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El Banco de España eleva dos décimas el crecimiento este año, hasta el 2,7%, en un escenario "incierto" por los aranceles

  • Mantiene las previsiones para el próximo año y el siguiente, en el 1,9% y en el 1,7% respectivamente

  • Revisa al alza la inflación prevista para 2025 en cuatro décimas, hasta el 2,5%, por el encarecimiento de la energía

El Banco de España eleva dos décimas el crecimiento este año hasta el 2,7%
DIANA FRESNEDA
Tiempo de lectura 6 min.

El Banco de España ha mejorado en dos décimas la previsión de crecimiento de la economía española para este año, hasta el 2,7%. En medio de una coyuntura mundial "incierta y compleja" por la posible imposición de aranceles por parte de la Administración de Estados Unidos, ha subrayado el supervisor, la economía española "ha seguido sorprendiendo al alza y mostrando un ritmo de crecimiento robusto" en 2024 y prevé que siga esta tendencia en el primer trimestre del año, repuntando entre el 0,6% y el 0,7%.

Así, prevé que se mantenga la facturación de las empresas y el buen comportamiento del empleo, con una contribución del sector exterior "levemente positiva", aunque advierte: "De cara a los próximos trimestres, se proyecta una desaceleración gradual de las tasas de avance de la actividad hacia valores coherentes con la capacidad de crecimiento potencial de la economía española, que se situaría ligeramente por debajo del 2% interanual al final del horizonte de proyección".

En un nuevo informe sobre proyecciones macroeconómicas, publicado este martes, el organismo dirigido por José Luis Escrivá mantiene a su vez las previsiones para el próximo año y el siguiente, en el 1,9% y en el 1,7% respectivamente. En este periodo, el crecimiento estaría basado en el empuje de la demanda interna y, en particular, del consumo privado, debido a "la evolución favorable que se proyecta para la renta disponible y el empleo, así como del incremento poblacional previsto".

Las cifras aportadas por el Banco de España se sitúan por encima de la estimación del Gobierno, que dibujó un crecimiento del 2,6% para este año, aunque por debajo para el siguiente, que dejó en el 2,2%. También están ligeramente por encima de la de otros organismos internacionales como la Comisión Europea, que pronosticó que el PIB se elevará un 2,3% en 2025; o el Fondo Monetario Internacional (FMI), que estimó un repunte del 2,1%.

"Incertidumbre" por las tensiones comerciales

De cumplirse estas previsiones, la economía española seguiría creciendo el próximo año muy por encima de sus socios comerciales y también del conjunto de la eurozona, que solo creció un 0,2% en el cuarto trimestre de 2024, la misma tasa que se prevé para el primer trimestre de este año de acuerdo con las últimas estimaciones del Banco Central Europeo.

No obstante, estas previsiones "no incorporan explícitamente el posible impacto adverso sobre la actividad de los mayores niveles de incertidumbre y de tensiones geopolíticas en los últimos meses", ni la posibilidad de flexibilizar las reglas fiscales en la UE con el propósito de incrementar el gasto público en defensa. Tampoco el impacto de los aranceles anunciados por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, que —de acuerdo a la evidencia histórica— suelen provocar que "los hogares y las empresas pospongan sus decisiones de gasto e inversión, lo que contribuye a ralentizar el crecimiento del PIB".

De esta forma, el Banco de España insta a "seguir monitorizando" hasta qué punto la actividad económica española puede seguir manteniendo un ritmo de crecimiento sensiblemente superior; así como la evolución de la inversión privada, que muestra una senda de recuperación particularmente débil.

Prevé que la inflación repunte hasta el 2,5% este año

A su vez, el supervisor ha revisado al alza la inflación prevista para 2025 en cuatro décimas, hasta el 2,5%, en relación con las previsiones publicadas en diciembre. Este incremento responde "fundamentalmente a los mayores precios de la energía observados en el inicio del año y a que la senda futura prevista para los mismos es más elevada que la contemplada hace tres meses", ha explicado.

Se trata de unos incrementos que los analistas interpretan, por el momento, como "transitorios", pero que "podrían terminar resultando más persistentes y afectando por tanto a las perspectivas de política monetaria de los bancos centrales". Para 2026 y 2027 deja la estimación sin cambios, en el 1,7% y el 2,4% respectivamente.

Por su parte, la creación de empleo se prolongará a lo largo del período 2025-2027, aunque continuará reduciendo su ritmo de avance, en línea con lo observado en los últimos trimestres. En particular, se prevé que, frente a los incrementos del 3% y el 2,2% registrados en 2023 y 2024, respectivamente, el empleo —medido en términos de personas ocupadas— aumente un 1,9% en 2025 y ralentice progresivamente su crecimiento hasta una tasa del 1% en 2027.

Mientras que la tasa de paro continuará decreciendo, si bien a un ritmo menor que el observado en 2024. Según sus estimaciones, se reduciría desde el 11,3% a cierre de 2024 hasta el 9,5% en 2027.

Estima que el déficit cerrará por encima del 3%

En cuanto al déficit de las Administraciones Públicas, el Banco de España ha mantenido su previsión de que podría cerrar 2024 en torno al 3,4% del PIB, superior al 3% estimado por el Gobierno y por encima de lo exigido por Bruselas (3%). Posteriormente, se reduciría hasta el 2,8% en 2025 y al 2,6% en 2026 y 2027, lo que supone una revisión a la baja de una décima en cada año con respecto a diciembre.

En términos del cumplimiento de las reglas fiscales europeas, el supervisor prevé un crecimiento del gasto computable neto del 4,5% en 2025, del 4,1% en 2026 y del 3,8% en 2027, lo que supone unas tasas de avance que se sitúan, en esos años, unas ocho décimas, seis décimas y otras seis décimas por encima de los máximos establecidos en el Plan Fiscal Estructural a Medio Plazo comprometido con Bruselas.

Y se mantiene sin cambios la previsión acerca del impacto de las medidas desplegadas en respuesta a la dana: un 0,5% del PIB repartido entre 2024 y 2025. "En cualquier caso, el efecto de estas medidas en el saldo de las Administraciones Públicas podría ser menor si una parte del gasto fuera sufragado con fondos europeos", afirma el supervisor.  

Por su parte, la deuda pública en porcentaje del PIB se reduciría desde el 101,8% observado en 2024 hasta el 101% en 2027, una resistencia a la baja que se explicaría, entre otros factores, por el impacto de los préstamos de los fondos europeos en 2025 y 2026.