PLAYZ
ENTREVISTA

Iago De La Campa: "La pandemia ha demostrado el egoísmo de la gente, prima el salvarse cada uno su culo"

  • “Al final esto es España y todo el mundo necesita odiar cosas”

  • "Esas viejas masculinidades son las que nos llevan a las conductas tóxicas que vemos hoy"

  • Una charla para conocer un poco más el mundo interior del poeta gallego

LETICIA ROMERO
10 min.

Iago de la Campa nació en Coruña en el 1993. Con solo 27 años acaba de publicar su octavo libro: Cuidado con los sentimientos (La esfera de los libros), que se dice pronto. Es conocido por subir gran parte de sus textos a Twitter e Instagram y recibir miles de likes e interacciones de su público. A pesar de ello, las redes sociales tampoco le apasionan, las ve cómo una especie de museo dónde exponer y presentar su trabajo, más ahora que ya no hay firmas, ni recitales: “Estaba acostumbrado a un modo de vida de hacer muchísimas firmas al año, muchos viajes y todo eso se ha ido a la mierda.”

Con la COVID Iago se ha tenido que resignar, pero no por ello ha dejado de crear. Su creatividad e imaginación no las frena una pandemia. Me cuenta que esta extraordinaria situación le ha dado ganas de vivirlo todo al máximo, una frase propia de un moribundo. “Al final todos los proyectos que teníamos, como mi bar, se han ido un poco al garete. Entonces ahora es aprovechar todo lo que venga y se pueda.”

Muchos definen su trabajo como “Poesía moderna”, pero él no lo llamaría así. “Para mí se parece más a una canción que a un poema. Al final las etiquetas sirven para englobar a unas personas de una generación y hay gente que escribe muy diferente, pero cogen y los meten a todos en el mismo saco.” Tampoco se siente muy cómodo cuando le llama youtuber o instagramer. “Soy escritor”, subraya.

Queremos indagar más sobre el Iago escritor y también sobre la persona que hay detrás. Qué le motivó a iniciarse en la escritura, qué es ahora para él, cómo encontró la inspiración durante la pandemia o qué piensa de temas como La isla de las Tentaciones, los haters o las nuevas masculinidades. ¡Empezamos!

P: ¿Qué te parecen frases como esa de que la pandemia nos haría mejores?

Iago: Odio esa frase. Al principio fue como un boom. Muchos querían hacer cositas en internet, muchos directos en Instagram y demás. Lo dije desde el primer momento: la gente es egoísta y ahora nos damos cuenta con las imágenes que vemos en la tele: gente que no se cuida nada, gente que si puede hacer fiestas ilegales las hace, montando eventos que no se deberían, comunidades autónomas en las que vale todo y otras en las que está todo completamente cerrado… Y ya no hablemos de los políticos, poniéndose ellos en primer lugar. La pandemia ha demostrado el egoísmo de la gente, prima el salvarse cada uno su culo y el quedar bien. Que parezca que haces las cosas bien, pero después si no me ve nadie hago lo que me da la gana.

P: ¿Qué estás haciendo ahora que no hacías antes?

I: Pues cuidarme un poco más. Pero hay muchas cosas de antes que me gustaban mucho como estar tomando algo con mis amigos, el poder viajar, el poder conocer a otra gente… Al final, el socializar es lo que más nos ha comido. Porque las cosas que hacía en casa las sigo haciendo, pero me gustan menos. Ya estoy cansado de ver películas, ver series, de jugar al ordenador. Llevamos un año en el que casi todo el entretenimiento ha sido por ese medio. Antes odiabas que la discoteca estuviese llena de gente y te dieran codazos, y ahora quieres ir a bailar y que te los den.

P: ¿De dónde viene tu pasión por la escritura? ¿Quién apostó por ti?

I: Yo llevo escribiendo casi desde que tengo uso de razón. Siempre me ha gustado leer, sobre todo fantasía. Mis primeros recuerdos son en torno a un libro. Y después, con 12 años, empecé a escribir canciones de rap con mis amigos y eso me animó a escribir poemas. Luego también toqué la narrativa con unas amigas a las que también les gustaba, aprendí a tocar la guitarra y a escribir canciones. Fui mejorando en esas canciones y al final quedaron las letras. En 2013 empecé a subir los textos como tal a Twitter y vi que a la gente le gustaba. En Twitter empecé a ver cada vez más seguidores, hasta que en 2015 Diego Ojeda me escribió, justo estaba empezando una serie de ediciones con su editorial independiente, y así salió mi primer libro en 2016: ‘Viajes a Kerguelen’ que fue un bombazo. A partir de ahí vinieron todos los demás. Fue un poco una historia de tocar todos los palos para encontrar el que más te gusta y mejor se te da.

P: “Escribo porque no tengo ni puta idea de otra forma de conocerme mejor, porque es mi lugar seguro”, dices. ¿La escritura es para ti una especie de terapia?

I: Yo creo que al final es una terapia para todos: para los que escribimos y para quienes lo leen. Al final yo cuento historias que me pasan o que pasan a mi alrededor y los que lo leen les sirve para meter sus historias dentro de esas. Porque al final todos nos queremos sentir identificados cuando escuchamos una canción, cuando vemos una peli o cuando leemos. Leyendo mis textos de hace 6 años, por ejemplo, veo que ya no soy esa persona, pero todavía me reconocía en ellos. Al final para mí los libros son como un diario, porque escribo casi todos los días.

