La última película de Belén Rueda es El silencio de la ciudad blanca, una adaptación literaria en la que comparte cartel con Manolo Solo y Javier Rey. Los tres actores confiesan a RTVE que juegan a la Lotería de Navidad y cada uno se precia de mantener las tradiciones familiares.
La actriz explica que son tres hermanos y suelen "comprar siempre un décimo para cada uno" del sorteo extraordinario del 22 de diciembre. Rueda confiesa que si está rodando una película y sale un número de lotería "siempre compro uno porque te dices, acabamos de hacer la peli, pasa un tiempo y no quieres ser el único idiota que no lo ha comprado", aunque no se lleva ningún número de su último rodaje en Vitoria.
A la hora de fantasear con la posibilidad de que le toque el Gordo, Belén Rueda tiene claro que destinaría el dinero a "producir películas", especialmente de directores noveles y jóvenes talentos. La interprete afirma sin la menor duda que "apoyaría a gente joven".
Cola en Doña Manolita
Manolo Solo reconoce que la Lotería siempre la compra su madre: "Es una tradición que viene a verme aquí a Madrid, me trae de Sevilla y compra algo aquí". En concreto, la madre del actor andaluz se pone en la cola de la emblemática administración de Doña Manolita, algo que "tiene mucho mérito para conseguir los décimos" en uno de los despachos con mayor afluencia de público.
Pensar en ganar el primer premio de la Lotería de Navidad pone muy nervioso al interprete sevillano: "¿Qué haría si me tocara? No sé, es una responsabilidad muy grande..., me cago vivo..., me emociono".
“Manolo Solo: ¡Qué no me toque, por Dios!“
Solo recuerda una conversación reciente con un amigo que le comentaba que en Estados Unidos hay una estadística sobre los ganadores de la Lotería y un porcentaje altísimo de gente acaba muy mal, "opción a, arruinados; opción b, se suicidan; opción c, arruinados y suicidándose. Si a mi me tocase me gustaría no entrar en ninguna de estas opciones". Y termina con una exclamación, medio en broma, medio en serio: "¡Qué no me toque, por Dios!".
Tapar agujeros
Javier Rey, que encarna a un inspector de policía en la versión para la gran pantalla de la novela de Eva García Sáenz de Urturi, se siente obligado por la presión social a participar en el sorteo del 22 de diciembre: “Yo compro porque, como me regalan, hay una cosa de que tengo que regalar yo también”. Su compañera de reparto apostilla que "hay que comprar que sino no toca".
Rey admite que no juega demasiado: "Compro como cuatro o cinco y ya está, mis padres, mi hermano,...algún amigo”. Si le tocara el Gordo no piensa suicidarse "ni nada de eso, porque tampoco tocan 15 millones de pavos". El primer premio son 400.000 al décimo y 4 millones a la serie (el número con diez décimos) e interpela a su colega, algo que "no te da para suicidarte, sabes".
Solo le contesta que el Gordo "hay que gestionarlo, gestionar tanto dinero, parece ser que no es nada fácil". Rey termina admitiendo que “haría como todo el mundo, tapar agujeros" y bromea con su compañero: “Esta claro que si le toca a Manolo reparte porque es demasiada presión”.