Con tres meses de diferencia, Naomi Campbell Y lo hacen en la cima del éxito. Conservan la fama y ese aura de divas de la moda que hicieron de ellas dos imprescindibles de las pasarelas, y entran una nueva etapa de sus vidas manteniéndose arriba, en lo más alto. Siguen trabajando, y lo hacen con mucha dignidad. Llegaron a lo más alto, junto a Linda Evangelista, ninguna otra modelo pudo hacerles sombra pero Claudia sabe que esa etapa ya pasó. Así lo contaba en la revista ELLE.
“Tengo un recuerdo agradable, pero llega la siguiente generación y les das el testigo. Para mí es algo natural, entregar ese testigo, no tener envidia ni celos. De hecho, no podría pensar en nada peor ahora mismo que en que me dijeras: ‘Hay una pastillita mágica con las que va a parecer que vuelves a tener 20 años otra vez”.
En esta nueva etapa sigue trabajando al más alto nivel, centrada en su faceta empresarial con una línea productos cosméticos y colaborando con firmas con las que tiene un vínculo especial, como Chanel. Tiene la agenda repleta de compromisos pero ha pisado el freno para dar prioridad a su familia. Lleva 18 años casada con el productor y director de cine Matthew Vaughn, y tienen tres hijos: Caspar, de 17 años; Clementine, de 15; y Cosima, que tiene 10. Juntos viven en una mansión situada en Oxfordshire, un exclusivo lugar de la campiña inglesa.
Su historia no es nada original.Nació en Rheinberg (Alemania) pero la ciudad que le dio suerte fue Düsseldorf. Allí estaba cuando Michel Levaton, director de la agencia de modelos Metropolitan, se fijó en ella. Claudia bailaba con unos amigos en una discoteca y él se acercó para preguntarle si quería ser modelo. Tenía 17 años y en ese momento no sabía que se convertiría en una top model.
Claudia Schiffer en uno de sus primeros trabajos para Guess.
Claudia Schiffer desfila para Chanel.
Dos años después protagonizaba la campaña de la firma Guess y arrasó. La prensa llegó a compararla con Brigitte Bardot y Karl Lagerfeld se prendó de ella y la contrató enseguida para el desfile de alta costura de Chanel. Su presencia fue todo un revulsivo para la moda, sobre todo por su melena rubia y sus medidas, unos llamativos 95-62-92. Claudia rompía moldes pero no gustó a todos al principio. El tiempo hizo callar a sus detractores porque de la mano del modista alemán llegó a lo más alto. “Karl fue como mi hada madrina, yo era una chica alemana tímida y me transformó en una supermodelo. Me enseñó sobre moda, estilo y supervivencia en este negocio".
Claudia Schiffer con Karl. "Él me moldeó", dijo la modelo.
Claudia Schiffer, Nadia Auermann y Helena Christensen con Karl Largerfeld en 1995,
Inauguró la década de los 90 en la cima. En esa década las modelos eran más estrellas que las actrices y las cantantes. Naomi Campbell, Cindy Crawford, Christy Turlington, Helena Christensen, Carla Bruni y ella eran diosas que vivían a lo grande y hacían lo que querían: negocios, cine, música. .. “Era de locos, como si fuéramos estrellas del rock. No podías entrar en el coche a no ser que te hicieran un camino. Cortaban las carpas en las que nos preparábamos para hacernos fotos. Había seguridad en cada desfile porque a veces nos robaban la ropa interior".
Claudia Schiffer posó embarazada de su tercer hijo en 2010.
Claudia Schiffer, sensual para la casa Valentino.
No quiso participar en el vídeo Freedom! 90 de George Michael y años más tarde se arrepintió. "Entonces estaba trabajando con marcas de lujo y pensé que no cuadraba en la estrategia", reconoció años más tarde y calificó de error y estupidez su decisión. También se negó a que Hermés pusiera su nombre a un bolso pero en 1997 dijo sí a la revista Playboy. Claudia nunca tuvo reparos para enseñar su cuerpo, consciente de que es algo que forma parte de su trabajo. Es consciente de que proyecta una imagen fría y distante, pero asegura que es debido a su extrema timidez, una forma de ser que la llevó a encerrarse en su mundo y a ser muy estricta con su trabajo. "Nunca tuve la necesidad de estar en el foco de atención”.
Claudia Schiffer, como Naomi, tiene su propio libro.
Claudia Schiffer entre Elle Mcpherson y Naomi Campbell.
En 1995, Junto a Naomi, Christy Turlington y Elle Macpherson montó una cadena de restaurantes, los Fashion Café. Uno de ellos en Barcelona. Con España ha mantenido un bonito romance que empezó de niña, ya que veraneaba en Mallorca con sus padres. Con el paso de los años se compró una casa en Camp de Mar y durante dos décadas era una asidua a la isla. En 2017 decidió venderla y dicen que un inversor europeo pagó por ella cinco millones de euros. En España ha trabajado para Porcelanosa y Mango, y ha recibido varios premios, como los de las revistas Elle y Marie Claire. En 1993 desfiló en la Pasarela Cibeles para Victorio&Lucchino y regresó en 2001 para entregar el premio a la mejor colección a Spastor.
Claudia Schiffer y Matthew Vaughn se casaron en 2002.
Para romance, y sonado, el que mantuvo durante seis años con el mago David Copperfield, un noviazgo que siempre estuvo en entredicho. Se separaron en 1999 y tres años más tarde se casó, vestida por Valentino, con Matthew Vaughn. A partir de entonces paró el ritmo de trabajo y se despidió de las pasarelas en un desfile de Yves Saint Laurent. Durante años se dedicó a sus hijos pero no dejó de trabajar y siempre estuvo ligada a la moda. También ha tenido amores de ficción. Claudia ha hecho apariciones en videoclips y películas. Entre ellas destaca una, Love actually, rodada en 2003. Su personaje Carol ha dejado un recuerdo imborrable.
Donatella Versace con Carla Bruni, Claudia Schiffer, Naomi Campbel, Cindy Crawford y Helena Christensen.
En 2008 protagonizó un triunfal regresó e hizo campañas para firmas como Yves Saint Laurent, Salvatore Ferragamo, Chanel y Louis Vuitton, ente otras. En 2012 volvió a trabajar para Guess, recordando así sus inicios en la profesión. En 2017 volvió a pisar la pasarela. Fue en Milán para estar con Naomi, Carla, Cindy y Helena en el desfile homenaje a Gianni Versace. Ahí quedó claro que fue, es y será una top model. Esa era su meta. Claudia recuerda que cuando empezó a trabajar no soñaba con ser famosa, no quería destacar ni brillar. Su meta era muy distinta. "Quiero ser buena y llegar a lo más alto”, pensó. Y lo consiguió.
Claudia Schiffer tras el desfile de Versace de 2017.
Claudia Schiffer, premiada por la revista ELLE en 2006.