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París se rinde a las suelas rojas de Christian Louboutin

  • El famoso zapatero instala en el Palais de la Porte Dorée sus piezas más icónicas

  • Carolina de Mónaco le nombra director de El Baile de la Rosa sustituyendo a Karl Lagerfeld

RAFAEL MUÑOZ(@MUNOZ_RAFA)
6 min.

Christian Louboutin tenía tan solo tenía 10 años cuando vio una imagen en el Palais de la Porte Dorée que marcaría su vida: un cartel con un zapato de tacón tachado porque estaba prohibido llevarlo en el interior para evitar que se estropearan el suelo. Hoy ese niño es uno de los zapateros más prestigiosos y famosos del planeta, ha hecho de la suela roja su seña de identidad, vende más de 700 mil pares de zapatos al año y calza los pies de las estrellas en eventos relevantes y en las principales alfombras rojas: Gwyneth Paltrow, Reese Witherspoon, Madonna, Nicole Kidman, Victoria Beckham, Rihanna, Dita von Tease, Alaska e incluso chicos, como Chris Evans. También Carla Bruni. Suyos eran los zapatos que llevó en su visita a España de 2009 cuando la fotografiaron de espaldas junto a la reina Letizia. Una imagen que dio la vuelta al mundo.

Christian Louboutin posa con el cartel que marcó su vida. AFP

Ahora, con 57 años, regresa al Palais de la Porte Doré e instala allí su historia (30 años de carrera que comenzaron como freelance, diseñando zapatos para Chanel y Saint Laurent), su legado y su universo para dar forma y color a la exposición titulada ‘Exhibicionista’ en el que sus musas comparten protagonismo con sus zapatos. Algunos son piezas icónicas, otros son objetos de deseo y otros cuentan historia, como la de la cantante Aretha Franklin que pidió ser enterrada con ellos. “Yo no he trabado para que mis zapatos sean icónicos, pero para mi sorpresa ha sido así”. Como el modelo Grace, el modelo hiperfemenino de altísimo tacón que transforma la silueta del pie. "¡No existe ningún zapato con tacón de más de 12 centímetros que sea cómodo pero las mujeres no vienen a mi tienda a buscar un par de pantuflas!".

Louboutin tuvo que pleitear con Saint Laurent por las suelas rojas. AFP

Este parisino universal tuvo un momentos gloriosos. Calzó a Madonna en dos de sus vídeos, 'Take a Bow' y 'Celebration' y también a la Cruella de Vil, interpretada por Glenn Close, en la versión cinematográfica de 101 Dálmantas. Y más recientemente ha vestido los pies de dibujos animados como Elsa, de Frozen, o Esmeralda, de El Jorobado de Notre Dame. Y solo él ha hecho que una fashion victim como Carrie Bradshaw, personaje que Sarah Jessica Parker interpreta en Sexo en Nueva York, sea infiel a sus 'Manolos'.

No todas las mujeres han 'aguantado' la presión de sus tacones. En 2019 Kristen Stewart se los tuvo que quitar en la alfombra roja del festival de cine de Venecia porque apenas podía andar y lo mismo hizo Emma Thompson cuando salió al escenario de la Gala de los Globos de Oro en 2014.

Una de las salas del Palais de la Porte Doreé (París) con las piezas de Louboutin. AFP

Además de sus propias colecciones ha trabajado para diseñadores y casas de moda tan importantes como Givenchy. Chloé, Lanvin, Jean Paul Gaultier, Diane Von Furstenberg, Azzaro... Los zapatos expuestos provienen de su archivo, los menos, pero también hay préstamos de colecciones privadas, como la de Yves Saint Laurent. “Una mujer que trabaja conmigo desde 1992 me regañó porque no guardaba nada. Me dijo que ella había conservado ciertos dibujos y prototipos y que no lo hacía con la intención de robar sino para mí, porque un día sería importante”.

Christian Louboutin habla con RTVE con motivo de la exposición 'Exhibicionista' en París

Y así ha sido. Es un maestro del calzado, un hombre influyente y poderoso. Carolina de Mónaco, una de sus primeras clientas, le ha nombrado director de El Baile de la Rosa, sustituyendo a Karl Lagerfeld. “Me hace mucha ilusión porque Carolina de Mónaco es mi segunda hada madrina desde que vino a mi tienda en 1991. Yo nunca coincidí con ella hasta que un día una periodista la vio y lo publicó. Mi historia con Carolina empezó por azar pero se ha transformado en una gran amistad", cuenta emocionado.

Para el francés, la modernidad y la principal evolución en el sector del calzado no tiene nada qué ver con la altura del tacón pero sí de la idea del desnudo. En 2009 comenzó la serie 'Nudes' (Desnudos), un zapato hecho en cinco tonalidades, como los diferentes tonos de piel, que están diseñados para alargar la pierna haciendo que el tejido se confunda con la piel, algo en lo que fue pionero. "Hace diez años hablando de un pie desnudo pensábamos solo en el tono beige pero hoy pensamos en diferentes tonos de piel".

Escultural zapato de Christian Louboutin expuesto en París. AFP

La exposición, que se puede visitar hasta el 26 de julio, tiene una fuerte carga teatral. El rojo y el negro dominan el espacio, en el que conviven piezas fáciles de llevar con otras que hizo como imagen, objetos bellos que solo existen para ser expuestos y observados. Todas los zapatos, botas, mules y sandalias seleccionados siven para hacer un recorrido por la historia de la casa y tamboén por las distintas fuentes de inspiración.

España es una de ellas y se aprecia en un zapato con tacón bajo palio. “El paso ha sido construido en la Orfebrería Religiosa de Villarreal, en Sevilla. Es un objeto en principio religioso, pero hemos retirado las cruces y todo lo que hacía referencia a la religión y he guardado la idea de la pasión. ¡Me encanta España, lo que más me gusta es la pasión del carácter español!”.

Una de las piezas icónicas de Christian Louboutin AFP

Y del glamour y la sofisticación a la comodidad urbana, aunque estos conceptos no tienen que estar reñidos. “El fenómeno de las deportivas se ha hecho muy importante, pero no siento el mismo placer dibujándolos porque vengo de un universo de curvas. ¡Mis dibujos son curvas, por eso me cuesta más dibujar deportivas o zapatos de hombre, porque no están en el universo de las curvas!”.

Pero... ¿es coherente hacer 'stilettos' en estos tiempos en los que arrasan las deportivas y diseñadores como Maria Grazia Chiuri, de Dior, pone a sus modelos zapatos planos porque sus colecciones tienen un marcado mensaje feminista? "Ser mujer también es disfrutar de tu libertad para ser femenina. ¿Por qué elegir una opción cuando puedes tener ambas? No todas las mujeres son iguales. Ponerse unos Louboutin con tacones y dejar de correr puede ser también es algo positivo", añade.

Uno de los singulares zapatos de Christian Louboutin. AFP

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