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Al menos 237 muertos en dos días de combates entre las fuerzas sirias y grupos pro Al Asad

  • Son los peores enfrentamientos desde el derrocamiento del régimen del expresidente el pasado 8 de diciembre

  • Ante la ola de violencia, cientos de personas han salido a las calles de Siria en apoyo del nuevo Gobierno

RTVE.es / AGENCIAS
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Al menos 237 personas, entre ellas 142 civiles, han muerto en dos días de enfrentamientos entre las fuerzas de la nueva administración de Siria y grupos leales al depuesto presidente Bachar al Asad en las provincias costeras del país, según datos del Observatorio Sirio de Derechos Humanos.

La ONG indicó que la violencia concentrada principalmente en las provincias mediterráneas de Latakia y Tartús ha causado la muerte de 50 miembros de los ministerios de Defensa e Interior de las nuevas autoridades de Damasco, de 45 combatientes leales a Al Asad y de 142 civiles, entre ellos cinco niños y diez mujeres.

La ONG ha alertado de que entre los fallecidos hay 136 personas alauitas —una rama del islam a la que pertenece Al Asad— que han sido "ejecutadas", principalmente en las localidades de Al Hafa, Al Mojtareya y Al Sher de Latakia, antiguo bastión de la familia del expresidente, por "la Seguridad Interior" perteneciente a la nueva administración de Damasco.

Asimismo, entre los fallecidos durante los combates se encuentra un trabajador de la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA), según ha informado en su cuenta de X el jefe de la organización, Philippe Lazzarini.

El presidente interino, Ahmed al Sharaa, ha dicho que Siria perseguirá a los "remanentes" del derrocado régimen de Bashar al Assad y los llevará a juicio. También se compromete a seguir luchando contra las "armas incontroladas".

Son los peores enfrentamientos desde el derrocamiento del régimen de Al Asad el pasado 8 de diciembre, cuando las nuevas autoridades de Damasco lideradas por el ahora presidente interino de Siria, Ahmed al Sharaa, tomaron el poder.

El jefe de la Inteligencia siria, Anas Jattab, ha afirmado que según las primeras pesquisas, "ex líderes militares y de seguridad afiliados al extinto régimen están detrás de la planificación" de estos ataques contra las nuevas fuerzas que controlan Damasco, mientras que ha asegurado que están dirigidos por "algunas figuras fugitivas fuera del país".

El portavoz del Ministerio de Defensa sirio, hassan Abdulgani, ha afirmado a la agencia de noticias siria SANA que las fuerzas de seguridad "lograron un rápido progreso en el terreno y restablecieron el control sobre las áreas que fueron testigo de ataques traicioneros contra el personal de seguridad pública". Asimismo, ha indicado que se están llevando operaciones de asedio para cercar a los combatientes leales a Al Asad, mientras que las fuerzas del Ministerio "continúan avanzando de acuerdo con los planes operativos aprobados".

Cientos de personas salen a las calles en defensa del nuevo Gobierno

La citada ONG ha relatado que miembros leales al antiguo presidente han tomado el control de puntos militares como la base aérea de Astamu y Al Qardaha y se han atrincherado en "áreas difíciles de las montañas de Latakia". Desde allí, también han lanzado ataques contra las fuerzas de seguridad de la nueva administración.

Otros atacantes también se han encerrado en edificios de la ciudad de Jableh, donde se han producido ataques de guerrilla. Por ello, los ministerios de Defensa e Interior han mandado grandes refuerzos desde las provincias norteñas de Idlib, Alepo y Hama para apoyar a sus fuerzas. Ante esta ola de violencia, cientos de personas han salido a las calles de varios puntos de Siria en apoyo del nuevo Gobierno.

Tras una larga noche de choques, las autoridades sirias han impuesto toques de queda varias demarcaciones administrativas, como las provincias costeras de Latakia y Tartús, donde esta restricción se ha extendido hasta la mañana del sábado. Además, las fuerzas de seguridad han iniciado "amplias operaciones de rastreo" en la provincia, ha dicho una fuente del Ministerio de Defensa a SANA.

Piden que se entreguen las armas

Dichas operaciones "tendrán como objetivo a los remanentes de las milicias de Al Asad y a aquellos que las apoyaron y respaldaron", ha añadido la fuente, que ha aconsejado a los civiles que permanezcan en sus casas. "Estamos enviando un mensaje a cualquiera que quiera entregar sus armas y al poder judicial para que se apresuren a hacerlo dirigiéndose al punto de seguridad más cercano", ha indicado a SANA.

Las fuerzas sirias lanzaron hace dos días una campaña de seguridad en Latakia después de que fieles a Al Asad mataran a dos efectivos en una emboscada, según SANA, en un momento en el que las nuevas autoridades están efectuando amplios operativos contra miembros del antiguo régimen. Latakia es un antiguo feudo de la familia Al Asad y el núcleo de la minoría alauita de la familia, rama del chiísmo que profesa el derrocado presidente ahora exiliado en Moscú.

El portavoz del Ministerio de Defensa sirio, hassan Abdulgani, ha afirmado a SANA que las fuerzas de seguridad "han logrado un rápido progreso en el terreno y restablecieron el control sobre las áreas que fueron testigo de ataques traicioneros contra el personal de seguridad pública". Asimismo, ha indicado que se están llevando operaciones de asedio para cercar a los combatientes leales a Al Asad, mientras que las fuerzas del Ministerio "continúan avanzando de acuerdo con los planes operativos aprobados".

El regreso de los desplazados

Entretanto, continúa el regreso de los desplazados en el país. Desde la caída de al Asad en diciembre, se calcula que alrededor de 1,2 millones de sirios han retornado a sus lugares de origen, según la Agencia de la ONU para los Refugiados (ACNUR). De ellos, unos 300.000 eran refugiados en otros países y unos 900.000 desplazados internos dentro del territorio sirio.

Otras instituciones como la Organización Internacional para las Migraciones (OIM) asegura que más de 570.000 refugiados volvieron tan solo en enero a Siria desde otros países y tres cuartas partes de ellos regresaron directamente al lugar del que habían huido.

El noroeste de Siria, uno de los principales frentes en los casi 14 años de conflicto civil sufridos por el país, acoge todavía a unos 3,4 millones de desplazados, de los que 1,95 millones están en campos de refugiados en las provincias de Alepo e Idlib. En este sentido, la ACNUR cifra en unos 600.000 desplazados internos en la zona que han expresado su intención de volver en los próximos seis meses, un dato que podría ascender a un total de un millón si se amplía a un año.

Muchos sirios siguen, no obstante, reticentes a regresar por falta de ayuda humanitaria, de oportunidades de trabajo, o incluso por miedo a su seguridad por la presencia en las zonas de minas antipersona y otras armas sin explosionar, según la portavoz de ACNUR Céline Schmitt en una rueda de prensa telemática desde Damasco para los periodistas acreditados ante la ONU en Ginebra. En muchas de las áreas de potencial retorno, ha añadido, hasta el 80% de las viviendas han sufrido graves daños o han quedado destruidas.

ACNUR ha solicitado a la comunidad internacional 170 millones de dólares para ayudar a refugiados, desplazados y retornados en Siria, aunque hasta el momento reconoce que solo ha recaudado un 10% de esa cantidad.