Si hay un nombre que levanta expectación entre los seguidores de Eurovisión que están en Bakú es el de Loreen. La cantante sueca, de ascendencia bereber, ha convertido su “Euphoria” en una especie de himno extraoficial del Festival: en cada esquina de la ciudad puede escucharse a alguien tarareando su pegadizo estribillo, el Euroclub entra en éxtasis cada vez que suenan sus primeros compases y su magistral puesta en escena mantiene en vilo al espectador durante los tres minutos de actuación.
Pero, ¿qué tiene "Euphoria" que a casi todo el mundo le gusta? Loreen lo tiene claro: la capacidad de cambiar el estado de ánimo de quien la escucha, una virtud que no es fruto de la casualidad, sino de una producción y escenografía estudiada al milímetro.
“Yo nunca había experimentado la euforia y con esta canción creo que siento algo muy parecido, un estado de ánimo en el que logras desprenderte de todo y te sientes iluminada. Por ejemplo, creo que dar a luz debe ser uno de los mayores momentos de euforia en la vida de una mujer, porque mezcla tanto dolor y tanta felicidad que acaba por ocasionar un estado muy especial en el cuerpo, en el corazón y en el alma”, explica la cantante Loreen en una entrevista exclusiva a Rtve.es.
Loreen, entre luces y sombras
Con 29 años y tras una década en la que, según confiesa, ha ganado dinero como directora de programas y documentales y lo ha gastado todo en producir su música, Lorine Zineb Noka Talhaoui ha conseguido la fama internacional gracias a un tema compuesto por Thomas G:son (coautor de “Quédate conmigo”) al que da vida con una puesta en escena muy teatral, en donde se esconde y reaparece entre luces y sombras, moviéndose entre lo humano y lo divino. Y, por supuesto, siempre descalza.
“Dar a luz es el mayor estado de euforia que se puede alcanzar, una mezcla de dolor y felicidad que acaba por ocasionar un estado muy especial en el cuerpo y en el alma“
“En mi actuación pretendo retratar la fuerza de la mujer, aunque no es una canción feminista. A nosotras nos ha tocado vivir unos tiempos muy difíciles, en los que nos han metido en la cabeza una obsesión cruel por la apariencia física pero, a la vez, si quieres ser una mujer líder, tienes que comportarte como un hombre para que te tengan respeto. En la escenografía de “Euphoria” me libero de todo esto, quiero actuar con el mínimo maquillaje posible, con el pelo sin arreglar, mostrarme como una chica normal que está sola en el mundo pero al final encuentra la luz y consigue sobreponerse sin necesidad de renunciar a ser mujer, sin necesidad de artificios, con esta cara, este cuerpo y este pelo que no tienen nada de especial. Desprendiéndote de todo esto, al final lo único que ve la gente es el corazón”, explica de manera apasionada la cantante.
Admiradora de Pastora Soler
Sobre el escenario, Loreen es una artista con todos los ingredientes de diva inalcanzable pero, en cuanto regresa al camerino, es una mujer cercana, espiritual e intensa, sobre todo si tiene que hablar de su proyecto eurovisivo, en el que ha volcado todo su tiempo, alma y talento. Contenta con el resultado, asegura sincera que no consideraría un fracaso volver a Estocolmo sin el trofeo del Festival porque, este año, el nivel está muy alto. Algunos de sus favoritos son el noruego Tooji, el serbio Zeljko Joksimovic y, como no, Pastora Soler.
“Actúo con poco maquillaje, sin peinar... Desprendiéndote de todo esto, al final lo único que ve la gente es el corazón“
“Adoro a Pastora Soler, me fascinan las artistas con tanta fuerza sobre el escenario" afirma Loreen quien, además, es una enamorada de nuestro país: "Me conozco España de norte a sur, he estado en Barcelona, Madrid, Gibraltar, Almería, Málaga... y, de verdad, tenéis unos artistas increíbles. No hablo solo de artistas famosos, sino también de los que te encuentras en cualquier tablao flamenco o en la calle, allí hay mucho talento”, dice la cantante que, por cierto, tiene familia en Pamplona.
Nacida en Suecia y de ascendencia bereber, uno de los mayores orgullos de la cantante es participar en Eurovisión representando a la Suecia más multicultural: “Aunque crecí en Suecia, también hay mucho de la cultura bereber en mi interior y en mi música siempre reflejo esas influencias de África y Europa. Y para mi es un honor representar esa mezcla, porque no creo en las fronteras. Necesitamos mezclarnos para entendernos, si nos separamos demasiado no habrá espacio para todos, si no nos mezclamos jamás nos entenderemos los unos a los otros y mientras no nos entendamos, seguirá habiendo problemas en el mundo”.
Problemas en el ensayo general
Habrá que esperar a la gala de esta noche para ver si finalmente Loreen consigue contagiar su euforia a toda Europa. En el ensayo general de este viernes, que utilizan los jurados profesionales de los países para decidir sus votaciones, la cantante estuvo espectacular aunque, a mitad de canción, inhaló de manera accidental la nieve que cae sobre el escenario y tuvo que dejar de cantar durante unos segundos, apreciándose en primer plano cómo tosía para solventar la situación.
Gane o no, lo cierto es que la cantante ya se ha convertido en un ídolo de masas, con millones de fans en Europa y con un gran interés mediático a su alrededor. Y, de momento, parece que asimila su fama de manera natural: "Reconozco que, de vez en cuando, me gusta la soledad. Cuando necesito inspirarme me voy un mes a algún sitio aislado, en donde no hablo, no leo, no hago deporte, solo medito. Pero también me dedico a una profesión en la que tiene sentido que la gente te vea, así es como veo la fama".