China ha negado que se esté planteando suministrar armas a Rusia en su guerra contra Ucrania, y ha advertido de que no admitirá ninguna "coerción" en sus relaciones con Moscú.
Este domingo, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, aseguró tener pruebas de que China se estaba planteando suministrar armamento a Rusia, cosa que hasta el momento no ha hecho pese a que Pekín mantiene una estrecha relación con Moscú a pesar de la invasión.
"Quien no para de proporcionar armas al campo de batalla es Estados Unidos, no China. EE.UU. no está cualificado para dar órdenes a China, y nunca aceptaremos que EE.UU. dicte o imponga cómo deben ser las relaciones chino-rusas", ha advertido en rueda de prensa el portavoz del Ministerio de Exteriores chino, Wang Wenbin.
Blinken, que este lunes se encuentra de visita en Turquía, ha asegurado que China entiende el riesgo que comporta suministrar apoyo material a Rusia. "Tendría problemas con muchos países, no solo con EE.UU.", ha advertido, y por eso espera que Pekín no siga ese camino.
Por su parte, el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell, ha asegurado que sería una "línea roja" para la Unión Europea y así se lo comunicó al jefe de la diplomacia china, Wang Yi. "Me dijo que no lo iban a hacer, que no tenían intención de hacerlo, pero vamos a estar atentos", ha declarado Borrell.
Pekín advierte a EE.UU. que no se entrometa en su relación con Rusia
Wang ha advertido que China nunca aceptará que EE.UU. la acuse por sus relaciones con Rusia.
"La asociación de cooperación amplia y estratégica de China se basa en el no-alineamiento, la no confrontación y no apuntar como objetivos a terceras partes, lo que está dentro de la soberanía de dos países independientes", ha declarado el portavoz del Ministerio de Exteriores.
"No aceptamos ninguna presión o coerción", ha insistido Wang.
China no ha condenado la invasión de Ucrania, de la que va a cumplirse un año el próximo 24 de febrero, ni ha apoyado ninguna resolución contra Rusia en la ONU ni en ningún otro organismo internacional. En su lugar ha reiterado que su asociación estratégica con Moscú "no tiene límites" a la vez que pide un fin dialogado al conflicto y el respeto a la soberanía de los estados.
En Moscú esperan la visita este mismo lunes de Wang Yi, máxima figura de la diplomacia china. Wang Yi no es ministro de Asuntos Exteriores (ese cargo lo ocupa Qin Gang), pero ocupa la oficina de la Comisión de Asuntos Exteriores del Comité Central del Partido Comunista Chino, lo que de hecho le pone por encima del Ministerio.
Según informa el diario ruso Kommersant, el principal motivo del viaje de Wang es incrementar el papel de Pekín en una solución negociada al conflicto.