Justo un año después de que estallase el caso Koldo con la detención de su exasesor Koldo García, el exministro de Transportes y diputado, José Luis Ábalos, ha llegado este jueves a declarar a primera hora de la mañana al Tribunal Supremo, aunque esta vez sin la calidad de aforado y ya formalmente como investigado por el presunto cobro de comisiones en la contratación de mascarillas en la pandemia.
Bajándose del taxi y trajeado, Ábalos ha entrado a la Sala de lo Penal del Supremo sin hacer declaraciones a la prensa antes de su cita ante el juez instructor del caso, Leopoldo Puente. A pesar de que el exministro ya declaró voluntariamente el pasado 12 de diciembre, Puente le cita ahora tras lograr el suplicatorio del Congreso de los Diputados hace unas semanas. En aquel momento, el que fuera número 3 del PSOE, negó haber recibido pagos de ningún tipo por parte de Víctor de Aldama, empresario y supuesto cabecilla y conseguidor en el 'caso Koldo'.
El propio Ábalos aseguró horas antes de su cita con Puente que afronta esta nueva declaración como la anterior. "La otra vez fui natural a lo que saliera cuando comparecí voluntariamente y con esa misma actitud voy", dijo este miércoles a su salida en el Congreso de los Diputados, de donde se marchaba en solitario y sin ningún miembro de su antiguo partido que le acompañase por los pasillos. Una imagen que se repite cada vez que el exministro se deja ver en el hemiciclo desde que el 21 de febrero de 2024 estallase el caso.
Respecto a las informaciones que esta semana le vinculaban con la compra de un chalet valorado en más de un millón de euros construido con dinero público en Perú a finales de los noventa, Ábalos aseguró a su marcha de la Cámara Baja que la noticia le hace hasta gracia, pero que no tiene "ningún chalet en Perú y menos" a su nombre.
Además, aseguró que "no tiene ni idea" del supuesto piso que asegura De Aldama que alquiló para la vicepresidenta venezolana, Delcy Rodríguez, en una supuesta visita a Madrid cuando él era ministro.
El magistrado podrá imponer medidas cautelares tras la declaración
Tras esta segunda declaración, no es descartable que el magistrado imponga al ahora diputado del Grupo Mixto alguna medida cautelar. Entre otras opciones, Leopoldo Puente puede acordar retirar el pasaporte de Ábalos, acordar más diligencias o incluso ordenar el ingreso en prisión, aunque este último extremo es poco probable porque se prevé que el exministro se acoja a su derecho a no declarar.
Para esta nueva citación, el juez ha acordado entregar a cada una de las partes solo la transcripción de lo que se diga, y no se enviará el video a las partes personadas en el juicio, tal y como ocurrió el diciembre. El magistrado tomó esta decisión a raíz de que la primera declaración se filtrase instantes después de que Ábalos y los otros dos investigados en la trama, Koldo García y Víctor de Aldama, declarasen.
Esta medida llega también gracias a la solicitud de la defensa de Ábalos para que se impidiesen nuevas filtraciones en las declaraciones. Además, ahora los letrados de la acusación y de la defensa no tendrán acceso libre a las grabaciones, sí que las podrán consultar en la secretaría de la Sala Segunda en caso de que no tengan suficiente con la transcripción.
Junto a Ábalos, esta semana también ha acudido al Supremo su exasesor Koldo García. El pasado martes, el "exmano derecha" de Ábalos en el Ministerio tuvo que someterse a una prueba caligráfica para comprobar si su letra coincidía con varios documentos aportados por el empresario Víctor de Aldama sobre amaños en adjudicaciones públicas.
García aportó varios informes médicos para justificar que su letra podría haberse visto alterada. Según él, los informes que ha entregado ahora al Supremo acreditan que su letra es irreconocible porque se ha operado el brazo, por lo que sería imposible esclarecer con la prueba caligráfica a la que se ha sometido este martes si es el autor de las notas manuscritas que Aldama endosa a Koldo.