Por ley, todas las instituciones, partidos políticos y empresas con más de 50 trabajadores deben contar con un protocolo contra el acoso sexual. Sin embargo, casos recientes como el de Luis Rubiales o Juan Carlos Monedero han puesto en duda su efectividad y se ha generado un debate sobre su aplicación real y el acompañamiento a las víctimas.
En el ámbito académico, todas las universidades cuentan con un protocolo de actuación frente al acoso. No obstante, la doctora en Estudios Feministas y de Género, Paula Martín, quien ha recopilado durante tres años testimonios de alumnos de la Universidad Complutense de Madrid que han sufrido acoso, denuncia su ineficacia.
"No son efectivos, son bastante revictimizantes", ha afirmado Martín. Además, en la Complutense, las denuncias son gestionadas por la Unidad de Igualdad, la cual reconoce que no tiene capacidad para investigar ni sancionar estos casos, lo que limita su capacidad de actuación.
Críticas por protocolos insuficientes
La eficacia, en los casos de las empresas, sigue siendo una incógnita. "No tenemos oficialmente un estudio para validarlo", señala Eva Serrano, abogada de Deiuris Legal Partners.
Para que realmente sirvan, advierte Serrano, es fundamental que no sean un mero trámite administrativo: "No puede ser solo un papel para decir ‘ya he cumplido’. Hay que actualizarlo y formar a los empleados".
Otro problema es que muchas víctimas desconocen la existencia de estos protocolos, como ocurrió en el caso Rubiales. La futbolista Jenni Hermoso no sabía que la Real Federación Española de Fútbol lo había aprobado un mes y medio antes del Mundial, el cual ni siquiera se aplicó.
La falta de independencia de quienes lo desarrollan es otro factor de riesgo. "Si esos protocolos y las personas que los lideran no están fuera de la estructura de poder, pueden ir al fracaso", advierte María José López, abogada de la Asociación de Futbolistas Españoles.
El caso Monedero y la transparencia en los partidos políticos
La ministra de Igualdad, Ana Redondo, ha destacado la importancia de que estos protocolos sean conocidos y que las víctimas reciban el respaldo necesario antes incluso de presentar una denuncia.
"El problema es que muchas veces esos protocolos no se conocen, no hay transparencia, y yo pediría desde aquí que así sea a todos los partidos para que la militancia y todos los ciudadanos, conozca que efectivamente esos protocolos existen, son eficaces y que tienen que aplicarse en todos los casos en los que se produzca una denuncia de estas características", ha asegurado Redondo en rueda de prensa posterior al Consejo de Ministros.
La reciente denuncia de acoso contra Juan Carlos Monedero ha llevado a la ministra de Igualdad a asegurar que, a su juicio, "en política hay que ser especialmente ejemplar", así como "decente" y "coherente con el ideario del partido en el que se milita, y más si es un representante público".
Además, ha asegurado que el Gobierno trabaja en mejorar la atención a las víctimas antes incluso de que se animen a denunciar.