Un convoy de 20 camiones con ayuda humanitaria a Gaza ha cruzado este sábado el paso de Ráfah desde el lado egipcio rumbo al enclave palestino tras la apertura temporal de la frontera entre Egipto y Gaza y varios días de disputas diplomáticas. El paso ha vuelto a ser cerrado unas cinco horas después de su apertura.
La ayuda será entregada únicamente a hospitales y no incluye agua, solo comida enlatada, medicinas, mantas y colchones, según ha confirmado a EFE un responsable de Cruz Roja, quien ha precisado que los suministros serán llevados a almacenes de la agencia de la ONU para refugiados palestinos (UNRWA), que se encargará de su distribución.
La televisión estatal egipcia mostró a primera hora de este sábado varios camiones atravesando la puerta del paso fronterizo, cuando se cumplen dos semanas de la guerra entre Israel y Hamás. Desde hace días, toneladas de ayuda humanitaria se acumulaban en el paso, que conecta el norte de la península del Sinaí egipcio con la franja de Gaza y el único que no está controlado por Israel, a la espera de llegar a los 2,4 millones de gazatíes, la mitad de ellos niños, afectados por los bombardeos y la falta de agua, electricidad y suministros.
Según ha confirmado a EFE el vicedirector en los territorios palestinos de la Oficina de la agencia humanitaria de Naciones Unidas (OCHA), Andrea de Domenico, hay "negociaciones" para que la ayuda sea "sostenible" en el tiempo.
Imágenes retransmitidas por la cadena privada egipcia ExtraNews mostraron decenas de voluntarios aplaudiendo y dando vítores de alegría, tras días de espera para poder acceder al enclave palestino, mientras trabajadores egipcios trabajaban por restablecer el pavimento dañado por los bombardeos de Israel, que no permitía el acceso hasta ahora.
Se necesitan al menos cien camiones diarios
Según Hamás, una veintena de camiones con "medicinas, instrumental médico y una cantidad limitada de alimentos, principalmente comida enlatada" han atravesado el cruce y descargado el material en camiones palestinos que comenzarán el proceso de distribución en el territorio. Hamás ha añadido que esta ayuda "no cambiará las catastróficas condiciones médicas" en la Franja, sometida a continuos bombardeos israelíes tras el ataque sin precedentes de las milicias palestinas.
Fuentes del Ministerio de Sanidad de Gaza han lamentado que la ayuda no incluya combustible para alimentar los generadores eléctricos de los hospitales y poder llevar a cabo intervenciones quirúrgicas "lo que hará que la vida de los pacientes y heridos sigan en peligro", aseguran.
El coordinador jefe de la ONU para ayuda humanitaria, Martin Griffiths, ha mostrado su satisfacción por la entrada en Gaza de la ayuda humanitaria "tras días de profundas e intensas negociaciones con todas las partes" y ha mostrado su confianza "en que este envío sea el inicio de un esfuerzo sostenido para brindar suministros esenciales, incluyendo alimentos, agua, medicinas y combustible, a la población de Gaza".
El diplomático británico ha recordado que, tras dos semanas de hostilidades, la situación humanitaria en la franja palestina de Gaza, "que ya antes precaria, ha alcanzado niveles catastróficos". "La población de Gaza ha sufrido durante décadas, y la comunidad internacional no puede seguir fallándoles", ha añadido. Funcionarios de la ONU estiman que serían necesarios al menos cien camiones diarios para paliar las necesidades urgentes de la población de la Franja, donde antes del estallido del conflicto llevaba una media de 450 camiones al día.
Mientras, el secretario de Estado de EE.UU., Anthony Blinker, ha acogido con satisfacción la apertura del paso de Ráfah pero se ha hecho eco de la advertencia de Israel de que ninguna ayuda puede acabar en manos de Hamás. "Instamos a todas las partes a mantener abierto el paso fronterizo de Ráfah para permitir la circulación de la ayuda, imprescidible para el bienestar de Gaza", ha asegurado en un comunicado el jefe de la diplomacia estadounidense.
En paralelo al acceso de la asistencia dentro de Gaza, entre 300 y 400 personas con pasaporte extranjero, la mayoría estadounidenses, están esperando para poder salir de la Franja.
El paso fronterizo de Ráfah ha sido siempre el nexo de unión entre Gaza y Egipto. Es una zona desértica comunicada con el aeropuerto egipcio de El Arish, al que llega la mayor parte de la ayuda humanitaria internacional
Clave en las negociaciones
La reapertura del paso de Ráfah había sido una de las principales prioridades de los negociadores internacionales y de las organizaciones humanitarias para facilitar asistencia inmediata a cientos de miles de gazatíes sin acceso a medios esenciales de supervivencia en el sur del enclave, donde se hacinan muchos de los habitantes de la Franja, que han huido de sus hogares ante los bombardeos israelíes en la zona norte de la y la amenaza de una incursión terrestre.
Israel impuso un bloqueo total sobre Gaza tras el ataque mortal de Hamás en suelo israelí el 7 de octubre, bloqueando los pasos fronterizos, incluido el de Ráfah.
El presidente de Estados Unidos, Joe Biden, anunció el miércoles durante su visita a Israel que la primera tanda de camiones en cruzar el paso sería de unos 20 vehículos de ayuda.
La apertura del paso fronterizo de Ráfah se produce en la misma jornada en la que la Nueva Capital Administrativa de Egipto, a 50 kilómetros al sureste de El Cairo, acoge una cumbre internacional encabezada por el presidente egipcio, Abdelfatah al Sisi, y en la que participan líderes de todo el mundo. Entre los asistentes se encuentra el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres; el presidente en funciones de España, Pedro Sánchez; el presidente palestino, Mahmud Abás; y el rey jordano, Abdalá II.