Loren, Javi y Jonathan se conocieron un verano en Madrid. Concretamente el verano de 2018 en una academia/concurso musical. Cada uno iba como solista, pero en seguida conectaron y supieron ver que habia muchísimas cosas que los unían. Poco después, se escaparon de Madrid durante dos semanas. Se fueron a desconectar a casa de su amigo Julio y allí surgió Meler. Cuentan que durante esas dos semanas no dejaron de componer canciones, que por aquel entonces eran en inglés.
Fue tal la conexión, que de locura decidieron hacer las maletas e irse a probar material en Londres. En las calles de la capital inglesa se dieron cuenta de que lo que hacían gustaba y que a partir de ese momento comenzaba un nuevo camino para ellos. Se lo tomaron en serio, empezaron a tocar en el Metro de Madrid día sí y día también, pero la pandemia los frenó. Durante ese obligado parón, se sentaron, debatieron y decidieron darle un nuevo rumbo a su música.
Ahí nació el proyecto de Meler en español que los ha llevado hasta donde están hoy. Ahora, son una banda de pop "enérgico", como ellos mismos se definen, que intenta hacerse su hueco dentro del cada vez más competitivo mundo de la música. ¿Lo conseguirán?
P: ¿Cómo y cuándo os conocisteis?
R: Nos conocimos hace tres años en una academia de música en Madrid. Somos de distintas partes: Marbella, San Sebastián y Madrid. Entramos un poco por individual en este concurso/academia, pero nos fuimos dando cuenta de que teníamos una química muy guay entre nosotros y gustos musicales muy parecidos. El momento definitivo fue, cuando en julio de 2018, nos fuimos a una casa de un amigo y estuvimos dos semanas ahí componiendo canciones. Vimos que salían canciones muy chulas y un poco de locura dijimos: 'Oye tenemos estos temas. ¿Cómo podemos hacer para que la gente nos escuche? Y nos fuimos a Londres a tocar a la calle.' Nos fuimos diez días y fue el momento definitivo para darnos cuenta de que lo que estábamos construyendo molaba mucho.
P: ¿Qué os hace especiales?
R: Creo que el hecho de que tenemos gustos distintos, pero a la vez muy similares. Si todos pensáramos igual, no habría ningún debate ni ningún enriquecimiento. Lo bonito realmente es la diferencia. Como en las amistades, lo bonito es tener ahí a alguien diferente, con otro punto de vista, pero que al final llegue a un punto común en el que sentirse cómodo. Creo que es algo que nosotros hemos encontrado y que está muy bien.
P: Lo de irse a Londres, ¿es algo bastante común entre las bandas y músicos que empiezan?
R: Sí, es que creemos que en Londres hay muchas facilidades para tocar en la calle. No tienes que pedir permiso para nada. Tú te puedes juntar en cualquier sitio público y tocar. Esa fue una de las razones por las que fuimos para allá. Y, sobre todo, porque en esa época nosotros cantábamos en inglés, así que teníamos que probar con gente que entendiera lo que estábamos tocando. Esa fue la razón principal para irnos.
P: ¿Se gana mucho tocando en la calle?
R: Pues, nos consta que hay mucha gente que se gana la vida con ello. En Madrid también hay mucha gente que se dedica a eso. Es un modo de vida, sin duda, pero hay que decir que es un poco duro. Tienes momentos difíciles y de mucha incertidumbre. Por ejemplo la pandemia, que es lo que menos te esperas. De repente estás un año a cero o un día te llueve y no puedes salir. Entonces, estás muy condicionado a cosas que no dependen de ti mismo.
P: Con la pandemia, ¿os vinisteis un poco abajo?
R: Pues justo la pandemia fue un poco nuestro punto de inflexión. Antes cantábamos en inglés y con el dinero que ganábamos en el metro nos autofinanciábamos nuestras canciones. La pandemia fue un momento para sentarnos y pensar que queríamos hacer y hacia dónde queríamos llevar el grupo. Empezamos a componer en inglés por las influencias que teníamos, pero en realidad nunca habíamos probado cómo sonábamos en español hasta la pandemia. Y nos gustó mucho lo que salió.
P: ¿Es difícil tener éxito en España cantando en inglés?
R: Creemos que sí... Nosotros peleamos mucho el cantar en inglés porque era lo que nos nacía naturalmente por nuestros referentes. Luego decidimos probar con nuestra lengua materna y nos gustó tanto, tuvimos tan buen feedback, que nos motivó a seguir por esa línea hasta hoy.
P: ¿Cuándo os llegó la primera oportunidad profesional?
R: Pasó de una manera muy natural y poco a poco. No es de repente estoy en el metro tocando y pasas a hacer un sold out en un bolo. No. Hay pequeños pasos que van pasando por el camino, que a lo mejor tú en el momento no te estás dando cuenta, pero cuando miras hacia atrás, dices: 'guau, mira todo los objetivos que hemos cumplido en este tiempo.' Nuestra filosofía de grupo siempre es ponernos objetivos a corto plazo que se convierten en logros a largo plazo. Es decir, nos ponemos un objetivo al día, a la semana. Y si haces eso todas las semanas, en un año tienes 200 pequeños logros conseguidos que hacen que llegues a ese objetivo final.
P: O sea, constancia y me imagino que llamar a muchas puertas, ¿no?
