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ENTREVISTA

Las escenas de sexo tienen coreografía: Así es ser coordinador de intimidad en la ficción española

  • ¿Sabías que existía esta profesión?

  • Te contamos en qué consiste exáctamente y quién es la única persona en España que lo hace

Leticia Romero
10 min.

A raíz del movimiento 'Me Too' que removió a medio Hollywood, se comenzó a ver necesaria la figura de un o una coordinadora de intimidad para gestionar las escenas de sexo que luego vemos en nuestras pantallas. Actrices como Kate Winslet reclaman en la actualidad que esta figura sea obligatoria en todos los rodajes con tramas sexuales. Su figura ha cobrado tanta relevancia que la directora de 'Podría destruirte' le dedicó su premio Bafta a la coordinadora de intimidad de la serie, Ita O’Brien, señalando lo importante que es que haya una persona encargada de hacer que el reparto y el equipo se sientan cómodos durante el rodaje de escenas íntimas.

En España este nuevo y curioso trabajo aún nos suena a chino. Ya que hasta el momento esta figura no existía, o al menos no con ese nombre. Puede que lo haya introducido el gigante Netflix, o puede que no tuviese una denominación concreta. Sea como fuere, hablamos con la primera persona que oficialmente desempeña este cargo en España. Ella es Miryam Benedited, y sí, puede que su nombre te suene de algo que poco o nada tiene que ver con el sexo.

Miryam lleva años dedicándose al baile dentro del mundo televisivo. Como coreógrafa ha pasado por programas de gran éxito como Operación Triunfo o Tú cara me suena. También ha participado en numerosos musicales, y ahora, sin ella buscarlo, se dedica a coreografiar escenas de sexo en series como 'Instinto', el thriller erótico protagonizado por Mario Casas. "Vas a ser la primera que me entrevista por esta movida. La gente aún no sabe muy bien de que va a esto", comienza Miryam esta charla.

P: ¿Puede que tú seas la primera coordinadora de intimidad de España?

R: En España yo creo que no hay nadie que lo haya hecho. Así que creo que soy la primera.

P: Coordinadora de intimidad o coreógrafa de escenas sexuales, ¿se dice así?

R: Se llama coordinadora de escenas íntimas o coordinadora de intimidad. Ese es el nombre y así aparece en créditos, al menos en teoría. Porque lo primero que hice de esto fue hace muchos años y la verdad es que yo creo que aquí no sabíamos ni cómo se llamaba. La productora vio la necesidad de tener a una persona especialmente para estas escenas, porque en la serie 'Instinto' el tema sexual era bastante heavy. En ella estaba toda la parte del club nocturno en la que la figuración y toda la coordinación era compleja. Me acuerdo de una escena de un trío con Mario que tuve que coordinar. En ese momento no sabíamos si tenía un nombre o no, simplemente que la productora vio la necesidad de una figura que dirigiese todo aquel asunto.

P: ¿Cómo acabaste en este trabajo tan particular?

R: Yo estoy segura de que si hablas con otras personas que hacen esto en otros países, porque aquí no conozco a nadie, creo que han llegado desde diferentes ramas. No creo que haya un lugar específico desde el que llegar. Incluso alguien ha podido llegar desde la psicología.

P: Me imaginaba más la figura de una sexóloga...

R: Es que no es eso. Realmente el trabajo consiste en varias cosas. En este último rodaje para Netflix, por ejemplo, he aprendido muchísimo y sobre todo me he dado cuenta que no sabía que sabía tanto, pero no solo de sexo. El trabajo tiene muchas partes: la psicológica, que es la de que los actores estén cómodos con ellos mismos, con la escena y cómodos entre ellos. Es decir, tú puedes encontrarte dos actores que se lleven muy bien y que tengan mucho feeling, pero puede ocurrir lo contrario. Entonces hay que gestionar y velar porque todo el rato estén cómodos, ver si hay algo que les incomoda y cómo podemos llevarlo. Si de repente surge que entre ellos no hay nada de feeling, pues también establecer unos límites muy grandes. Eso es una faena, en cierta manera porque al director le gusta muchas veces la improvisación y la frescura. De ahí es de donde salen siempre maravillas. Esa es la parte psicológica.

Luego está la parte física, la fisicalidad. Una de las cosas que a mí más me ha gustado es trabajar mano a mano con el director para ver lo que él quiere transmitir. Es decir, no es lo mismo querer transmitir una situación íntima romántica, que un aquí te pillo aquí te mato, una primera relación sexual o una relación muy fogosa. Todo eso tiene una fisicalidad, porque el cuerpo habla. Esa manera de hacer, acariciar, tocar, estar o de moverse, es un indicativo de la escena. Entonces, ayudar al director a conseguir esa fisicalidad para que esa escena diga exactamente lo que él quiere transmitir para mí ha sido muy interesante. Ahí es dónde creo que he jugado un buen papel, en el sentido de que al venir del mundo de la danza el control sobre el cuerpo es diferente.

P: ¿Ahí es donde entra tu experiencia como coreógrafa, no?

R: Tú vas marcando cosas que, como bailarina o coreógrafa, ves más fácilmente. Una simple mano puede dar sensación de más frialdad o de más ternura. También me ayuda el hecho de que en el mundo de la danza no le tenemos miedo al cuerpo. Nosotros cuando bailamos en pareja te tocas y generas una confianza con la persona que lo estás haciendo. Creo que esa soltura me ha permitido ayudar bastante en el manejo de estas escenas.

P: Como en el baile, ¿hay bailarines/as malos o incorregibles?

