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El BCE opta por dar oxígeno a la economía y recorta los tipos de interés al 2,5% en medio de la incertidumbre

  • El precio del dinero baja en 25 puntos básicos por quinta vez consecutiva, hasta su nivel más bajo desde febrero de 2023

  • Lagarde insiste en que las decisiones se tomarán atendiendo a los datos, incluso en un momento de "incertidumbre" como este

RTVE.es
Tiempo de lectura 4 min.

El Banco Central Europeo (BCE) ha vuelto a recortar los tipos de interés en 25 puntos básicos, con el objetivo de seguir dando impulso a una economía debilitada, ahora que la inflación está cada vez más bajo control -en febrero volvió a bajar tras cuatro meses de subidas-. Es la quinta rebaja consecutiva en el precio del dinero, que deja la tasa de depósito —que remunera el exceso de reservas a un día y que el organismo utiliza ahora como referencia— en el 2,5%, su nivel más bajo desde febrero de 2023.

Mientras, la de las operaciones principales de financiación (OPF) —las inyecciones semanales de crédito— baja hasta el 2,65% y la de la facilidad de crédito —la que presta a los bancos a un día—, al 2,9%.

Así lo ha decidido el Consejo de Gobierno este jueves en la segunda reunión del año, que se ha celebrado en medio de las tensiones arancelarias y las negociaciones de la paz en Ucrania, factores que han llevado en los últimos días a los mercados a especular con la posibilidad de que el BCE mantuviera el precio del dinero y que, una vez confirmado el recorte, se traslada a la siguiente reunión del organismo, prevista para el 17 de abril.

"No nos comprometemos de antemano con una senda concreta de tipos", ha advertido la presidenta del organismo, Christine Lagarde, que sigue insistiendo en que las decisiones se tomarán "reunión a reunión" y atendiendo a los datos, incluso en un momento de "incertidumbre" como este. "Hay peligros en todas partes e incertidumbre mires donde mires. En este contexto, nuestra determinación es alcanzar el objetivo, pero lo haremos sin comprometernos a un camino concreto. Ahora esto es más relevante que nunca, con la incertidumbre que hay", ha recalcado.

En esta ocasión, la decisión de recortar los tipos de interés no se ha tomado por unanimidad. Según ha revelado la propia Lagarde, "nadie se opuso", pero sí que hubo "una abstención", la del austriaco Robert Holzmann.

Los aranceles de Trump, en el punto de mira

Una de las grandes incógnitas en este momento es cómo afectarán a la economía los últimos anuncios de Donald Trump en materia proteccionista. El presidente de Estados Unidos advirtió la pasada semana que los aranceles sobre los productos de la Unión Europea serán del 25% en general, que los anunciarán "muy pronto" y que "se aplicarán a los automóviles y a todas las cosas".

Si finalmente se cumplen las amenazas del magnate, sus efectos sobre la economía europea podrían ir en dos direcciones: desacelerar la actividad y, por lo tanto, los precios; pero también hacer subir el dólar, lo que llevaría a una inflación importada en la eurozona. A su vez, si Europa toma represalias con sus propios aranceles a los bienes importados de Estados Unidos, eso alimentará nuevamente la inflación, lo que complicará la tarea del BCE para seguir bajando los tipos, que ya se encuentran en niveles de principios de 2023.

La propia Lagarde reconoció el pasado mes de febrero que la "fricción" en el comercio mundial, como el inicio de un conflicto arancelario con Estados Unidos, puede entorpecer su objetivo de rebajar la inflación al 2% en 2025. Y este jueves ha advertido de que una escalada de las tensiones comerciales "reduciría el crecimiento de la zona euro", al debilitarse las exportaciones y el crecimiento global, además de una reducción de la inversión.

Preguntada sobre un aumento masivo del gasto en defensa, la presidenta del organismo ha recalcado que podría impulsar el crecimiento en la zona euro, pero también crear presiones sobre los precios: "Tenemos que entender cómo funcionará esto, cuál será el calendario, cuál será la financiación, para poder sacar conclusiones y evaluar la contribución al crecimiento y el impacto sobre la inflación", ha añadido.

Rebaja al 0,9% la previsión de crecimiento en 2025

El supervisor, consciente de ello, ha decido rebajar las previsiones de crecimiento para la eurozona este año en dos décimas respecto al escenario dibujado en diciembre, hasta el 0,9%. En el caso de 2026 se queda en el 1,2% y en 2027, en el 1,3%.

Y es que, según ha afirmado en un comunicado, "la economía continúa afrontando retos": "Las correcciones a la baja para 2025 y 2026 reflejan un descenso de las exportaciones y la persistente debilidad de la inversión, atribuible en parte a la elevada incertidumbre sobre las políticas comerciales y a la incertidumbre sobre las políticas económicas en general", ha subrayado en una nota remitida a los medios.

A su vez, ha elevado dos décimas su previsión de inflación para 2025, hasta el 2,3%, con lo que retrasa a 2026 -con una inflación prevista del 1,9%- la consecución del objetivo de precios que guía la política monetaria de la entidad.