En la guerra de Ucrania uno de los grandes objetivos de Rusia es destruir la infraestructura energética del país del gobierno de Zelenski. Actualmente hay nueve millones de ucranianos que viven sin luz.
Para Kiev es prioritario recuperar esas centrales dañadas. Por se motivo los técnicos e ingenieros trabajan a destajo en turnos de 12 horas, las 24 horas del día para sustituir los cables eléctricos subterráneos que han quedado inservibles debido a los apagones provocados por los bombardeos.
Hay muchos barrios de Kiev que, al caer la tarde, siguen sin luz. Pero la red eléctrica ucraniana no es compatible con la europea y no siempre encuentran piezas de respuesto.
"Estamos sustituyendo el cable averiado por un nuevo" explica a TVE un obrero mientras trabaja.
El 50% del sistema energético está dañado
"Muchos de nuestros empleados han ido al frente a defender a Ucrania" asegura por su parte el gerente de la compañía eléctrica. Después explica que los electricistas que salieron huyendo de Mariupol cuando fue invadida por tropas rusas trabajan ahora en Kiev reparando el suministro.
Tras diez meses de guerra los misiles y drones rusos han destrozado transformadores y torres de alta tensión. En total, los ataques han dañado el 50% del sistema energético ucraniano.
La infraestructura energética de Ucrania, objetivo primordial para Rusia en su deseo de ganar la guerra
Los bombardeos han sido selectivos y se han producido antes de que empezara el invierno con el objetivo de dejar a la población sin luz ni calefacción pero sin causar muchas víctimas.
Algunos expertos creen que los ataques han sido planeados por ingenieros rusos que conocen bien el sistema enérgetico de este país.
Mientras tanto, Kiev intenta arreglar a contrarreloj el suministro para poder suministrar energía a los hogares para un invierno que se prevé frío y duro.