba pensado para ello, me daba una enorme libertad para tomar decisiones que en un largometraje no habría podido tomar".
'La voz humana'
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