‘Estirando el Chicle’ no descansa en verano. Carolina Iglesias y Victoria Martín son con su programa lo que Dulceida con sus redes; casi “adictas”. Las cómicas seguirán ofreciendo contenido en la época estival a la par que Aida Domenech lo hará en sus redes. La influencer confiesa que no puede pasar un día sin subir contenido porque es consciente, como dice la canción de Queen, de que: the show must go on.
Cuando el podcast parecía poner fin a su tercera temporada con el último y sorprendente programa en el que entrevistaron a Chelo García Cortés, las presentadoras nos dan la buena nueva. El programa de humor no para en verano, pues emitirán cinco programas especiales grabados en la azotea del Aloft Gran Via Madrid. De los estudios de la Cadena Ser al cielo de Madrid con invitadas como Aida Domenech, que es la encargada de inaugurar "Summer Edition” del popular podcast.
Dulceida se mostró sin filtros ni censura
A pesar de que Victoria le lanzó un par de pullitas, siempre desde el humor, esta las supo recoger con total naturalidad ganándose así a la audiencia de ‘Estirando el Chicle’. Domenech demostró su maestría para seguir la tónica habitual del programa y no se cortó ni un pelo a la hora de hablar de sus complejos, su pareja, el postureo, la ansiedad, la cirugía estética o incluso la caca. "Siempre he querido hacer un vídeo exclusivamente hablando de caca", decía en primicia, mientras Carolina y Victoria le animaban a hacerlo. "Te hacemos la escaleta", respondía en su apoyo Carolina. Pero ella aseguraba que le parecía un poco pasarse.
"Odio el postureo", subrayaba una de las influencers, por no decir la más seguida de nuestro país. Además, durante el programa reconocía sin pudor que se había hecho un par de retoques: "Me he operado las ojeras y algún que otro pinchacito de botox." Aida también admitió que antes era un poco más natural. "Ahora me corto un poco más", confesaba la también youtuber.
Cómo actuar con los haters
Dulceida cuenta que hay una seguidora, “la dulcehater” le llaman, que todos los días está malmetiendo entre ella y su pareja Alba. La influencer reconoce que, al estar tan expuestas a la opinión pública, cada vez que pasan más de dos días sin subir una foto juntas la gente empieza a hablar sobre una posible ruptura entre ellas. Ella misma señala que están un poco hartas, que intentan pasar del tema pero que a veces es inevitable que les moleste. Al final, la solución pasa por bloquear a este tipo de usuarios. "Este mes he bloqueado más cuentas que nunca", apostilla.
Dulceida también habló de la competitividad dañina que existe en su mundo, de las falsas amistades y las envidias. "Hubo un tiempo en el que estaba todo el tiempo comparándome con otras influencers", aclara Domenech.
La invisibilidad lésbica
Durante la grabación del podcats también se trató el tema de la invisibilidad que todavía sufren las lesbianas. Aida sabe que actualmente es uno de los pocos referentes públicos que existen y señaló que se siente muy afortunada “porque en ese sentido vivimos como en una burbuja, aunque es verdad que algunas marcas no te cogen y eligen a una pareja normal para ellos.” Sin embargo, quiso destacar algo cada vez más común cuando llega el mes del Orgullo. "Hay marcas que en todo el año no hacen nada y de repente lo quieren hacer todo."
Por ese motivo, Alba y ella decidieron que este año no harían nada con ese tipo de empresas que solo aparecen en julio. “Las marcas se acuerdan de la gente LGTB en junio y julio y de las mujeres en marzo”, denuncia Carolina Iglesias. Y Dulceida sentencia: “Me indigné muchísimo el Día de la Visibilidad Lésbica. Yo siempre pongo cosas, pero me cabreé porque nadie, ni mis amigos, ni influencers ponían nada y no es una cosa solo nuestra”. “A mis amigos les decía: ¿Y vosotros qué?”