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El Gobierno sirio frena la ola de violencia y anuncia una investigación sobre la matanza de civiles

  • Más de 1.300 personas han muerto en combates entre las tropas del nuevo régimen sirio e insurgentes leales a Al Asad

  • La violencia estalló el jueves en la región costera de Latakia

RTVE.es / AGENCIAS
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El Ministerio de Defensa sirio ha anunciado este domingo que las fuerzas de seguridad han recuperado la "estabilidad" en las provincias costeras del oeste de Siria tras cuatro días de violencia con grupos leales al régimen de Bachar al Asad, en los que, según organizaciones de derechos humanos efectivos progubernamentales, han muerto más de 1.300 personas, incluida la masacre indiscriminada de más de 973 civiles, la mayoría pertenecientes a la minoría alauita.

El presidente interino de Siria, Ahmed al Sharaa, ha anunciado la formación de un comité "independiente" para investigar las "violaciones contra civiles" y averiguar quiénes son los responsables de la violencia. Estará compuesto por cinco jueces, un general de brigada y un abogado, ha informado la Presidencia siria. Previamente, Al Sharaa apeló a la "unidad y a la paz civil" tras la oleada de violencia desatada el jueves en las provincias costeras del país de Latakia y Tartús.

En un último discurso a la nación este domingo, Al Sharaa, que encabezó la coalición islamista Hayat Tahrir al Sham (HTS) que lideró el derrocamiento del régimen del presidente Bachar al Asad el pasado 8 de diciembre, ha alertado el país se encuentra ante "un nuevo peligro" representado por remanentes del antiguo régimen del depuesto y "fuerzas externas" que buscan "arrastrar" a Siria a una "guerra civil".

El presidente interino ha indicado que estos peligros no son "amenazas pasajeras", sino que es más bien resultado de "intentos" de fuerzas que buscan "perpetuar el caos y destruir lo que queda de nuestra querida patria", aunque no ha mencionado a qué país o países se refiere. Ha hecho estas declaraciones en un momento en el que las fuerzas de la nueva administración de Damasco han llevado a cabo una campaña de represión en las zonas de la costa de Siria, en las que predomina la minoría alauita, la rama del islam chií que profesa el clan de Al Asad.

El Consejo de Seguridad de la ONU se reunirá de urgencia este lunes, a petición de varios Estados miembros, para tratar la matanza ocurrida en el oeste de Siria. La reunión será a puerta cerrada en la mañana y contará con la probable participación del enviado especial para Siria, el diplomático noruego Geir Pedersen.

Las autoridades sirias anuncian una "segunda fase"

Pese al llamamiento de paz del líder sirio, el Ministerio de Defensa de Siria ha anunciado el comienzo este domingo de una "segunda fase" de operaciones contra grupos armados partidarios de Al Assad, para pasar a la acción contra los restos de estas guerrillas en las inmediaciones de las localidades.

"Después de restablecer la seguridad y la estabilidad en las ciudades costeras, nuestras fuerzas militares y servicios de seguridad comenzaron la segunda fase de la operación militar, para perseguir a los restos del régimen derrocado en el campo y las montañas", ha explicado el portavoz del Ministerio de Defensa, coronel Hasan Abdul Ghani, en declaraciones a la agencia oficial de noticias siria SANA.

En las últimas horas hay constancia de enfrentamientos en el depósito de gas de Baniyas, en los alrededores de la provincia de Tartús donde, según de nuevo el Ministerio, "han huido muchos criminales de guerra afiliados al régimen derrocado, junto con grupos de remanentes armados que les brindan protección".

Estos combates se están reproduciendo en la zona de Qadmus, también en los alrededores de Tartús, así como en la campiña de la ciudad de Latakia.

La comunidad internacional expresa su preocupación

La comunidad internacional ha declarado su grave preocupación por estos combates, así como por las informaciones de activistas que están alertando de una masacre contra la población civil de la zona, en especial los alauíes.

En un comunicado publicado este domingo, el Ministerio de Asuntos Exteriores de España ha exigido que la violencia "debe ser investigada y sus responsables no pueden quedar impunes".

En la misma nota, la cartera que dirige José Manuel Albares ha insistido en que "cualquier tipo de diferencia debe ser resuelta por medios pacíficos". Un llamamiento al que se han unido varios países de la Unión Europea.

La violencia estalló el jueves en la región costera de Latakia

Según el Observatorio Sirio de Derechos Humanos, al menos 973 civiles, la mayoría alauitas, han sido asesinados "a sangre fría", muchos de ellos ejecutados en una "masacre sectaria", a manos de las fuerzas de seguridad en las provincias costeras de Latakia (519) y Tartús (220) -bastiones alauitas- y las centrales Hama y Homs. En los últimos días, el Observatorio y otros grupos de activistas han verificado una gran cantidad de vídeos de ejecuciones sumarias, disparos a quemarropa, torturas y maltratos por parte de las fuerzas de seguridad y otros grupos afiliados contra civiles desarmados en estas zonas del oeste de Siria.

La violencia se desató el jueves, después de que insurgentes alauitas leales a Al Asad lanzaran un ataque contra las fuerzas de seguridad en Latakia, lo que desencadenó una campaña de represalia por parte de Damasco y la mayor ola de violencia en Siria desde el derrocamiento del expresidente.

Los enfrentamientos ha provocado también la muerte de 231 miembros de las fuerzas de seguridad y de 250 combatientes leales a Al Asad,, de acuerdo con el recuento de la ONG, que alertó de que el número de víctimas puede ser muy superior.

La nueva administración siria no ha reconocido explícitamente estos actos, aunque sí ha afirmado que tomará medidas legales y hará rendir cuentas contra todo aquel que haya cometido "excesos" o "actos de venganza" contra la población civil durante las operaciones militares dirigidas a apagar los focos de insurgencia de los grupos pro Al Asad. Las nuevas fuerzas sirias están mayoritariamente compuestas por excombatientes HTS, agrupación heredera del antiguo Frente Al Nusra, la exfilial de Al Qaeda en Siria.