El presidente de China, Xi Jinping, y el de Estados Unidos, Joe Biden, se han reunido este lunes en Bali, en el marco de la cumbre el G20. El encuentro, que ha durado tres horas, es el primer cara a cara desde que Biden llegó a la Casa Blanca en enero del año pasado. Durante este tiempo han hablado por teléfono hasta en cinco ocasiones, pero no se habían visto en persona debido a la pandemia del coronavirus.
Biden ha expresado a Xi su preocupación por las "acciones agresivas" de China a Taiwán, mientras el dirigente chino ha repetido que el estatus de la isla, que considera parte de su territorio, "es una línea roja".
Igualmente, Biden ha criticado las amenazas nucleares de Rusia en el contexto de la guerra de Ucrania y ambos mandatarios han reafirmado su acuerdo en que una guerra nuclear no se debe producir y no se puede ganar.
El presidente estadounidense ha mostrado su disposición a que la competición entre ambos países no degenere en un conflicto abierto y a cooperar en temas de interés global como el cambio climático o la seguridad alimentaria, según el comunicado de la Casa Blanca. Biden también ha expresado su preocupación por la situación de los derechos humanos en Xinjiang, Tíbet y Hong Kong.
Biden critica las "acciones agresivas" en Taiwán pero no espera una invasión
Al comienzo de la reunión, Biden ha dicho que espera que ambos países puedan gestionar sus diferencias y evitar un "conflicto". "Nuestras dos naciones comparten la responsabilidad de gestionar sus diferencias, debemos evitar que la competición se convierta en algo parecido al conflicto", ha declarado.
Por su parte, Xi se ha puesto como objetivo dirigir las relaciones "en la dirección adecuada" y ha reconocido que las conversaciones telemáticas no pueden sustituir al contacto personal.
A continuación, a puerta cerrada y según la versión de Biden, ambos han mantenido una conversación "honesta y franca" en la que se han expuesto varios puntos de conflicto, entre los que Taiwán ha figurado de manera prominente.
Biden ha expresado a Xi su preocupación por las "acciones agresivas" de China en el estrecho. Por su parte, Xi ha advertido que Taiwán "es una línea roja".
No obstante, Biden no cree que China vaya a invadir la isla, que considera parte de su territorio. "No creo que vaya a haber un intento inminente de China para invadir Taiwán", ha dicho Biden en la rueda de prensa posterior. "La postura de China es la misma, hemos dejado muy claro que los conflictos deben resolverse de forma pacífica. Creo que él ha entendido lo que le he dicho y yo le he entendido a él", ha añadido.
Pekín culpa a Washington de aumentar la tensión con Taiwán, en especial desde la visita de la presidenta del Congreso, Nancy Pelosi.
El gobierno de Taiwán ha emitido un comunicado en el que advierte que no llegará a ningún compromiso sobre su soberanía y que protegerá firmemente la democracia y la libertad de la isla. Mantener la paz y la estabilidad en el estrecho, dice el comunicado, es responsabilidad conjunta de Taiwán y China, y un "encuentro en el campo de batalla" no es una opción para ninguna de las partes.
Preocupación por Ucrania y Corea del Norte
La guerra de Ucrania ha sido otro de los asuntos en la agenda de las relaciones bilaterales, junto con la situación en Corea, exacerbada por los últimos lanzamientos de cohetes del Norte.
Biden y Xi han estado de acuerdo, según ha comunicado la Casa Blanca, en que las amenazas nucleares rusas son inaceptables y que una guerra nuclear "no debe producirse y no puede ganarse".
Xi se encontró con Putin en septiembre, durante la Organización de Cooperación de Shanghái (OCS). Putin finalmente no asistirá a la cumbre del G20.
Respecto a Corea del Norte, Biden ha pedido a Xi que ejerza su influencia sobre Pyongyang para que el régimen de Kim Jong-un se comporte de manera "responsable". En caso contrario, y si continúa con sus pruebas de misiles balísticos, Washington advierte con "acciones más defensivas" para proteger "a nuestros aliados y nuestro suelo". Estas acciones, ha puntualizado Biden, "no irán dirigidas contra China".
Acuerdo para intensificar la comunicación
Biden y Xi han acordado intensificar los contactos diplomáticos y la comunicación entre ambos, nombrando a varios altos funcionarios para continuar con las conversaciones. Además, el secretario de Estado de EE.UU., Antony Blinken, visitará próximamente Pekín.
Antes de la reunión, funcionarios de la administración Biden habían asegurado que se están haciendo esfuerzos mutuos para reparar las relaciones. "Estos encuentros no tienen lugar en el vacío, son parte de un proceso sostenido", ha declarado a Reuters uno de estos funcionarios, bajo condición de anonimato. "Nos hemos comprometido en diplomacia seria y sostenida (docenas y docenas de horas) entre bambalinas", ha añadido.
La secretaria del Tesoro, Janet Yellen, ha declarado que el encuentro intenta "estabilizar las relaciones y crear una atmósfera más segura para los negocios estadounidenses".