El Ministerio del Interior ha rechazado las conclusiones de la investigación periodística que este martes ha revelado que hubo al menos un muerto en el lado español de la frontera de Melilla en la tragedia del pasado 24 de junio. Fuentes de la cartera que dirige Fernando Grande-Marlaska han tachado de "hipótesis y conjeturas que carecen de cualquier base probatoria seria" estos hallazgos y han insistido en que "la actuación de la Guardia Civil fue absolutamente proporcional, profesional y ajustada a derecho".
La investigación elaborada por un consorcio internacional de medios "no desvirtúa en ningún momento la realidad de los hechos", señalan estas mismas fuentes, que defienden además "que el trabajo de la Guardia Civil no tuvo ninguna incidencia en los fallecimientos, y ninguna muerte tuvo lugar en territorio nacional".
Desde Interior lamentan que "determinados partidos políticos" -sin citar ninguno en concreto- traten de instrumentalizar aquella tragedia "recurriendo a especulaciones periodísticas". El ministro comparece de nuevo en el Congreso mañana por esta cuestión.
Oposición y socios piden más explicaciones o la dimisión de Marlaska
Los partidos de la oposición y los que son socios del Gobierno -Unidas Podemos, ERC y EH Bildu- coinciden en que la tragedia del 24-J ocurrió principalmente en suelo español, aunque luego discrepan en otras cuestiones como en la defensa de la actuación de la Guardia Civil. La última vez que fijaron su posición fue el pasado viernes tras el visionado de los vídeos en el Congreso.
Este martes el PP ha exigido la dimisión inmediata de Marlaska por sus "mentiras" respecto a los hechos de Melilla. El vicesecretario general institucional de la formación, Esteban González Pons, ha señalado que "es muy grave que se oculten heridos y muertos en territorio nacional".
La investigación revela que España no auxilió a los heridos
Según la investigación, publicada por medios como El País, Le Monde o Der Spiegel junto a la organización Lighthouse Reports, la Guardia Civil no auxilió a los decenas de heridos, víctimas de una avalancha provocada a su vez por la brutalidad policial de los gendarmes marroquíes.
Algunos testigos cuentan a estos medios que los agentes españoles no les atendieron y que en su lugar les entregaron a los marroquíes, que les golpearon después. También calcula que la Benemérita devolvió en caliente a 470 personas.