P: ¿Qué opinas sobre el concepto de ‘Juvenoia’ (La creencia de algunos miembros de una generación anterior de que una generación más joven es de alguna manera deficiente, menos digna)?

I: Yo creo que ese rechazo lo ha habido siempre. Por ejemplo, con el tema de los hippies que todas las generaciones anteriores se metían con ello. En los 80, con el tema de la Movida y la gente que empezaba a salir. Ahora mismo veo en Twitter como la gente se mete con otros que solo tienen 5 años menos, aunque están casi todos viviendo las mismas cosas. Estamos todos en un momento vital muy parecido porque la adolescencia se ha alargado muchísimo, pero siempre tenemos que criticar a los que vienen. En la pandemia se ha visto mucho. Yo he tenido discusiones en mi entorno familiar por este tema, porque se les echa la culpa a los jóvenes de los contagios… Y no es del todo así. Mucha gente mayor toma muchísimas menos medidas. Por la calle he visto tanto a adolescentes como a gente muy mayor con la mascarilla mal puesta o directamente sin ella.

P: En nuestro programa de debate Gen Playz tratamos muchos temas entre ellos las nuevas masculinidades. ¿Qué es para ti ser hombre?

I: No me esperaba esta pregunta (entre risas). Pues no lo sé… Para mí ser hombre es ser persona. Antes el hombre tenía que ser el hombre de la casa, el que tenía que llevar el pan, pero ahora no. Entonces es ser una persona decente, honrada y sincera. Intentar ser buena persona en la medida en la que se pueda.

P: ¿Te consideras un nuevo tipo de masculinidad?

I: Supongo que sí. Yo siempre reivindico que mis libros no son solo textos para que lean mujeres. Hay muchísimos hombres que los leen y que los comparten. Se comparten sobre todo entre muchas parejas. Y al final lo que se ve es que todos sentimos las mismas cosas. Entonces eso de que un hombre no puede llorar, no puede sentir o no puede decir que le gusta alguien porque hay que hacerse “el chulito”, no lo comparto. Al final esas viejas masculinidades son las que nos llevan a muchas de las conductas tóxicas que vemos hoy.

P: Confiesa: ¿Cuántas veces te han llamado intensito?

I: Sí, es que yo creo que la gente piensa que soy mucho más intenso de lo que soy en realidad. Yo al final estoy todo el día de broma y no hablando de sentimientos y cosas profundas. Pero sí que me lo han llamado, porque al final la gente solo conoce un 3% de ti, la parte de reflexiones que expones en los libros. Pero hay que tener en cuenta que no siempre son reales las cosas que se escriben. Es ficción, aunque hable de mí.

P: En tus textos hablas sobre todo de amor y de desamor. ¿Qué opinión te merecen cómo se muestran las relaciones en programas como La isla de las tentaciones?

I: Sinceramente creo que todas esas parejas ya saben a lo que van. Son parejas que están casi rotas o que incluso se vuelven a juntar para ir, como muchas han confesado. Al final si quieres a alguien, no necesitas ponerle a prueba nada. Van a lo que van. Para ellos es un contrato de trabajo. Van a trabajar. Intentan sacarle el máximo partido a la experiencia para ganar dinero. Ellos saben que si se lían con alguien van a estar más en la tele, le van a subir los seguidores y por tanto van a tener más campañas y bolos. Es todo negocio.

P: Entonces, si todo es mentira, ¿por qué lo seguimos viendo?

I: Porque nos gusta el salseo. Somos unos marujos y marujas. Yo lo soy. Queremos saber siempre más, aunque ya lo sepamos. De hecho, en esta edición ya sabemos todo antes de que pase, pero lo seguimos viendo por comentarlo todo. Al final es algo que ha dejado la pandemia: comentar lo que ocurre por tu grupo/grupos de Whatsapp. Te intentas poner en su situación: ¿Qué harías si fueras tú?

P: Eres consciente del poder que tienen las redes para difundir tu trabajo y tienes cientos de comentarios positivos, pero ¿ya te han salido también los haters?

I: Muchísimos, sobre todo en Twitter. Pero no les puedes dar demasiada importancia. A veces pasa que tienes 2000 comentarios buenos y no te dan una súper energía, pero un comentario malo te jode del día. Hay que intentar apreciar más las cosas buenas y dar la importancia justa a las cosas malas. Puedes poner en duda si tiene o no razón, pero ya está, nada más.

P: ¿Crees que mucha gente usa las redes para separar y difundir odio?

I: Creo que la mayoría no quieren ir a hacer daño. Para muchos es como un juego, se escudan en que tienen un alias y se ponen a insultar para liberar sus propias tensiones. Es una forma de soltar todo lo malo que tienen dentro, sus frustraciones con gente que no conocen de nada. Luego hay gente que cree que puede hacer las cosas mejor que tú. Bueno, si puedes hacerlo mejor, hazlo, a mí me da igual. Hay muchas envidias. Al final esto es España y todo el mundo necesita odiar cosas. Siempre tenemos que tener un “enemigo” y rajar.

P: Háblame de todos esos proyectos que tienes entre manos.

I: Tengo una novela ya escrita que saldrá en otoño. Además de otro libro de textos que supuestamente saldrá el año que viene. Y después, tengo entre manos una sala de conciertos/pub en la que hacer firmas de escritores, recitales, conciertos… La intención es hacer algo un poco más cultural en Coruña. Algo que creo siempre es bienvenido en todas las ciudades.

Noticias

Televisión

Radio

Deportes

Infantil

A la Carta

Playz