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Feijóo se enfrenta a la votación definitiva de su investidura y el PSOE ya piensa en el ciclo de Sánchez

MARÍA MENÉNDEZ
7 min.

La votación definitiva del pleno de investidura de Alberto Núñez Feijóo de este viernes se ha convertido en puro trámite porque, salvo giro copernicano y sorpresa absoluta, el líder del PP saldrá del Congreso sin los votos suficientes para ser investido presidente del Gobierno.

Desde que el 23 de julio ganó las elecciones, el 'popular' se ha reivindicado como el candidato legítimo para ser investido, pero la realidad parlamentaria es la que es y este viernes quedará reflejada de nuevo en el marcador de votos del Congreso: 172 a favor (PP, Vox, CC y UPN) y 178 en contra (PSOE, Sumar, ERC, Junts, EH Bildu, PNV y BNG). A pesar de que en esta segunda votación le valdría una mayoría simple, esto es, más ´síes' que 'noes' para ser investido, Feijóo no lo conseguirá y se resignará a contemplar como ahora el presidente en funciones y líder del PSOE, Pedro Sánchez, le toma el relevo como candidato e intenta quedarse en La Moncloa.




Esta investidura habrá servido, por tanto, eso sí, para que el reloj eche a andar y las fechas queden marcadas en el calendario. Previsiblemente la semana que viene el rey mantendrá una nueva ronda de consultas con los grupos y previsiblemente también designará a Sánchez como nuevo candidato a la Presidencia. Luego vienen las fechas que no son previsibles sino seguras e inamovibles: el 27 de noviembre es la fecha tope para conformar una nueva mayoría parlamentaria que dé su visto bueno a un presidente y de no ser posible ese escenario, la repetición de las elecciones generales sería el 14 de enero.

Ahora sí, por tanto, el calendario aprieta y del lento verano negociador, poco fructífero para Feijóo, el PSOE pretende pasar a un otoño que alumbre un nuevo gobierno de coalición PSOE-Sumar.

Sánchez habló este jueves por primera vez en una semana en la que ha preferido guardar silencio para decir que confía en ser investido "en poco tiempo" tras la "consumación" de la "derrota" de un Feijóo "fallido" al que acusó, además, de no ofrecer en el Congreso propuesta alguna de gobierno y de "vender miedo y frustración".

Pero también este jueves hablaron quienes tienen en su mano hacerle o no presidente y lo hicieron para enfriar las expectativas de Sánchez y aumentar las exigencias.

El acuerdo aún está lejos, según ha dicho el propio líder de ERC, Oriol Junqueras, que junto al partido del expresident Carles Puigdemont ha presentado resoluciones en el Parlament de Cataluña para condicionar su apoyo al PSOE a que apruebe una ley de amnistía y se comprometa a "trabajar para hacer efectivas las condiciones para la celebración de un referéndum".

Tras ese nuevo paso de los secesionistas tanto PSOE como PSC pidieron no "profundizar en la ruptura ni en la discordia" y lamentaron que "por ese camino, no hay avance". Primeras fricciones públicas de quienes están llamados a entenderse en la negociación de investidura.

Discursos cortos y votación definitiva

Sea cual sea el camino, ambos han empezado ya a airear las líneas rojas y las condiciones de la negociación sin esperar a la votación de este viernes de Feijóo, al que ya esos partidos dan por amortizado.

El 'popular' cerrará este viernes su infrucutosa investidura con un nueva jornada parlamentaria- más corta que las dos anteriores- convocada a las 12:15, de modo que la votación no se celebrará antes de las 13:22 horas, al menos 48 horas después de la primera celebrada este miércoles en la que el candidato no obtuvo la mayoría absoluta necesaria.

Se trata de un formato de mini pleno en el que, una vez más, tanto el candidato como los grupos parlamentarios tienen la oportunidad de fijar posición. Ya están más que claras las posiciones de cada grupo, pero se repetirán los discursos: diez minutos para el candidato Feijóo y cinco para cada grupo. Y de nuevo el foco estará en lo que le digan los independentistas a Sánchez.

Los grupos mantendrán sus principales mensajes

Los mensajes se repetirán, de tal manera que Feijóo volverá a plantear su investidura como "imprescindible", se venderá como un "candidato de fiar" y volverá a alertar de los pactos del PSOE con los independentistas y del "precio" que, está convencido, "va a pagar" Sánchez para "mantenerse en el poder a toda costa" y que no es otro que la amnistía. El PP se muestra satisfecho porque cree que el partido sale reforzado y unido tras este pleno. Y tras la resolución de los independentistas, seguro subirá el tono de la crítica a Sánchez.

De nuevo será el diputado raso y exalcalde de Valladolid, Óscar Puente, quien le dé la réplica por el PSOE y, también salvo sorpresa final, el presidente en funciones se mantendrá en silencio en la última jornada del pleno y asistirá desde su escaño a la investidura fallida de Feijóo, pensando ya en su turno.

No en el pleno del Congreso, pero sí en una entrevista en TVE, Puente ha sido uno de los socialistas que con mayor claridad, hasta la fecha, han valorado la posibilidad de la amnistía- palabra que le cuesta pronunciar a Sánchez- para "devolver la política a quien salió de la legalidad". En horas se verá si aprovecha parte de sus cinco minutos en lanzar algún mensaje a estos grupos o se centra en los dardos a Feijóo.

La estrategia de Sánchez de no ser él quien le dé la réplica, acertada para el PSOE porque cree que le han puesto en frente la realidad de otro candidato vencedor de unas elecciones que no puede gobernar, ha sido vista por el PP como una falta de respeto y creen que ha cruzado una línea en el parlamentarismo. Le acusan de "cobarde" por no querer enfrentarse con Feijóo y argumentan que quiere mantener ocultos y en silencio los pactos que, a juicio del PP, ya está fraguando con los independentistas.

A partir de la intervención de los dos principales partidos irán desfilando uno a uno los portavoces del resto de grupos para ese corto discurso de cinco minutos.

La líder de Sumar, Yolanda Díaz, se muestra convencida de que habrá gobierno de coalición progresista y están "deseando" que la investidura del presidente en funciones llegue cuanto antes. Muestra "optimismo" de cara a las negociaciones- desde Sumar no esconden que la amnistía está encima de la mesa y la defienden- y creen que la clave está en que estas se lleven con "discreción".

Tras los discursos, llegará una votación que algunos nervios levantará por lo ajustado de la misma y más tras el susto convertido en anécdota del diputado socialista Rufino Sancho que dio un 'sí' a Feijóo cuando quería decir 'no'. Los intentos del PP por quebrar el sentido de voto en el PSOE, alertando de una amnistía que no todo el socialismo ve con buenos ojos, no funcionará en este pleno, salvo giro de guion muy inesperado.

El PP ha presionado mucho al PNV en las últimas horas para tratar de arañar sus votos- con los de los nacionalistas vascos le valdría a PP- pero estos se ven completamente incompatibles con Vox, vitales para el PP.

Así las cosas, Feijóo solo está a cuatro votos de salir del Congreso camino de La Moncloa, pero esos cuatro votos son, ahora mismo, un Everest imposible de escalar. Preparado ya para subirlo Pedro Sánchez, al que ERC y Junts, de momento, se lo van a poner más que difícil.


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