R: No lo sé... Hay personas que les cuesta más y otras que menos, pero al final son cosas de la vida diaria. Esto no requiere ninguna técnica especial, ni ninguna preparación. Igual que un director en una escena normal puede corregir cómo quiere que estén tomándose un café en una cafetería y cómo va a ser esa charla o las miradas, pues esto es un poco lo mismo. No hay ni buenos, ni malos. Hay buenos actores y malos actores.

P: ¿En este tipo de escenas todo está pactado o hay un hueco a la improvisación?

R: Hay siempre un hueco a la improvisación, pero está casi todo más o menos marcado. Si luego surgen cosas de la improvisación, maravilloso. Lo que pasa que esto suele ocurrir cuando los actores tienen feeling. Tiene que estar todo pautado, hasta los desnudos. Normalmente los desnudos no son desnudos del todo. Aún así, antes de empezar un rodaje los actores saben perfectamente que es lo que van a tener que enseñar y lo que no. También en las escenas de sexo no es necesario estar completamente en pelotas. Hay trucos, que no se ven, para hacerlo.

P: ¿Hay todavía muchos tabúes a la hora de hablar de sexo dentro de la industria?

R: Eso forma parte de mi trabajo también. Lo primero es crear un vínculo de confianza con los actores para que todos nos sintamos cómodos hablando de sexo. Por ejemplo, en el último rodaje lo primero que hicimos es tener reuniones para hablar y hablar de las escenas en un tono muy natural, pero muy claro. Así se va creando un vínculo, para que luego cuando lleguemos a rodaje, que es todo mucho más complejo, sea súper cómodo. Un rodaje es una locura porque cada uno está a lo suyo. Entonces, que ellos en un momento dado, tengan cualquier necesidad o cualquier petición es importante y tranquilizador para ellos tener a una persona específica para eso. Y te hablan súper claro. En mi corta experiencia ha sido todo muy positivo generando siempre un círculo de confianza y luego ya todo fluye.

P: No solo hablamos de escenas de sexo, sino también de violaciones. ¿Cómo es coordinar esto?

R: Yo imagino que precisamente la creación de esta figura en otros países viene inicialmente de ahí: de los abusos que se podían llegar a cometer en escenas sexuales. Es decir, como me toca hacer esta escena pues a lo mejor el director mientras la ensaya se sobrepasa, o a lo mejor la actriz o el actor siente que se sobrepasa, o también se puede dar entre los actores. Hay una anécdota que corre por ahí, que no sé si es o no cierta, que en la serie Friends dos de las actrices tuvieron una escena con Jean-Claude Van Damme y ellas contaban que les tenía que dar un besito de nada y aprovechó la secuencia para meterles la lengua hasta la garganta. A lo mejor ellas en ese momento no tenían las herramientas para pararlo. Ahora mismo eso no pasaría. Precisamente porque esta figura también está para eso, para que la actriz pueda decirte que se siente incómoda porque al actor con el que está rodando y se le ha dicho que te acaricie la espalda, de repente te está tocando un pecho, por ejemplo.

P: ¿Por eso es importante que todo quede bien reflejado en guion?

R: Sí, pero muchas veces el guion es referencial y luego la escena puede variar, ampliar y tener miles de retoques. Un guion nunca suele ser fijo, lo que si es fijo es ese ensayo de esa escena, el cómo queda a pesar de que el director la cambie y de repente se vuelva muy heavy, pues fijarla en ensayos. Es decir, dentro de lo heavy llega hasta aquí. Y que la actriz sepa que es una interpretación. Cuando se puede llegar a sentir mal es cuando se ha pactado una cosa y aprovechando el rodaje, o lo que sea, la otra persona lo cambia.

P: ¿Has presenciado alguna escena incómoda?

R: De momento no, creo que he tenido mucha suerte. Es verdad que al principio del rodaje de una serie o peli todo el mundo está un poco más cortado, pero al segundo día ya están todos tranquilos y todo bien. También es verdad que con todas las cosas que han ocurrido en el pasado, todas estas denuncias que han salido, yo creo que ahora la producción está todo muy preparado para que todo sea muy cómodo y no pase absolutamente nada. Creo que cuando los actores van a un set de rodaje lo tienen todo súper claro y no creo que haya cabida para muchos problemas. Pero bueno, nunca se sabe.

P: ¿Se muestra ahora mucha más diversidad sexual en la ficción?

R: Por suerte yo eso ya lo llevo viendo desde hace unos años. Reflejamos la realidad. No como antes que veías una película o una serie y todas las relaciones eran heterosexuales. Ahora por suerte unas son hetero, pero otras no. Yo creo que está bien tener conocimiento. Me acuerdo que con 20 años yo no tenía ni idea de nada. Al final conocer te da tranquilidad y seguridad para ciertas cosas.

P: En EEUU ya se está pidiendo que esta figura sea obligatoria. ¿Lo consideras necesario?

R: Yo he visto que sí que es necesaria la figura, porque la gestión y cómo están los actores no tiene nada que ver. Otra cosa es que a lo mejor sea una serie ya con actores con el culo pelao, que estén hartos de hacer este tipo de escenas y que digan mira no nos hace falta. Pero creo que en general, y sobre todo en este mogollón de series que hay ahora de adolescentes y para adolescentes en que los actores son extremadamente jóvenes, puede ser una cosa buena para ellos y para el rodaje.

P: ¿Vas a dejar el baile por esto?

R: Yo hago las dos cosas. Estoy montando el musical de 'Cantando bajo la lluvia' en el teatro, luego haré 'Tu cara me suena', pero simultáneamente. Hago las dos cosas: cuando quieran que haga de coordinadora de intimidad lo hago, y cuando quieren coreografía pues coreografía. Pero la verdad que he aprendido mucho y lo que me queda. A medida que voy trabajando con diferentes actores, y sobre todo directores, porque ellos son los que marcan las pautas distintas, iré cogiendo más tablas en esto.

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