La tragedia y la tristeza se habían instalado en la vida de Al Bano tras la desaparición de su hija Ylenia Carrisi y su divorcio de Romina. Su dolor parecía irreparable y solo podía refugiarse en su religión. Sin embargo, diez años después saltaba la noticia. Al Bano había conocido a alguien especial. La presentadora y cantante Loredana Lecciso se hacía un hueco en el corazón del italiano.
Loredana, su segunda esposa, una excepcional compañera
Se conocieron en el colegio de las hijas de ambos y poco a poco surgió el amor. Loredana le trajo frescura y alegría de nuevo a su vida, una alegría que pensó que nunca volvería a experimentar. Se convirtió en una gran amiga en la que apoyarse y sobre todo la describe como una "excepcional compañera".
La pareja tuvo dos hijos, la niña es "bella como la mamá" dice Al Bano y el chico es productor musical, rechazó la idea de ser cantante porque "ya había muchos cantantes en su familia", aún así se sumó de esta forma a una gran familia dedicada a la música.
Los celos les separaron
En 2018, tras dieciocho años de matrimonio, decidían divorciarse. Romina y Al Bano habían vuelto a los escenarios y habían estrechado lazos, incluso su ex mujer había conocido a sus hijos fruto de su matrimonio con Loredana. La presentadora no supo encajar la buena relación que tenían y los celos se convirtieron en uno más en la relación e incluso insinuaba que Romina "buscaba provocarla".
No se sabe si fue Al Bano quien no soportó que Loredana le pusiera tantos inconvenientes a su relación con Romina o si fue Loredana quien se cansó de ver a la ex pareja junta. Lo que sí está claro es que Al Bano nunca ha olvidado a Romina. Mientras de Loredana decía que era "una primavera en su vida", de Romina no tiene reparos en decir que es "el gran amor de su vida".
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