R: Claro, es que la idea de que hay un cambio radical de la noche a la mañana no existe. Luego también en las películas les gusta hacer que el calendario va pasando muy rápido y el personaje cambia muy rápido. Pero en la vida real esos meses pasan y no a toda velocidad. En esos meses te llegan muchos noes, muchas puertas cerradas, pero hay que seguir y confiar siempre en lo que uno hace. Si confías y estás convencido de lo que estás haciendo, al final llega el si. Eso es lo que nos ha pasado a nosotros. Poco a poco hemos ido construyendo algo y la motivación que tenemos nos impulsa a seguir, aunque es imposible estar motivado todos los días. Hay que contar con ello y ser consciente de que es importante tener compromiso para avanzar.
P: Bueno también es que parece que el fracaso nunca se cuenta...
R: Sí, la cosa es no tenerle miedo al fracaso. (Jonathan) Hay una cosa que siempre digo y es que mi mayor miedo es el arrepentimiento, no el rechazo. Es decir, acostumbrarte a tener el no, a que te digan que no, porque así vas teniendo como un escudo y eso hace que mejores. Nosotros, a lo largo de nuestra corta carrera, hemos tenido muchos más noes que síes. Y eso hace que tú avances y llegues a dónde quieres llegar. Porque si todo fuese sí, luego no valoras las cosas que consigues. Nosotros hemos aprendido esto tocando en el metro de Madrid, dado que en todo momento estábamos expuestos al no. Es decir, desde el momento que nos montamos en el vagón ya es un no, porque es gente que a priori no te quiere escuchar. Cuando haces eso durante año y medio y cantas la misma canción más de 4.000 veces, todo eso es aprendizaje. Por eso lo que nos llega ahora, lo hacemos sin problema, porque hemos tenido tantos noes que no nos importa. Es como que tienes esa puerta delante, te da miedo cruzarla, pero cuando la cruzas no está mal.
P: Y en el metro de Madrid, ¿habéis tenido alguna experiencia que vais a recordar para siempre?
R: Lo que nos llevamos del metro son dos lecciones que intentamos que sigan con nosotros siempre. En el metro estás expuesto a un público que no te quiere escuchar, entonces a partir de ahí todo son alegrías. Decimos que sí a todo porque disfrutamos de todo lo que nos sale. Hemos estado en el metro, sabemos lo duro que es eso, y nos hace apreciar y valorar lo que tenemos ahora. Sobre todo el crear un escudo, como ha dicho antes Jonathan, que da igual quién te esté escuchando que vamos a dar siempre el 120%. Porque nos daba igual lo que teníamos delante, que nuestra perspectiva de darlo todo no cambiaba.
P: Bueno, delante tendríais a gente enganchada a la pantalla del móvil. Si alguien levanta la mirada de ahí, ¿ya es un triunfo?
R: Sí, y lo que nos llevamos del metro es el cariño de mucha gente que nos impulsaba a seguir. Lo que te decía antes de la motivación y el compromiso, que al ser tres, si a uno no le apetece, el resto tira por él. El tema de que la gente te saque una sonrisa o te diga que le ha encantado, solo eso, sin nada más, nos ayudaba mucho a seguir. Son factores externos, que tú no controlas, y que te están ayudando a ti personalmente. Y que en el metro, el 99% de las veces eran buenas respuestas. Rara vez nos ha pasado algo malo. No hay tanta oscuridad como se puede pensar. La gente está dispuesta, solo hay que crear ese ambiente.
P: En el mundo de las etiquetas, ¿dónde os etiquetáis vosotros?
R: Por melodías en el Pop, sin duda. Pero digamos que hacemos un pop enérgico. Lo que intentamos transmitir es energía, que te salga una sonrisa, aunque sea por un momento. Que escuches nuestras música y te de esa sensación de buen rollo, de evadirte de una preocupación que tienes, que escuches una canción de Meller y estés feliz. Eso es lo más importante para nosotros.
P: Siendo tres, ¿qué es lo peor que lleváis a la hora de gestionaros?
R: La toma de decisiones se hace bastante difícil, porque al fin y al cabo siempre hay tres opiniones diferentes y todas son igual de buenas. Somos muy perfeccionistas y nos autoexigimos mucho. Entonces, a la hora de tomar decisiones se puede ralentizar todo, pero eso hace que sea mejor el objetivo final. Todos queremos lo mejor para el grupo, entonces hay debate y una discusión sana y natural. Nos escuchamos y no hay una predominancia de una ideas sobre las otras. Intentamos llegar a un sitio común y bueno para todos. Y algo que hemos hecho bien desde el principio, es ser muy transparentes entre nosotros. Si hay algo que no cuadra, pues sin ningún tipo de miedo, decirlo.
P: ¿Cuáles son vuestros referentes?
R: El Canto del Loco, sin duda, forma parte de nuestra infancia. Pero tenemos referentes muy diversos: Dvicio, por ejemplo, que además es un grupo que siempre nos ha apoyado mucho. Aitana está haciendo algo increíble en el panorama nacional, Lola Índigo, Natalia Lacunza... Ahora mismo, además, estamos en un momento de la historia de la música en el que es más fácil crear. Es decir, cualquiera puede hacer música desde su casa con un micro, un portátil y una guitarra. Y eso eleva muchísimo la competencia, la dificultad, pero también eleva el enriquecimiento musical para todos. Es una maravilla.
P: Próximos proyectos a corto plazo...
R: El próximo 19 y 20 de noviembre daremos en Madrid, en la sala Morocco, nuestros dos primeros conciertos de Meler exclusivamente. Entonces, nos llena de mucho orgullo y de mucha responsabilidad. De hecho, la primera fecha ya hemos hecho sold out y para la segunda quedan pocas entradas. Así que estamos muy emocionados. También vamos a sacar en vídeo una pieza biográfica de nuestros inicios. Y en diciembre sacaremos el próximo single con una colaboración sorpresa de México. Se vienen muchas cositas...